Niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado (Conclusión)

Nombre de la institución

Institución educativa Ginebra La Salle

Nombre del trabajo:

Niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado (Conclusión)

Asignatura:

Catedra de Paz

Alumno:

Juan Eduardo Ruales Bolaños

Profesor:

Víctor Raúl Reyes

Grado:

10-2

Fecha límite de entrega:

7 de septiembre del 2022

Colombia, Ginebra Valle del Cauca, 04 de septiembre del 2022

Conclusión “Yo sentía la muerte”: Los primeros recuerdos de Olga María

La violencia prolongada y su detrimento ha generado daños e impactos devastadores y en algunos casos, irreparables para la sociedad colombiana. Estos daños son de diversas magnitudes, naturaleza ya que, en estos, inciden varios aspectos. Es común que la magnitud de un conflicto se mida por la cantidad de muertos o víctimas, pero lo que hay que tener en cuenta es que el conflicto ha afectado el proyecto de vida de miles de personas que, en ningún momento tuvieron la culpa de este. Así, en este contexto, han reducido las posibilidades de tener un buen futuro por una gran parte de la sociedad colombiana y han destrozado el desarrollo democrático.

Las víctimas directas de la violencia en Colombia, así como los familiares y otros grupos, han experimentado numerosas situaciones de horror extremo en condiciones lamentables y humillantes. Aquellas personas que atentaron contra su integridad fueron arbitrarias y se aprovecharon sin límites de estos individuos.

La seguridad y la presencia publica en sitios de extrema pobreza y marginalidad es casi nula, es por ello por lo que muchas personas son desplazadas, torturadas, amenazadas e incluso asesinadas debido a su fuerte exposición a los grupos al margen de la ley. Ante esto, la cantidad de personas e incluso niños que han sufrido perdidas de familiares o seres queridos ha ido en aumento, dejándoles secuelas que no permitan su favorable desarrollo y convivencia dentro de la sociedad colombiana. Es por ello por lo que, la cantidad de personas con trastornos sigue en aumento y, a pesar de los acuerdos de paz firmados en la Habana, Cuba que “asegurarían” la dejación de armas y la incursión en prácticas democráticas, si que ha habido grupos disidentes que, hasta el día de hoy, siguen sembrando caos, horror y desesperación en personas que viven en zonas recónditas o en los terrenos montañosos del país.

Y, es que el conflicto no ha afectado solo a adultos mayores, sino también a niños y jóvenes que han tenido que presenciar como estos grupos cometen actos atroces contra sus seres queridos, dejándolos en situaciones de orfandad o incluso, con la zozobra de saber el paradero de estos. A partir de esto, es posible indicar que el conflicto armado en Colombia continúa siendo un hecho, en el que a diario están muriendo miles de personas inocentes y se frustran vidas, matando la esperanza de aquellas personas de realizar su proyecto de vida, alcanzar unas metas y convivir en una sociedad, en la que se exige cierta rudeza y se necesitan ciertos aspectos para gozar de una vida plena en derechos y libertades.

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