Penitenciarismo
Enviado por chagidgreige • 8 de Marzo de 2014 • 377 Palabras (2 Páginas) • 282 Visitas
Observando los comentarios publicados, y las publicaciones hechas dentro de este sitio web, comparándolo con la ejecución del penitenciarismo en diferentes paises latinoamericanos, no puedo evitar el compartir un comentario con ustedes, toda vez que veo como se diluye la buena intención entre los intrincados discursos de como definir con altura el penitenciarismo. El penitenciarismo jamás será una ciencia, no es la aplicación efectiva del método científico y mucho menos método alguno de las ciencias humanas. Se reduce simplemente a la observación táxita del cumplimiento de la pena, su custodia y vigilancia representada literalmente en la retención del cuerpo del criminal en un lugar hecho para eso llamado "cárcel". Y en este caso pueden ocurrir dos cosas: o los lugares donde se imparte el "penitenciarismo" son pobres é inútiles que ni el mismo cuerpo docente sabe lo que tendría que enseñar, o en definitiva no tienen nada que enseñar porque dicho oficio además de reducirse a cargar un arma, un bastón y un uniforme, su límite máximo llega a cerrar los candados o abrir las rejas en los momentos que así el mando castrense lo requiera. El penitenciarismo jamás será re-educador porque no tiene el bagaje formativo, ni los métodos, ni las técnicas sobre tratamiento Kratemenugógico. Su función además de restringista es estadística pues solo acumula datos que no analiza, no sistematiza. "Se trata de una rama de las ciencias penales que estudia los sistemas de castigo y de redención de los criminales así como de los métodos y procedimientos legales destinados a prevenir el delito". Nada más contradictorio a la verdad: en las cárceles no se previene el delito porque el delito ya se cometió y se supone que están (se supone), los que los cometieron, luego ellos no necesitan campañas de prevención del delito, lo que podrían necesitar es una desestructuración de sus conductas anti-sociales, una "RE-EDUCACIÓN" en todo el sentido de la palabra una labor Kratemenugógica, y para ello no es necesario un arma, un bastón y un uniforme, se necesita por lo menos haber sido educador, para convertirse si lo desea en un re-educador. el penitenciarismo no puede tener una proyección re-educadora, porque ninguna de las penas actualmente viables é impuestas en carcel alguna, puede re-educar por si misma.
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