Nefasta Politica

La política es un instrumento de riqueza para determinados grupos; y se manipula egoístamente en contra de los menos favorecidos. En realidad, no existe una política orientada al bienestar de los ciudadanos. Sólo existe la oportunidad de enriquecerse, lo que se evidencia en las irracionales elecciones.

No es que la política sea mala. Si se practica con responsabilidad puede marcar la diferencia entre el bienestar y la miseria. El hecho es que, por lo menos en nuestro país, no existe una política orientada a tal fin; o si la hay, es inocua. La política, encubierta, pública o de cualquier otro tipo está orientada a encubrir la ausencia misma de ésta. Yo tengo la impresión que este es un libreto dictado por intereses económicos mayores, sin dejar de ser innobles. Esa ignorancia social es el caldo de cultivo de los males de una nación que no tiene una visión clara de lo que quiere. No existen ciudadanos dispuestos a rajarse por un ideal nacional común. Al no tener una visión meridiana, mal podríamos pensar en ejecutar una misión que desconocemos.

Es sabido que los grupos de poder económico cuentan con instrumentos para mantener a una sociedad desconocedora de sus deberes cívicos. Y no estoy hablando de asistir a desfiles o cantar el himno nacional con la mano en el pecho. Estoy hablando de la urgente necesidad de conocer nuestros roles como ciudadanos; conocer nuestros derechos y sobretodo, hacerlos respetar.

Sin embargo, el problema está en que los que prefieren mantener en ignorancia y confusión a las personas, someterlas con temor e inseguridad, son personas que actúan bajo la sombra. No dan la cara, pero si utilizan a personas que lo hacen por ellos y todo en el nombre de la democracia. La democracia, o sea, el poder de pueblo para regir su destino tiene un precio. Y quien puede pagarlo la compra. Lo interesante es saber ¿Para qué la compra? No será, tal vez, para obtener más lucro y más poder. N tienen escrúpulos para dañar y destruir familias enteras, en el nombre de su propia idea de democracia.

Vemos que existen grupos de interés que no escatiman esfuerzos para mantener su poder, sacrificando los intereses de una nación que aspira a ser próspera. La ignorancia y la amenaza son los instrumentos con las que mantienen el control; el atropello a los derechos fundamentales, que las personas desconocen, es su propósito.

Eso explica la ineficiencia de instituciones tutelares, que ha probado hasta la saciedad su ineficiencia. Interesadamente, por supuesto. La prueba de ello es que cada año, se presentan al poder judicial, más casos de personas cuyos derechos se vulneran, en perjuicio de sus familias y de la sociedad misma. Inaudito.

Es el momento de despertar y sobre todo aprender lo que nos corresponde sobre derechos que nos asisten como ciudadanos; pero lo más importante, es aprender a defenderlos. No será fácil hasta que el verdadero poder se transfiera nuevamente

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