Monologo Dictadura

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Ficha de monologo

Nombre: Camila Soto.

Edad: 30 años.

Rol: Victima.

Fui detenida el día 17 de septiembre mientras iba de camino a mi trabajo, desde ese momento me han ocurrido tantas cosas horribles que ya he perdido hasta la noción del tiempo. Podría decir que han pasado solo días, como también podría decir que han pasado años. Desde el momento en que llegue al Estadio Nacional, lugar en el que estoy siendo retenida, he sido víctima de innumerables abusos de parte de los militares. Comenzando por el abuso físico, mi cuerpo es mas de color morado y rojo que del tono que solía ser, yo y los miles de otras mujeres que estamos aquí encerradas somos golpeadas cada día solo por el hecho de respirar, y por si los golpes no fueran suficientes también somos torturadas de formas horribles, como el día en el que llegue, el solo hecho de llorar por la noche hizo que me “ganara” el privilegio de pasar el resto de la noche en una habitación con cuatro hombres que me amarraron a una cama y me electrocutaban mientras se reían de mis gritos de dolor, cuando se aburrieron de verme retorcerme del dolor decidieron abusar de mí. Nunca me había sentido tan poca persona como en ese momento, lo único que podía hacer era cerras los ojos y pensar en mi esposo y mi hija, en si ellos estaban bien, si no se los habían llevado y no estaban sufriendo como yo. A pesar de las circunstancias las mujeres seguíamos unidas y nos apoyábamos entre todas, luego de la horrible noche que pase llegue al lugar en el que nos tenían y todas se acercaron a ayudarme y me llevaron a las duchas en las que solo teníamos agua muy fría para limpiarnos, allí me ofrecieron un jabón, el único que poseemos y es exclusivo para las que hemos sido víctimas de abuso sexual, me ayudaron a limpiarme y me susurraban palabras de aliento. Los siguientes días han sido iguales, nos dejan salir por un rato al patio mientras se llevan a otras para torturarlas. Los días en que no soy yo a la que se llevan me gusta sentarme en unos pequeños espacios que antes ocupaban para cambiarse ropa, me siento ahí e imagino que podría estar haciendo mi familia, me pongo a recordar los hermosos momentos que vivimos juntos y rezo por salir de aquí con vida y seguir viviendo miles de momentos así con ellos. Se que no puedo hacer nada para evitar ser lastimada, pero me gusta pensar que soy fuerte y que no voy a dejar que ellos me quiebren y destruyan la persona que siempre he sido. No voy a perder las esperanzas de volver con mi familia y seguir siendo feliz con ella. Todo lo que puedo seguir haciendo en sentarme y pensar que no he hecho nada malo, que no soy una mala persona, que no merezco nada de lo que me ocurre y que los únicos que están mal son ellos. Podrán torturarme de mil formas, pero no me rendiré. Lejos de este horrible lugar tengo miles de razones para no perder la cabeza.

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