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Neoliberalismo Y Globalizacion


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2011  •  4.218 Palabras (17 Páginas)  •  1.635 Visitas

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ANTECEDENTES

Neoliberalismo y Globalización

El ciudadano del último tercio del siglo XX se siente a menudo sorprendido por extrañas palabras que, sin embargo, son cada vez más difundidas en los medios de comunicación y en los discursos políticos, sociales y, sobre todo, económicos. Palabras tales como globalización, mundialización, desreglamentación, pensamiento único, maestros del mundo... Conceptos que, sin embargo, son ya sumamente familiares para los dirigentes de la política y la economía de los Estados de nuestro planeta, y que forman parte del lenguaje común de instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, y otras muchas de carácter nacional y/o internacional.

En realidad, se trata del vocabulario propio de una ideología que, esencialmente, gira alrededor de la economía, pero que tiene, sin duda, importantísimas repercusiones en el papel de la política y en la organización de la sociedad: se trata del Neoliberalismo. Al igual que, por ejemplo, el Marxismo tenía su vocabulario compuesto de conceptos como modo de producción, fuerzas productivas, alineación, lucha de clases, dictadura del proletariado, entre otras, y lo mismo podría afirmarse de ideologías como el fascismo y los nacionalismos en general o los fundamentalismos religiosos, la ideología llamada Neoliberalismo posee su propio almacén de palabras y conceptos.

Ante todo cabe plantearse la siguiente pregunta: ¿es el Neoliberalismo una ideología nueva? Una primera aproximación nos señala que el Neoliberalismo es el Nuevo Liberalismo. Sin embargo, definir si el Neoliberalismo es una novedad, algo nuevo, resulta difícil, pues la pregunta que nos formulábamos tiene una respuesta ambivalente: sí, pero no. Es una ideología vieja porque se trata, de hecho, del Liberalismo, ideología que en el siglo XIX impulsó el nacimiento del capitalismo moderno o de libre concurrencia en el Mercado y también la Revolución Industrial. Pero, al mismo tiempo, es nueva, pues ha reaparecido en un periodo histórico cuyas características son otras, o sea nuevas: las propias del último tercio del siglo XX. Más, para poder solventar, con un ejemplo, el porqué de esa respuesta de sí o no, es necesario tener en cuenta la naturaleza del fenómeno económico que se llama Capital.

El Capital, y en eso coinciden todos sus estudiosos, tanto partidarios como enemigos del Capitalismo, desde Adam Smith y Milton Friedman, hasta Karl Marx, pasando por lord Keynes y John Kenneth Galbraith, por citar economistas famosos del pasado y de hoy... El Capital, como decíamos, cuya traducción más evidente es el flujo monetario, aunque puede tener otras formas, es un fenómeno de naturaleza dinámica que necesita reproducirse, pues si no puede hacerlo perece: y reproducirse significa en este caso generar rentabilidades, beneficios o rendimientos económicos. Y para ello, para reproducirse, el Capital busca las mejores condiciones posibles, con el fin de obtener el máximo beneficio, que, como acabamos de señalar, es la clave de su reproducción para poder existir. De esa necesidad de reproducción nace, lógicamente, una necesidad de expansión: búsqueda incesante de mercados.

Dicho esto, podemos añadir que esa expansión del Capitalismo liberal del siglo XIX dio lugar al fenómeno de la mundialización. Por aquella lógica reproductora el capitalismo salió de las naciones y se hizo cosmopolita: abrió nuevos mercados, halló nuevas fuentes de materias primas y creó nuevas fuerzas de trabajo: expandió, en definitiva, la industrialización y el comercio desde sus centros en Europa, especialmente desde Inglaterra, llamada entonces el Taller del Mundo debido a su poderío industrial. En aquellos tiempos, aunque los flujos de capital y sus inversiones eran de origen privado, los sujetos o protagonistas de la mundialización, los que representaban los intereses del capital privado en el mundo eran los Estados Nacionales con sus Gobiernos, cuyas políticas debían favorecer la mundialización.

Hoy, en el último tramo del siglo XX, aquel Capitalismo Liberal, con el nombre de Neoliberalismo, ha introducido el concepto de globalización como símil o sinónimo de mundialización. En este punto cabe preguntarse si ¿acaso mundialización y globalización son lo mismo? Y de nuevo la respuesta es sí, pero no. Aparentemente sí: ambos son lo mismo, pues buscan la expansión en el mercado mundial. Pero en realidad hay diferencias. La tendencia a la mundialización, como se ha dicho acompañó al nacimiento del Capitalismo Liberal y ha sido la tendencia propia del desarrollo de ese sistema hasta los años ochenta del siglo XX.

En efecto, ya en los años ochenta a esa tendencia también se le comenzó a llamar globalización. Si buscamos en un diccionario la palabra global observaremos que es definida como total, integral... Globalización, pues, como totalización e integración: pero, ¿globalización de qué? La respuesta ahora es automática: globalización de la mundialización. O en otras palabras: la mundialización económica globalizada, eso es Globalización. Si la palabra mundialización tenía un trasfondo de libertad, la palabra Globalización, en cambio, lo pierde, pues en ella hay alguien que es quien globaliza. ¿Y quién globaliza? La respuesta es conocida: los capitales financieros internacionales y las grandes corporaciones económicas, llamadas multinacionales. Así, pues, globalización es también la subordinación de la mundialización a esas poderosas fuerzas económicas. Otro hecho marca la diferencia entre mundialización y globalización: en la época de la Globalización los Estados Nacionales y sus Gobiernos dejan de tener el protagonismo de antaño: son sólo necesarios para mantener el orden social y político, pero ya no lo son para el proceso económico. Es más, su interferencia en la economía es considerada un estorbo o una traba para aquellos intereses globalizadores. Y en consecuencia, el protagonismo de aquellos Estados y sus Gobiernos es asumido ahora por poderosas entidades financieras internacionales y los no menos poderosos consorcios multinacionales: estos son, pues, los protagonistas de la Globalización. Consecuencia: la política debe de abandonar su influencia en la economía.

CARACTERISTICAS

La Globalización, exige supresión de trabas, es decir, de leyes que impidan su consolidación y funcionamiento: leyes tanto de carácter internacional como leyes de carácter nacional. Por ejemplo, y aquí tenemos otro vocablo propio del Neoliberalismo: se exige deslocalizar. ¿Qué significa deslocalizar? Significa suprimir las leyes que impiden el libre movimiento de capitales por el mundo en busca de su reproducción. Y en este punto conviene

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