Pena de muerte ¿Homicidio o justicia?

Pena de muerte ¿homicidio o justicia?

Según la RAE, la pena de muerte es una sanción penal que consiste en matar al condenado; se considera un medio con el que cuenta el Estado para “preservar” la estabilidad social. Actualmente en 55 países aplican este método de castigo, entre ellos Estados Unidos, China y Afganistán.

Los países defensores de esta práctica, afirman que es una forma de prevención contra la delincuencia, sin embargo, esta postura ha sido desacreditada reiteradamente. Según estudios de la A.I*, en Canadá se redujeron los asesinatos de 3.5% a 2,5% posterior a la abolición de la pena.

Siguiendo la misma línea y entrando a territorio colombiano; la violencia ha tenido un papel protagónico; sería lógico pensar que para erradicarla, es necesaria la ejecución en crímenes de lesa humanidad; aunque siendo realistas, en el país ha habido un índice alto de corrupción a través de los años y el consentimiento de una condena como ésta podría convertirse en una “máscara” por parte del estado para aplicar una justicia parcializada e injusta.

El homicidio premeditado de un humano a manos del Estado es la negación total a los derechos humanos. En el artículo 11 de la C.P.C** se establece que “El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte” por lo tanto, hacer “justicia” a través del homicidio es un acto de doble moral, es más valido optar por un castigo ejemplarizante y un sistema jurídico integro. La sociedad necesita con urgencia una reestructuración moral, fundamental para la construcción de una nación pacífica y estable.

Concluyendo, la pena capital es un arma de doble filo, pues se convertiría en un método de homicidio legal debido a los intereses corruptos de ciertas personas y es inaceptable ya que atenta contra el derecho humano fundamental, el estado no puede convertirse en un homicida. Las víctimas de la delincuencia merecen justicia, pero la pena de muerte para los victimarios no es la respuesta.

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