PALABRAS PARA LOS GRADUANDOS ABOGADOS

CARTA PARA MIS AMIGOS ESTUDIANTES

-MUY APRECIADOS ALUMNOS-

EN EL ACTO DE PRESENTACION DEL PROYECTO

Pampán, 7/07/2012.

“En una eternidad, siempre se puede empezar”

FACUNDO CABRAL

Finalmente decimos: SOMOS ABOGADOS. Es una afirmación muy honrosa, hermosa, bonita; parece bonita y es bonita. Pero como ustedes leen, es una expresión, y simplemente una expresión. Nosotros somos más que una expresión.

¿Quiénes somos?. Más allá de una frase, o expresión, somos parte esencial del SER. Algo complicado para desentrañar, y en esta ocasión, no pretendemos hacerlo. Pero sí recordar que en nosotros está la simpleza o complicada esencia del SER. Es que se necesita SER para luego PARECER; no es lo contrario, "PARECER" y luego "SER".

El "SER" es como un bellísimo diamante, luce y brilla en todo momento. Pero ya ustedes lo saben, tenemos más belleza que un diamante, tenemos la belleza, el brillo y el esplendor del SER HUMANO. Allí está el amor, la razón, la verdad, la justicia, y la dignidad de todo SER HUMANO. Entonces, primero somos SERES HUMANOS y luego somos ABOGADOS.

¿Díganme si eso no vale más que un bellísimo diamante?.

Estamos claros que el abogado no es solamente: cargar el maletín, las indumentarias o vestimentas, la corbata, los libros, códigos y leyes; todo eso nos hace parecer a un abogado, pero eso, únicamente no hace al abogado. El abogado, la abogada, el buen abogado, la buena abogada, están hechos de otra arcilla, más que sus vestimentas, o sus apariencias, más allá de sus hábitos o las indumentarias. Somos un valioso manojo de conocimientos de leyes a favor de la justicia en permanente lucha contra la injusticia.

Para ser ABOGADOS, ABOGADAS, debemos formarnos en esta carrera de Estudios Jurídicos, entonces nuestra carta de presentación son nuestros conocimientos, nuestra sabiduría, y la eficiencia en todos nuestros actos, porque nuestros defendidos, ponen en nuestras manos, su libertad, y su patrimonio. Y aquellos que pueden, nos pagan por nuestros conocimientos para defender y garantizar sus derechos, libertad y patrimonio. Es grande la responsabilidad de los que se hacen llamar ABOGADOS. Eso es grandioso. Pero estamos obligados a ser capaces, a ser abogados capaces, para no defraudar a quienes depositan en nosotros su confianza; y que se escuche bien: PARA NO DEFRAUDAR A QUIENES DEPOSITAN EN NOSOTROS SU CONFIANZA.

Hoy estamos aquí, reafirmando que felizmente SOMOS ABOGADOS, en este significativo acto que culmina nuestra carga académica del pregrado en la ilustre UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA (UBV), aldea “Rafael María Urrecheaga”, Pampán, estado Trujillo (Venezuela) a través de LA MISION SUCRE. Importante, porque nos pone en vísperas del acto de grado. Hoy pisamos la meta, llegamos, cumplimos un objetivo. Este acto además de académico, es simbólico, muy importante, importantísimo, porque cubre nuestros cabellos de valiosas coronas de laureles.

Logros, bellísimo logros. Eso es lo que celebramos en este acto. Decimos a viva voz y con fuerza a todos los vientos que estamos felizmente formados como abogados, y QUE SOMOS ABOGADOS, QUE SOMOS ABOGADAS, que nuestra meta no ha terminado. Que seguimos responsablemente la constante formación que esta profesión exige porque la sociedad cambia, es dinámica, por lo tanto, el derecho también cambia, y nosotros

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