POLITICA EXTERIOR 1986 -2002

POLITICA EXTERIOR 1986 -2002

1986-1990 - Virgilio Barco Vargas

El cabio de orientación de la política de barco con su hermetismo oficial de política exterior, Betancur se orientaba al caribe especialmente América Central. Barco esquiva toda participación en el grupo de contadora y de apoyo integrado por Argentina, Brasil, Perú y Uruguay. Se enfocó en los préstamos hechos por el FMI y el banco mundial para financiar la deuda externa.

El retorno a la política de “La Estrella Polar”, donde Virgilio Barco vuelve a la antigua doctrina del “Réspice Polum” o de la “Estrella Polar”. Colombia se encuentra más alineado con estados unidos, por un deseo de apartarse de toda identidad interna de la externa, como la del expresidente Betancur. El presidente Barco en septiembre de 1986 realizo una visita oficial a Washington para presidir la asamblea conjunta del Banco Mundial y el FMI, quien dio un discurso neutro fuera de la petición de Latinoamérica respecto al pago de la deuda externa. Claramente el presidente Barco quería mantener buenas relaciones con los organismos financieros internacionales para obtener créditos destinados a la lucha contra la pobreza absoluta. Esto nos lleva a una posición de “Réspice Polum Economicus”, que cumple con las condiciones que hacen los organismos financieros internacionales por ser un buen deudor y fiel pagador de una deuda externa que llega ya  a los US$ 16.000 millones. El proceso recesivo de Latinoamérica lo siente Colombia, con manifestaciones públicas del partido conservador incluso senadores pertenecientes al partido de gobierno, como Ernesto Samper Pizano. Una parte apoya la posición del gobierno que está respaldada por la insuficiencias presupuestales del Plan Nacional de Desarrollo pieza maestra del presidente con la lucha contra la pobreza absoluta.

Si bien el réspice polum no generaba mucha inquietud la deuda externa si en el informe oficial de la contraloría general de la nación dirigida entonces por Rodolfo Gómez  García en 1988 la posición de buen deudor y fiel pagador era objetada por las condiciones que establecían los bancos prestamistas a raíz de la crisis de 1982 los bancos resolvieron ser más estricto en el cumplimiento de las clausulas pactadas y además exigieron que se hicieran programas de ajustes monetarios formulados por el FMI y el banco mundial. En 1985 se hizo un crédito ”Jumbo” por 1000 millones y se formalizo un programa de ajuste supervisado por el FMI unos de los requisitos con el objeto de que se cumplan los pagos del préstamo estos requisitos hicieron que se limitaran los programas internos en Colombia que implica la solvencia de la balanza de pagos, la rigidez del crédito jumbo que se harán a nuevos créditos diciendo que por otros US$ 1800 millones Colombia estará ante un compromiso de estar a paz y salvo con otros créditos con las demás entidades financieras, ejecutando la cláusula “Cross Default” un incumplimiento de Colombia acarrearía que se sancionara y tuviera que pagar la deuda anticipadamente.

El impacto de la deuda externa en Latinoamérica, cabe decir que Colombia en el periodo de Barco Colombia estuvo en una situación insular respecto de la deuda externa, sin darle importancia a dos aspectos fundamentales: a) el incremento que no se ha hecho del gasto social, aspecto fundamental para el desarrollo en un país con tantas desigualdades sociales. B) el porvenir de la democracia en América latina. La deuda externa en la región es de unos US$ 400.000 millones, donde en Argentina, Brasil y México se repartes la mayor  parte juntando entre los tres unos US$ 250.000 millones esto causa desequilibrios cambiarios, inflacionarios y disminución de salarios reales y un alto costo de vida para los que tienen menos recursos. Los procesos inflacionarios afecta con más fuerza a los países con problemas político-sociales y que dependen de un solo producto para la exportación, sujetos a los altibajos de los precios. Los préstamos en América latina se han vuelto impagables con los recursos normales del comercio exterior, condicionando a los países en desarrollo por las  grandes potencias industrializadas. Según Franz J. Hinkelammert, entre 1950  y 1970 antes de la crisis del petróleo la deuda subió once veces y entre 1970 y 1984, aumento catorce veces. Desde 1974 después de la crisis del petróleo hasta 1984 la deuda subió de 58.000 millones de dólares hasta 360.000 millones de dólares un monto del 620 por ciento.

Latinoamérica una vez más se le ha quitado su capital por los países ricos por medio de los ajustes del FMI como lo advirtió James F. Petras y Howard Brill, estas políticas del FMI adquieren gran influencia sobre la instituciones políticas, desigualdades sociales, estructuras de producción e inserción de la producción de una economía nacional en la economía mundial. En el área de internacionalización América latina lleva la política el buen pagador  para beneficio de las empresas transnacionales a través de la banca prestamista y del FMI. Fidel castro en un reportaje de un periódico mexicano en 1985 dijo que los países latinoamericanos por intereses y utilidades pagaron más de 37. 300 millones de dólares casi 3.000 más que en 1983 y recibieron por prestamos he inversiones 10.600 millones de dólares. La trasferencia neta de América Latina en 1983 y 1984 por concepto de intereses y utilidades ascendió a 56.700 millones de dólares eso nos indica que los países en vía de desarrollo están financiando a los países más ricos en su industrialización.

En la administración Barco no le prestó atención a este problema hasta 1988, con la realidad de la economía internacional, llevo al gobierno a meditar sobre la deuda externa nacional. En la reunión del CONPES, se revelo que Colombia llego al límite del crédito fácil de la banca internacional que no estaba dispuesta a conceder un préstamo más ni a acuerdos de facilitar la rebaja de interés, periodos de gracia y alargamiento de los plazos para la cancelación de la deuda. Al mismo tiempo la devaluación del dólar- peso representa un aumento de US$ 1.000 millones en el monto total de la deuda. La política réspice polum economics comienza a dejar a Colombia en una posición donde debe pensar en soluciones colectivas y de Latinoamérica de este problema.

Con la acertada visón que tuvieron los países del extremo oriente en la repartición de la economía mundial y su industrialización y sus fortalezas económicas como la prosperidad de Japón, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y Taiwán, el presidente Barco quiso realizar una visita oficial a varios de estos países para iniciar una política internacional en el lejano oriente. La idea en sí misma no ofrece reparos. Japón en particular se convirtió en potencia mundial con saldos de exportación favorables que le permiten invertir en estados unidos, gran Bretaña. Las “joint ventures” quien se une con la General Motors para fabricar automóvil japonés en estados unidos le ha permitido ingresar a esta industria que parecía ser monopolizada por los estados unidos. La banca japonesa tiene reservas superiores en los establecimientos de Nueva York, Londres, parís y Fráncfort, Singapur y corea van por el mismo camino. Mientras que Hong Kong, tiene la amenaza de la reversión a China popular al terminar el Siglo XX, por virtud del arreglo amistoso entre china y gran Bretaña.

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