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Enviado por yolahola • 1 de Mayo de 2013 • 7.180 Palabras (29 Páginas) • 464 Visitas
ESCENA 1
Escúchame, por favor. Eres como yo, un homo sapiens. Un humano inteligente. La vida, un milagro en el universo, apareció hace alrededor de 4 mil millones de años. Y nosotros los humanos solo hace 200.000 años. Sin embargo hemos tenido éxito en romper el balance que es tan necesario a la vida. Escucha cuidadosamente esta historia extraordinaria, que es la tuya, y decide qué quieres hacer con ella.
Estos son rastros de nuestros orígenes. Al principio, nuestro planeta no era más que un caos de fuego, una nube de partículas de polvo aglutinadas, como muchos enjambres más en el universo. Sin embargo, aquí es donde el milagro de la vida ocurrió. Hoy la vida, nuestra vida, es solo un eslabón en la cadena de innumerables seres viviente que han tenido éxito sobre otros en los casi 4 mil millones de años de la tierra.
Y aún hoy, nuevos volcanes continúan esculpiendo nuestros paisajes. Ofrecen una mirada de los que nuestra tierra era en su nacimiento, roca derretida surgiendo de las profundidades, solidificándose, rompiéndose, burbujeando o esparciéndose en una delgada corteza, antes de quedar dormida por un tiempo.
Estas volutas de humo serpenteando desde las entrañas de la tierra dan testimonio de la atmósfera original de la tierra. Una atmósfera carente de oxigeno. Una densa atmósfera, espesa por el vapor de agua, llena de bióxido de carbono. Un crisol. La tierra se enfrió. El vapor de agua se condensó y cayó en tormentas torrenciales. A la distancia correcta del sol, no muy lejos, no demasiado cerca, el perfecto balance de la Tierra, le permitió conservar el agua, en forma líquida.
El agua cortó canales. Que son como las venas de un cuerpo, las ramas de un árbol, los vasos del sabor que el agua le dio a la tierra. Los ríos extrajeron minerales de las rocas, llevándolos a las aguas dulces del océano. Y los océanos se llenaron de sal.
ESCENA 2
¿De donde venimos? ¿Dónde se encendió la primera chispa de vida? Un milagro del tiempo, las formas primitivas de vida aún existen en los manantiales calientes del planeta.
Ellas les dan sus colores. Son llamadas Arqueobacterias. Todas se alimentan del calor de la tierra. Todas excepto las cianobacterias, o las algas verde-azul. Solo ellas tienen la capacidad de voltear al sol para capturar su energía. Son los vitales ancestros de las especies de plantas de ayer y de hoy. Estas pequeñas bacterias y sus billones de descendientes cambiaron el destino de nuestro planeta. Transformaron su atmósfera
¿Qué pasó con el carbón que envenenaba la atmósfera? Está aún aquí, aprisionado en la corteza terrestre. Aquí, hubo una vez un océano, habitado por microorganismos. Formaron conchas apilando el carbón de la atmósfera ahora disuelto en el océano. Estos estratos son conchas acumuladas de esos millones y millones de microorganismos. Gracias a ellos, el carbón se drenó de la atmósfera y otras formas de vida pudieron desarrollarse. Es vida que alteró la atmósfera.
La vida de las plantas se alimentó de la energía del sol, que les permitía romper las moléculas de agua, y tomar el oxígeno. Y el oxígeno llenó el aire.
El ciclo del agua de la tierra, es un proceso continuo de renovación. Cascadas, vapor de agua, nubes, lluvia, arroyos, ríos, mares, océanos, glaciares… El ciclo nunca se rompe. Siempre hay la misma cantidad de agua en la tierra. Todas las sucesivas especies en la tierra han bebido la misma agua. La asombrosa materia que es el agua. Una de las más inestables. Toma la forma líquida, como agua corriente, gaseosa como vapor, o sólida como hielo.
En Siberia, las superficies congeladas de los lagos en invierno contienen los trazos de las fuerzas que el agua libera cuando se congela. Más ligero que el agua, el hielo flota. Forma un manto protector contra el frío, bajo el cual la vida puede seguir. La máquina de la vida es la cadena. Todo está encadenado.
Nada es autosuficiente. El agua y el aire son inseparables, unidos por la vida y para nuestra vida en la tierra. Compartir lo es todo. La expansión verde a través de las nubes es la fuente de oxígeno en el aire. El 70% de este gas, sin el cual nuestros pulmones no podrían funcionar, viene de las algas que tiñen la superficie de los océanos. Nuestra Tierra depende de un balance, en el que cada ser tiene un papel que jugar, y existe solo a través de la existencia de otro ser.
Una sutil, frágil armonía que es fácilmente destruida. Así, los corales nacen de la unión de las algas y las conchas.
Los arrecifes de coral cubren menos del 1% del piso del océano, pero proveen un hábitat para miles de especies de peces, moluscos y algas. El equilibrio de cada océano depende de ellos. La Tierra mide el tiempo en miles de millones de años. Le llevó más de 4 mil millones de años hacer árboles.
En la cadena de las especies, los árboles son un pináculo, una perfecta escultura viviente. Los árboles desafían a la gravedad. Son los únicos elementos naturales en perpetuo movimiento hacia el cielo. Crecen sin prisa hacia el sol que nutre su follaje.
Heredaron de las minúsculas cianobacterias, el poder de capturar la energía de la luz. La almacenan y se alimentan de ella, transformándola en madera y hojas, las cuales luego se descomponen en una mezcla de agua, y materia mineral, vegetal, y viviente.
Y así, gradualmente, se han formado los suelos. Los suelos hierven con la incesante actividad de los microorganismos, alimentando, cavando, aireando y transformándose. Ellos hacen el humus, la capa fértil a la que todo ser vivo en la tierra está ligado.
ESCENA 3
¿Qué sabemos sobre la vida en la Tierra? ¿De cuántas especies tenemos conciencia? ¿Una decena? ¿Una centena, tal vez? ¿Qué sabemos de las uniones que los ligan? La Tierra es un milagro. La vida continúa siendo un misterio. Se forman familias de animales, unidas por costumbres y rituales que son pasados a través de generaciones. Algunos se adaptan a la naturaleza de su pastura y su pastura se adapta a ellos.
Y ambos ganan. El animal calma su hambre y el árbol puede florecer de nuevo.
En la gran aventura de la vida en la Tierra, cada especie tiene un papel que jugar, cada especie tiene su lugar. Ninguna es inútil o dañina. Todas se balancean. Y ahí es donde tú, homo sapiens, humano inteligente, entras en la historia.
Te beneficias de un fabuloso legado de 4 mil millones de años proveído por la Tierra. Solamente tienes 200 mil años, pero ya has cambiado la faz del mundo. A pesar de tu vulnerabilidad has tomado posesión de cada hábitat y conquistado extensiones de territorio
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