Nuevos Paradigmas En El Escenario Internacional Post Guerra Fría.

Durante la post-Guerra Fría Estados Unidos jugó un indiscutido rol protagónico en la relaciones internacionales como la gran potencia que marcaria el ritmo en el nuevo siglo que se avecinaba, por eso al estudiar este proceso se pueden diferenciar dos etapas determinadas por las posturas de la política exterior de EEUU.

La primera etapa que transcurre entre 1991 y el 2001 está impregnada por un aire de optimismo de la gran mayoría de los países en cuanto a las relaciones internacionales y la resolución de problemas largamente postergados y que ahora estaban en el primer orden de las agendas políticas como el subdesarrollo, la pobreza, el hambre, la contaminación y la superpoblación, por mencionar las más significativas. Estas esperanzas tenían fuertes garantías ya que se logró, a una velocidad inusitada, un avance tecnológico que se volcaba en prácticamente todas las disciplinas aumentando las esperanzas de vida, mejorando la producción de alimentos, optimizando los procesos industriales mediante el uso intensivo de la siempre creciente informática, eliminando las distancias gracias a la modernización de los medios de comunicación lo que permitía un intercambio de información (y por ende de diversas formas de cultura) a una velocidad increíble y con recepción realmente elevada, así, recursos como Internet, antes reservado casi exclusivamente a organismos particulares (el Estado, centros privados de alta tecnología, etc.) ahora era accesible para la mayoría de los hogares. Los vínculos forjados por los medios de comunicación se vieron acompañados por nuevas políticas de intercambio e conocimiento como becas y trabajos en diversas partes del globo generando así nuevas razones para el flujo migracional, aportando además una nueva perspectiva mas cosmopolita sobre el mundo a sus habitantes ahora mucho mas consientes del proceso de globalización e integración mundial. Estos nuevos enfoques se vieron reflejados en la Organización de Naciones Unidas, que en un panorama mucho menos tenso que el vivido durante la Guerra Fría puso especial énfasis en sus misiones humanitarias a través de sus organismos específicos como UNICEF y UNESCO. Por su parte las zonas regionales buscaron fortalecerse como tal, creando uniones como la del MECOSUR compartiendo objetivos comunes y brindando apoyo a sus miembros con el fin de poder afrontar con más probabilidades de éxito los nuevos desafíos que la globalización y la economía de libre mercado traían a las puertas del nuevo siglo.

Por su parte, Estados Unidos, consciente de la poderosa posición que ocupaba y de lo seguro que se encontraba en ella, se dedicó de lleno a mostrarse como el abanderado de las esperanzas que traía la década del 90, y sobre todo durante la administración del mediático Bill Clinton (1993-2001), adoptó numerosas políticas con el fin de mostrar el rostro amigable que podía ofrecer en la forma de mediación en conflictos bélicos como los de Medio Oriente y la finalización de la guerra de la ahora ex Yugoslavia, destino ayuda humanitaria a los países africanos con escaso o nulos índices de desarrollo y mejoró notablemente la predisposición a la colaboración con los países de Latinoamérica. Básicamente se dedicó a fortalecer y expandir sus zonas de influencias mediante la cooperación y gestos humanitarios marcando el ritmo de vida de este nuevo mundo globalizado.

En la otra cara de la moneda, las dieciséis países que integraban la URSS, se encontraban con numerosos problemas, como la crisis económica a causa de abandonar la economía planifica e insertarse en el modelo neoliberal que imponía el paradigma económico, así también como los diversos conflictos bélicos que se desataron consecuencia de nacionalismos que se cocinaron durante años bajo la denominada "cortina de hierro" y ahora explotaban en violentos reclamos por soberanías y reconocimientos. Esta situación empeoro notablemente con las intenciones rusas de extender en liderazgo en la región como el tristemente recordado conflicto de Chechenia, representado los momentos más oscuros de este período.

En cuanto al continente europeo la consolidación

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