Neoliberalismo
Enviado por sandrafanita • 2 de Octubre de 2014 • 930 Palabras (4 Páginas) • 181 Visitas
Modelo económico e ideológico lanzado al mundo en 1776 por el libro de Adam Smith "La riqueza de las naciones", el liberalismo, ha tenido épocas de mayor y menor éxito en los últimos dos siglos. "Cadáver ambulante", según el vaticinio de Carlos Marx y sus seguidores; una "máquina de generar injusticias", según otros detractores. Pero también, según sus defensores, "la ideología más exitosa de la historia de la humanidad", además de una visión coherente, sistemática y, por sobre todo, "realista".
Desde el surgimiento del movimiento antiglobalización en Seattle, en diciembre de 1999 -un movimiento alentado por la crisis de 1997 que afectó la economía global-, cada vez se alzan más voces contra del modelo económico neoliberal, nieto genéticamente modificado de aquel liberalismo de Smith. Parte de las acusaciones que se le comenzaron a hacer consistían en señalarlo como "pensamiento único" (es decir, excluyente y, por derivación, totalitario), además de "ilegítimo" (en la medida en que su única legitimidad consiste proclamarse como el "único") y estrecho de miras. Según estos críticos era imprescindible buscar una "cara más humana a la globalización".
Si bien se intentó a su vez deslegitimar al movimiento surgido en Seattle, acusándolo de estar integrado por "alborotadores", la figura de Joseph Stiglitz, ex vicepresidente del Banco Mundial, comenzó a brindar legitimación a esos críticos. El profesor Stiglitz, quien desde la vicepresidencia del Banco Mundial cuestionaba las prácticas de su propia institución y, por sobre todo, la del Fondo Monetario Internacional, recibió en 2001 el Premio Nobel de Economía, y en su discurso de aceptación llamó a una mayor regulación por parte de los estados, lo que reafirma las objeciones respecto al programa neoliberal que, desde el Consenso de Washington, alimentó la globalización económica. Para muchos, las reiteradas crisis que afectaron a la mayoría de los países del Sur, especialmente en Asia y América Latina, son prueba de que todas las críticas que ha recibido el neoliberalismo son fundadas y, más aún, de que el modelo ha fracasado. Es evidente que un fracaso puntual, o cientos, no implican de por sí el fracaso del modelo; tampoco la mala implementación de políticas implica su fracaso (varias de las críticas, por ejemplo, que realizara Stiglitz se centran en aspectos burocráticos o de aplicación y, de por sí, no anulan la eficacia del modelo). Por otra parte, pedirle un "rostro más humano" equivale a exigir otro modelo, aunque no se tenga certeza de cuál sea éste: el neoliberalismo no puede, por definición, tener rostro humano.
Realismo versus utopía
Durante el siglo XX, los defensores del liberalismo lo consideraron una ideología "realista", en oposición a los modelos utopistas de socialistas y marxistas, estuvieran éstos en el poder tras la Cortina de hierro o promoviendo cambios políticos desde la oposición, en cualquier parte
...