Niño de y en la calle
Enviado por Andrea Correa • 6 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 2.016 Palabras (9 Páginas) • 174 Visitas
ENSAYO
NIÑO DE Y EN LA CALLE
Hablar de los temas que afectan a nuestra sociedad, es difícil, en especial, porque seguimos ignorándolos, restándoles importancia. No vemos lo afortunados que somos al tener un hogar, poder ir a la escuela, alimentarnos con lo que queramos, además, no nos detenemos a pensar que en este mismo momento existen cientos de personas pasando carencias, que sufren, que no tiene oportunidades de hacer algo diferente, que batallan todos los días para estar con vida a la mañana siguiente.
Existen heridas en la estructura de la sociedad, que afectan mayormente a la infancia, al pilar y futuro de la sociedad, que como he visto abarcan la violencia en la familia, el abuso sexual, la explotación infantil (tanto sexual como laboral); pero ahora también vamos a mirar otra parte de cuando suceden estos abusos, porque al hablar del niño de y en la calle, se habla de una causa-consecuencia, de todos los problemas presentes en nuestra sociedad, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero.
Los niños son la parte más vulnerable de la humanidad, y aun es difícil asimilar que los seres humanos seamos capaces de exponerlos al peligro. En algunas culturas antiguas se les usaba como escudo para evitar que el enemigo atacara a las tropas de su rival, pero cuando esto pasaba no les quedaba más que atacar y después solo lamentarse de lo ocurrido, sin pensar demasiado en el horror, en el miedo que tenían los menores al estar en medio de la batalla, para después de un tiempo solo verlos como números de guerra, bajas lamentables que tomaran como excusa para seguir la guerra. Se diría que eso es pasado, que ya no se involucra a los niños en las guerras, o que ya se les protege más por todas las reformas y convenciones sobre los derechos de los niños que se han llevado a cabo en nuestra época, por toda la información difundida sobre el respeto y amor, pero detengamos un momento, observemos nuestro entorno y nos daremos cuenta de que seguimos permitiendo las agresiones hacia la infancia, seguimos permitiendo el maltrato, y no me refiero a que todos seamos actores directos, participes en los abusos, somos lo contrario, pasivos, preferimos la ignorancia y eso es igual o peor a que si fuésemos autores directos del abuso. Y es que si tenemos la oportunidad de ayudar ¿por qué no lo hacemos? ¿Por qué seguimos despreciando a aquellos que no tienen y considerándolos menos que nosotros? ¿Dónde queda la “igualdad para todos”, cuando salimos a la calle y discriminamos a los que no se ven como nosotros? ¿Qué no se supone que hay tolerancia?
Claro ejemplo de esto y a lo que hago referencia, son las personas que viven en la calle, todos los hemos visto, están en todas las ciudades del país y de tantos otros también, los vemos deambulando en el día, buscando algo para comer, para “irla pasando”, como coloquialmente se dice, puede que consigan trabajos temporales, pero no les será suficiente para mantenerse, tarde o temprano regresan a las calles, no tienen un techo propio donde llegar a descansar, al menos no uno como el que se merecen. Vivir en estas circunstancias en sumamente difícil y riesgoso para los adultos, y aun más para los niños y jóvenes, porque se encuentran abandonados, desprotegidos.
Antes de continuar, es importante mencionar que hay una diferencia al hablar de un niño de la calle y un niño en la calle, cuando se dice de, quiere decir que vive ahí, que todas sus horas las pasa en lo que consideramos el exterior, y cuando se dice en la calle, se hace referencia a aquel que pasa la mayor parte de su tiempo afuera, pero tiene una casa, una familia de sangre, un lugar donde puede dormir, le dan de comer, etc., una vez definido esto, continuemos.
Comenzaremos con el por qué, ¿Cómo es que llegan a las calles cientos de niños y jóvenes? Las causas son varias, todas relacionadas con el maltrato infantil, todas violan los derechos que se suponen tiene todos los niños, en el caso de los niños de la calle, muchos huyen de sus casas, probablemente porque ahí había un ambiente de violencia intrafamiliar, abuso sexual, maltratos, un ambiente cargado de tensión y peleas constantes que, al ya no soportarlo, prefieren dejarlo y unirse al exterior, muchos también son abandonados a su suerte desde pequeños y se ven en la necesidad de valerse por sí mismos; para los niños en la calle no hay gran diferencia, pasan la mayor parte del día afuera, ¿por qué?, porque prefieren el ambiente de las calles al que está presente en sus casas, donde también puede haber maltrato, violencia o como es común, un completo desinterés por qué es lo que pase con la familia y los hijos, y ya que nadie les cuestiona sobre su paradero o sobre ellos mismos, no ven problema en solo regresar a su casa al anochecer o para comer para luego al siguiente día salir desde temprano a las calles, ¿a hacer qué?, a pasar el tiempo, reuniéndose con amigos, los más pequeños a jugar, a pasear y explorar por el vecindario, los jóvenes adolescentes se reúnen también con sus amigos, pero ellos ya no juegan como niños, sino que empiezan a involucrarse en juegos más peligrosos, que les permitan probar nuevas experiencias, como los vicios (drogadicción, alcoholismo), ya que no tiene que preocuparse por donde dormir o que comer, porque todo lo tienen en casa, buscan otro tipo de actividades con las que matar el tiempo, niños y jóvenes en estas situaciones se vuelven muy propensos a cometer delitos, como robos, asaltos, algunos solo para entretenerse, y otros para obtener dinero para mantener sus vicios. No se puede decretar que todos los niños en la calle, se conviertan en “de la calle” pero hay grandes posibilidades de que así sea si la familia no reacciona e interviene de la manera correcta.
Para los niños “de la calle”, la situación es diferente. Son ellos y nos las ciudades, el mejor ejemplo de que el hombre es un ser social, ¿por qué?, al verse solos en la inmensidad del exterior, siempre buscarán a otros como ellos y se reunirán para apoyarse unos a otros, para salir adelante en lo que ellos ven como vida. No comparten ningún lazo genético pero los une el lazo del abandono y la soledad, se comprenden entre ellos, no excluyen a nadie en su situación, los tratan a todos por igual; como hermanos, se cuidan entre sí, los más grandes enseñan a los más pequeños la reglas de las calles, les ayudan a sobrevivir, porque eso es lo que hacen día a día, sobrevivir. Ya vimos las causas de que lleguen a esto, ahora, me referiré a la triste realidad que enfrentan estos jóvenes.
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