Movimiento comunista de 1958
Enviado por Ximena Guerrero • 22 de Octubre de 2019 • Resumen • 1.846 Palabras (8 Páginas) • 170 Visitas
El movimiento comunista después de 1958
Los efectos de la derrota de 1958-61 sobre los partidos de izquierda.
Durante 1958-1961, diferentes grupos como los obreros, estudiantes, maestros unieron fuerzas en diferentes movilizaciones de masas, logrando obtener una serie de éxitos importantes, chocando con la intransigencia del Estado, siendo reprimidos. El alza que tienen los costos, el estancamiento de los salarios, y la desocupación, se lograron agravar con la devaluación de la moneda, las luchas tienen un carácter reivindicativo con mejores salarios, contra el aumento de pasajes, pero también, tienen un carácter político cuando los aparatos de control sindical de los charros y el Estado, para la negociación y la represión.
Se constituyen organizaciones independientes, y cada una tiene presente la lucha, sin embargo, estas organizaciones son el resultado de la conquista de los aparatos existentes, en donde la estructura tradicional se respeta. La dirección de los movimientos se ve caracterizada por las decisiones de su actuar en base a un análisis que supone el respeto de la legalidad por sus antagonistas y el Estado. Los movimientos recurren al uso de la fuerza, en la mayoría de los análisis, se supone que las acciones del Estado serán congruentes con sus declaraciones, y también se supone que la última huelga ferrocarrilera, deberá respetarse por cumplir con lo establecido por la Ley Federal del Trabajo, y se supone que, de igual manera, la manifestación de apoyo a Cuba sería permitida porque López Mateos “sostenía” una política internacional independiente, sin romper las relaciones con este país.
Las luchas de los trabajadores se conciben por parte de sus actores como de carácter sindical y reivindicativo, sin tomar en cuenta que, para el gobierno, la burguesía y los charros, lo que está en juego es el control político de la clase obrera por medio del aparato sindical, con estas condiciones, el uso de las fuerzas represivas toma por sorpresa a los luchadores, provocando una crisis, y el rompimiento de los movimientos, ya que estos no estaban preparados para hacerle frente. La nueva situación, se caracterizó por tener un aislamiento político y orgánico en las organizaciones de izquierda, en comparación a las masas. Como consecuencia, la represión y el reflujo logran la destrucción de los nexos, que unieron a las organizaciones izquierdistas. Las luchas ferrocarrileras, se oponen a que los partidos revolucionarios realicen una intervención en las luchas sindicales, el Consejo Nacional Ferrocarrilero, al estar controlado por el PCM, padecen una debilidad crónica, y un desprestigio entre la base.
Othon Salazar, debe decidir si acompañar a la base en el reflujo, o bien, vincularse al PCM, decide unirse al PCM y el MRM, el encabezado enfrenta una crisis, la cual logra reducirlo, por periodos prolongados. El movimiento estudiantil en el D.F. el PCM y su apéndice la Juventud Comunista, son responsables de la pérdida de las organizaciones consolidadas en 1961, desde ese entonces, una parte del sector estudiantado, se mantiene al margen, y el PCM aumenta su desconfianza, y desarrollan una política de oposición, concentrándose en una crítica de secta al PCM, en donde su interés no tiene ningún interés. El reflujo, aísla físicamente a las masas izquierdistas, desvinculándolas del estado de ánimo y las preocupaciones de las grandes mayorías poco movilizadas, la izquierda intenta hacer una racionalización de la derrota obtenida. La intelectualidad pequeñoburguesa, sufre un esfuerzo desesperado para poder encontrar recursos que les permitan superar las limitaciones y las deformaciones de clase.
La izquierda durante el auge y derrota de la lucha popular.
Se ponen en evidencia las necesidades de los luchadores, teniendo en claro el carácter de clase del Estado mexicano, haciendo indispensable la apreciación de la correlación de las fuerzas a escala nacional, planteando una estrategia para lograr establecer un ritmo de lucha, fijando una táctica de consolidación, para poder lograr los objetivos a largo plazo. La lucha de clases hace evidente la necesidad de crear un partido de los trabajadores.
Las vanguardias en la clase obrera no son tales, puesto que su estilo de trabajo y su política ignoran las necesidades del proletariado, las cuales fueron expresadas en sus movimientos espontáneos.
- De Cárdenas a López Mateos: descomposición y fragmentación de la izquierda comunista.
Con la fundación de la PCM en 1919, y desde el cardenismo, cualquier ascenso que tuvieran las luchas populares, traían consigo crisis en la izquierda comunista. Durante el periodo del reflujo, estas condiciones se institucionalizan para transformarse en estados permanentes de semicrisis, agudizándose con el nuevo auge.
Con el régimen de Cárdenas, el PCM obtiene una gran fuerza sindical, pero en 1937, la debilidad política del partido los conduce a la pérdida de una base social, para el beneficio de los líderes reformistas de la CTM.
El Congreso Nacional Extraordinario en 1940, produce su primer estallido para las repercusiones internas de la crisis, Laborde y Campa, son expulsados del partido, y posteriormente en el Estado de México, Veracruz y Oaxaca se realizan expulsiones en masa. Esto solo es el inicio de un proceso de desmembramiento y debilidad creciente; en 1943 se expulsa al grupo encabezado por Miguel A. Velasco, Ángel Olivo, Ramírez y Ramírez, Carnero Checa y Torres Ordoña, en 1947 gracias al X Congreso, se expulsa a Sánchez Cárdenas, Martínez Camberos, Aroche Parra, Alberto Lubreras, etcétera.
Al frente de la Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera, se encuentra Juan Ortega Arenas, que es transformado en un momento posterior en el frente Obrero Comunista.
- La derrota ferrocarrilera y la crisis de las organizaciones de izquierda.
En 1958 el movimiento comunista, se fragmenta en tres grupos, cada uno es considerado como el partido del proletariado (PCM), o de menos se consideran el germen de ese partido (POC y FOC), sin embargo, el ascenso de la lucha popular conduce a la izquierda hacia una crisis que refleja el fracaso de las organizaciones en conducción del movimiento de masas. En el PCM, existían dos tendencias: una que se orientaba para remover a la antigua dirección, por medio de un golpe de estado; y por otro lado una que profundizaba en la autocrítica del movimiento comunista, sin conformarse con el cambio de personas.
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