Nelson Mandela jugó un papel importante en la planificación de la estrategia de la organización

Como líder del Congreso Nacional Africano (ANC), Nelson Mandela jugó un papel importante en la planificación de la estrategia de la organización, que se dedicó al derrocamiento del régimen del apartheid en Sudáfrica. El apartheid, una política sistemática de segregación racial, se aplicó en Sudáfrica de 1948 a 1994 a través de la legislación, la vigilancia y la represión a menudo violenta de la resistencia, y Mandela se destacó entre los líderes que convocaron huelgas, boicots y otros actos. del desafío, incluida la violencia, como legítima defensa contra la creciente violencia de la represión gubernamental.

Dado que fue condenado a cadena perpetua en 1964, Mandela se vio obligado a adoptar una estrategia a largo plazo para contribuir a la causa del ANC. Afortunadamente, nunca dudó del eventual colapso del apartheid, y debido a que se consideraba a sí mismo y a sus compañeros prisioneros políticos como líderes de un gobierno en espera, nunca dejó de perseguir estrategias diseñadas para asegurar no solo la caída del régimen actual sino también el éxito. del nuevo en el que esperaba desempeñar un papel.

Norman Chorn, fundador del Centro de Desarrollo Estratégico con sede en Australia, considera a Mandela (que murió en 2013) como un excelente ejemplo de un estratega que entendió la relación entre el pensamiento a largo plazo y las tácticas flexibles. Con el tiempo, dice Chorn, los líderes se ven atrapados en ciclos de oportunidades y desafíos, pero "cuanto más valiosa es la meta", más fácil es aceptar la necesidad de ajustar la estrategia. Chorn agrega que ayuda si puede explicar cómo cada paso que da finalmente lo acerca más a su objetivo final.

Considere, por ejemplo, la postura en evolución de Mandela hacia el papel de la violencia como táctica en la resistencia civil. A principios de la década de 1950, el ANC adoptó un programa de no violencia, que consistía principalmente en huelgas y protestas, pero en 1953, Mandela había llegado a la conclusión de que la estrategia no estaba funcionando. En septiembre de ese año, pronunció un discurso que se haría famoso como su discurso de “No es fácil caminar hacia la libertad”: “Los peligros y las dificultades”, declaró, “no nos han disuadido en el pasado. No nos asustarán ahora. Pero debemos estar preparados para ellos como hombres de negocios que no desperdician energía en palabras vanas y acciones ociosas ".

Para 1961, había ayudado a formar un ala militar clandestina del ANC, que llevó a cabo sus primeras misiones —ataques con bombas contra instalaciones gubernamentales— en diciembre de ese año. Mandela adoptó la violencia como táctica por dos razones. Primero, consideró que era la única respuesta eficaz a la escalada de violencia del gobierno contra la resistencia pacífica. En segundo lugar, estaba convencido de que los jóvenes más radicales fuera del ANC estaban dispuestos a tomar las armas; si el ANC no les proporcionaba liderazgo, corría el riesgo de volverse irrelevante y perder cualquier derecho al liderazgo en la sociedad sudafricana posterior al apartheid.

Mandela fue arrestado bajo cargos de traición en 1962 y encarcelado en 1964. En 1985, después de casi dos décadas de trabajos forzados y confinamiento en una celda de dos metros y medio por dos metros, Mandela tomó una decisión que Paul Schoemaker, profesor de estrategia toma de decisiones en la Wharton School of Business de la Universidad de Pensilvania, se considera como uno de los "juicios cruciales que cimentaron su grandeza". En agosto de ese año, el presidente sudafricano P.W. Botha ofreció liberar a Mandela de la prisión con la condición de que renunciara a la violencia como táctica de resistencia. “Que renuncie a la violencia”, respondió Mandela. "... No estoy dispuesto a vender la primogenitura del pueblo para ser libre". Al rechazar la oferta de libertad del gobierno, Mandela no solo subrayó su compromiso con el objetivo a largo plazo que justificaba el uso de la violencia, sino que también se estableció como un líder que puso el objetivo a largo plazo de reformar la sociedad sudafricana por encima de su objetivo. propio sacrificio personal. “La notable historia de Mandela”, sostiene Schoemaker,

al conflicto de décadas. Entre 1985 y 1989, Mandela fue trasladado de la prisión a una serie de reuniones secretas diseñadas para sentar las bases para futuras negociaciones entre el gobierno y las organizaciones contra el apartheid. En 1990, el sucesor de Botha, F.W. de Klerk, levantó la prohibición del ANC y anunció la liberación incondicional de Mandela después de 27 años de prisión. Los representantes del ANC y el gobierno sudafricano continuaron reuniéndose hasta 1993, cuando se ratificó una constitución provisional. El 27 de abril de 1994, el ANC obtuvo el 62 por ciento de los votos en la primera elección del país en la que se permitió votar a miembros de todas las razas. Bajo el recién formado Gobierno de Unidad Nacional, la Asamblea Nacional eligió presidente a Nelson Mandela.

Da la casualidad de que las negociaciones casi fueron saboteadas en junio de 1993, cuando un popular activista negro fue asesinado por un extremista blanco. Chris Hani, exjefe del brazo armado del ANC, fue el carismático portavoz de la facción joven y más radical del movimiento anti-apartheid y, por tanto, un actor importante en las negociaciones en curso entre el ANC y el gobierno. En su juicio, el asesino de Hani admitió que el asesinato tenía la intención de desencadenar una guerra racial que descarrilaría las negociaciones y el proceso de poner fin al gobierno blanco en Sudáfrica. El complot casi había funcionado, ya que estalló la violencia en todo el país en medio de llamados a la venganza.

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