PESEBRE FIN DE AÑO
Enviado por belularrosa • 2 de Noviembre de 2014 • 875 Palabras (4 Páginas) • 325 Visitas
VAMOS Y ADOREMOS
Pesebre argentino
Introducción
María estaba comprometida con José, el hijo de Jacob, que era descendiente del Rey David. Según la tradición del pueblo de Dios durante el tiempo que duraba el compromiso, los novios se preparaban para su futuro familiar. Podemos aquí imaginar un diálogo.
JOSE: María, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz, porque tu voz es suave y es hermoso tu semblante.
MARÍA: José, mis ojos se alegran al verte. Eres dulzura y esperanza en la vida. Dios, tu mismo dijiste “no conviene que el hombre esté solo”
JUNTOS: Déjanos llegar juntos a la vejez.
(Baile de la zamba “Un diálogo de amor”)
Visita del ángel Gabriel. Música de fondo “Otro diálogo de amor”
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazareth, a ver a una joven virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
Ángel: Dios te salve María, llena eres de gracia.
María: ¿Quién eres? ¿Qué significa este saludo tan especial lleno de bendiciones, felicitaciones y alabanzas?
Ángel: No tengas miedo María, porque soy un mensajero de Dios, Él te ama y te ha elegido para que seas la madre de su hijo.
María: ¿Pero cómo puede ser esto si no he vivido con ningún hombre?
Ángel: es la obra del Espíritu Santo. Él te abraza con su poder y con su ternura. El niño va a ser hijo de Dios, se llamará Jesús. Parece un imposible pero para Dios no hay imposibles. Tu parienta Isabel también concibió a un hijo a pesar de su vejez. Todos creían que era estéril y sin embargo ya lleva seis meses de embarazo.
María: Puedes decirle que soy su servidora, que se cumpla en mí lo que anunciaste.
María visita a su prima Isabel. Música de fondo “El encuentro de dos mujeres”
(María aparece caminando desde atrás)
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en casa de Zacarías y visitó a su prima Isabel.
María: Alegría y bendición para todos.
Isabel: Muchas gracias María. Vos sos la más bendita entre todas las mujeres y bendito también el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor me visite? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Pero contame ¿Cómo te sientes?
María: Canto la alegría del Altísimo, me estremecen vibraciones de emoción, porque el Señor hizo en mí grandes cosas. Lo tuyo ¿Cómo fue?
Isabel: Un día mi esposo Zacarías llegó a casa totalmente mudo, entre gestos entendí que mientras estaba ofreciendo incienso en el templo, recibió un mensaje del Señor diciéndole que yo iba a ser madre. Zacarías dudó porque ya somos muy viejos,
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