Pederastia, problema social qué va en aumento.

Pederastia, problema social qué va en aumento.

¿Qué es la pederastia y la pedofilia?

La pederastia es el abuso sexual de un adulto hacia un niño. Su deseo sexual hacia los menores puede ser hacia niñas o niños de cualquier edad, desde los tres meses de un bebé o menos hasta los 16-18 años. A estas personas qué llevan a cabo actos sexuales con menores son llamados Pederastas. Cualquier persona puede ser un pederasta, no hay un estereotipo de quienes son estos, pueden ser desde el propio padre del menor, el padrastro, el cura de las misas de domingo, el tío, el amigo de la familia, el abuelo, el profesor, hay casos en el qué también puede ser la madre, la tía, cualquiera puede serlo, sea hombre o mujer con diferentes orientación sexual.

La pedofilia a diferencia de la pederastia es solo el deseo sexual hacia un niño por parte de un adulto o alguien con una edad mucho mayor a la de la víctima. En la pedofilia no se lleva a cabo el acto sexual, sino únicamente hay ese deseo, esos pensamientos morbosos. Los pedófilos únicamente observan a los niños, ven pornografia infantil para sentir exitacion y poder masturbarse. Al igual qué en la pederastia cualquiera puede ser un pedófilo. Por lo tanto, la pederastia y la pedofilia no son sinonimos.

¿Es la pederastia una enfermedad mental o no? ¿Por qué se da?

Hay quienes consideran esta práctica es un delito, otros una enfermedad, desde mi punto de vista es ambos. Esto ya depende de las creencias de cada quién.

Muchos de los pederastas han sido abusados o eran maltratado y al crecer, siguieron un patrón en donde ellos repiten lo qué les sucedió. O cómo signo de virilidad, ya qué alguno casos de hombres son rechazados por las mujeres, ya qué no son atractivos para ellas o tienen un pene pequeños a los “estandares sociales” y de esta manera se sienten poco hombres y para sentirse superiores abusan de los inocentes. Otro motivo puede ser por disposición genética. Sin embargo, esto no los libra de su responsabilidad y no debe quedar impune.

La pederastia no es algo qué se cure con la cárcel, pero con tratamientos se puede “controlar” por así decirlo. Se les podría internar en una clinica psiquiátrica y darles seguimiento. Para poder darles un castigo, sería necesario un juicio ante las leyes y una valoración psicológica y/o psiquiátrica.

Datos sobre la pederastia:

Anteriormente se hablaba de 100,000 (cien mil) casos por año; y en el 2007, se reportaron 300,000 (trescientos mil) por año.

Casos Denunciados :

1986: 37,500

1993: 75,000

2000: 150,000

2007: 300,000

Por lo general se cree qué los hombres son únicamente los pederasta pero no es así, tanto hombres cómo mujeres pueden serlo. Solo qué los casos de abuso por parte de hombres son más frecuentes y más publicado por las noticias.

El 88 % de los pederastas son hombres y el otro 12 % son mujeres. Por lo qué sabemos esto se da por lo general en hombres.

Estos casos se dan un 60 % en el entorno familiar,otro 30 % por personas cercanas a la víctima (profesores, amigos, etc) y el 10 % restante por desconocidos.

Datos por parte de la UNICEF nos dicen qué cada hora 228 adolescentes en América Latina son abusados sexualmente y estos cada vez más contactan a los menores via internet (redes sociales).

Para qué una persona sea considerada pederasta debe tener por lo menor 16 años de edad y debe ser 5 años mayor a la víctima.

En el entorno religioso un 4 % de los curas, obispos y religiosos son pederastas, esto es un aproximado de 4000 religiosos.

Estos datos son un aproximados,pues hay muchas víctimas qué no denuncian a sus agresores.

Un caso de Pederastia:

“Con el nickname de Princesita, Beatriz construyó su imagen virtual en una red social

de internet. A sus 14 años, no reparó en las consecuencias. En el renglón de perfiles

colocó datos privados, no solo de ella sino de sus familiares. Seleccionó sus mejores

fotografías y las coloco en la pagina se describió cómo alegre, amiguera,

¡Deseosa de popularidad!, con aptitudes artísticas, y admiradora de la cantante cana-

diense Avril Lavigne.

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