PALABRAS ALUSIVAS - 17 DE AGOSTO

Ustedes se preguntarán…

¿Por qué recordar hoy a José de San Martín, cuando han pasado más de 150 años desde su fallecimiento?

¿Vale la pena o es uno de las tantas cosas que repetimos una y otra vez sin sentido, simplemente por cumplir?

¿Recordar a un militar cuando queremos vivir en paz?

¿Recordar a un hombre que sacrificó a su familia cuando hoy más que nunca tenemos que reforzar la estar juntos en el cariño?

Sí, aunque no lo parezca a primera vista, aún hoy San Martín sigue siendo un modelo. Modelo por su honestidad, por manejar los dineros del gobierno sin quedarse con un centavo en su bolsillo; por respetar las normas sin permitir excepciones, ni siquiera cuando la excepción era él; por ser ante todo y en todo momento, un ciudadano más. Fue como un papá que tomó el rumbo del barco para llevarnos a buen puerto y puso a trabajar a cada uno en el lugar en donde era más pleno.

Es cierto, los tiempos han cambiado, el país ha crecido, somos adultos y nosotros elegimos lo mejor votando a nuestros gobernantes. Pero también es cierto que en algunas cosas seguimos siendo como niños, que esperamos soluciones mágicas, o que los problemas se resuelvan solos, o mejor, que lo solucionen otros. Y es acá donde la figura de San Martín adquiere vigencia, porque tuvo siempre los pies sobre la tierra y apeló al esfuerzo de todos para lograr sus objetivos. Era exigente. Posiblemente si viviera hoy, hay quienes lo criticarían por pedir mucho de la gente pero otros valorarían que él también se exigía a sí mismo. Ya es hora de que nos demos cuenta de que las verdaderas soluciones nunca han sido fáciles y que para lograr la victoria, siempre es necesario algún sacrificio.

Hoy, volvemos nuestra mirada al general José de San Martín para nutrirnos de sus convicciones y de su conducta y explorar en su ejemplo soluciones para la difícil situación que vivimos. La gesta sanmartiniana nos recuerda que hubo argentinos que pudieron vencer todos los obstáculos y que, con coraje y con valor, con honradez e inteligencia, se puede servir a la patria dignamente.

Para el logro de esa gran nación, hoy más que nunca, debemos reafirmar lo que exclamó el padre de la patria: “compatriotas, la patria existe y triunfará”.

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