NOS ESPIAN? NOSOTROS AYUDAMOS A ELLO?. ALGORITMOS

NOS ESPIAN?

NOSOTROS AYUDAMOS A ELLO?

Los algoritmos como respuesta

Las redes sociales están de una u otra manera presente en la cotidianeidad de cada uno de nosotros. Sera difícil, si nos lo proponemos, encontrar una persona que pueda asegurar que no tiene ningún tipo de contacto con redes sociales hoy en día.

Al mismo tiempo que pensaba un tema para este trabajo iban surgiendo, con familiares, amigos, conocidos, conversaciones sobre temas que mucho tienen que ver con el nombre dado a la materia: “Innovación, algoritmos y derecho: dilemas legales y morales”.

Muchos en la diaria muestran cierta indignación respecto de algunos tópicos que se tratan cuando las redes sociales son el tema que se sigue en una conversación; seguramente no nos demos cuenta que, muchas veces, aun esa indignación es transmitida a otros a través de una red social, por ejemplo WhatsApp. Ello sin contar con que el efecto “cuarentena” ha intensificado mucho la circulación de todo tipo de información a través de las múltiples plataformas que usamos a diario.

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La persona que habla lleva mi apellido, y es una conversación que existió realmente en el grupo de WhatsApp que integramos junto con otros miembros de la familia.

En cinco líneas podemos ver relacionados conceptos como “redes sociales” con “privacidad”, “correspondencia”, “preservación”, entre otros que podrían surgir si a Julieta le pedimos que desarrolle alguna de sus ideas.

El audio de un tío sobre “espionaje” en Facebook desencadenó esta conversación, donde nadie quedo ajeno al tema. Todos opinamos.

Fueron surgiendo preguntas, muchas de ellas con respuestas difíciles de dar, imposibles de entender, tales como ¿Qué se hace con todo esto? ¿Dónde están los límites? ¿Por qué sucede que mi Instagram rebalsa de publicidades de pesca? ¿Cómo saben que me gusta pescar?

Todas esas preguntan llevaron a exponer las inquietudes de familiares, todos ellos usuarios de redes sociales, principalmente de mi tío aficionado a la pesca.

No fueron solo preguntas; se empezaron a deslizar “datos”, mitos, verdades, etc.

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Así fuimos pasando del “espionaje” a los ALGORITMOS. No profundizamos mucho en el tema, y mucho de lo que se hablo fue con poca rigurosidad informativa, sin embargo, queda la impresión de que nos toca a todos, y poco a poco todos queremos saber de qué se trata; porque después de todo es la información que nosotros mismos aportamos la que luego nos vuelve como boomerang en forma de publicidad, sin contar con otras tantas consecuencias que ese aporte de datos puede generar.

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Mi respuesta se lee en verde, y no fue el director de Instagram quien tuvo que salir a desmentir que esa plataforma “nos escucha”, sino su CEO, Adam Mosseri. Quizá no haya sido la única vez en que Mosseri, u otros representantes de plataformas similares a Instagram, hayan tenido que dar públicamente explicaciones al respecto, sin embargo, el 24/6/2019 la presentadora Gayle King le planteó que ella misma ha vivido situaciones en que la aparición de ciertos anuncios resultaba cuanto menos sospechosa^[1].

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Tanto Facebook, como Instagram, y otros tantos sitios usan algoritmos con múltiples propósitos, incluso para mostrar publicidad. Recurriendo a una frase gráfica: es como si estuvieran mirando nuestro historial de navegación de manera permanente. Eso podría explicar por qué a mí tío le aparecen cañas de pescar, lanchas y todo tipo de accesorios para la pesca deportiva dos horas después de haber buscado en Mercado Libre cierto producto.

Aun cuando la teoría conspirativa de que Instagram nos escucha sigue vigente en el imaginario colectivo, la misma ha sido desmentida en más de una oportunidad. Es que si bien el mundo de la publicidad online en redes sociales como Instagram mueve millones de dólares al año, los recursos que se tienen que invertir en el procesamiento de millones de horas de escucha diaria de todos los usuarios de la red son aún mayores. Al menos con la tecnología actual.

Esto no significa que las inquietudes respecto de la privacidad queden deslegitimadas. Identificar los riesgos de las redes sociales y como éstos podrían afectar derechos fundamentales es un tema que merece su atención a fin de que la normativa pueda estar a la altura de los avances tecnológicos, sea que surjan nuevas regulaciones o que debamos recurrir y adaptar a la horade su aplicación las existentes.

Es importante resaltar que para el legislador se convierte en un problema bastante preocupante, ya que le es físicamente imposible regular todas y cada una de las conductas y circunstancias que puedan desarrollarse con la utilización inadecuada de la información que, paradójicamente, es depositada por los mismos usuarios de las redes sociales, por tratarse de constantes cambios tecnológicos.

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