Pensamiento bolivariano El Niño Simón

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PENSAMIENTO BOLIVARIANO

SIMÓN BOLIVAR

INTEGRANTE:

Milagros del V. Campos

OCTUBRE 2022

INDICE

PAG.

Introducción 03

Las perdidas familiares y su influencia en la personalidad del

niño y joven Bolívar 04

Influencia afectiva e ideológica con la familia que le tocó vivir. 05

Influencia afectiva e ideológica que experimentó Bolívar con su

Maestro Simón Rodríguez. 06

Conclusión. 09

Bibliografía. 10

INTRODUCCIÓN

El presente informe contiene el relato, de la difícil, triste pero a su vez extraordinaria infancia de un niño, que logró convertir todas sus inquietudes, en sueños que posteriormente se convertirían en grandes hazañas, que a su vez serviría de inspiración a miles de personas, de aquellos países donde él fue participe de la liberación del yugo español . Siendo el joven Simón aprendiz de sus grandes maestros y luego amigos Don Andrés Bello y Don Simón Rodríguez, quienes se encargaron de enseñarle letras, cultura, amor por la patria y otras sociedades y costumbres, pero es su amigo Eusebio y su madre la Negra Matea e Hipólita quienes le enseñan valores , comprensión y amor de familia que no pudo obtener por parte de su Tio Carlos Palacios, que más allá de la compresión y amor que necesitaba el niño, sus intereses estaban por encima de ello, luego de una relación para nada agradable con su hermana consigue finalmente a través de la tutela del joven Bolivar, el dominio de los bienes dejado por los Bolivar, la lucha de quien ahora conocemos como nuestro Libertador fue desde muy temprana edad, lucha por la igualdad social, libertad y el sueño de una América ( sur) unida.

Las perdidas familiares y su influencia en la personalidad del niño y joven Bolívar.-

Una familia de origen Vasco, a finales del siglo XVI, con una destacada posición económica y social,, establecida en la Provincia de Caracas, Venezuela, en una casa colonial ubicada al oeste de la Plaza San Jacinto, donde nació un niño que más tarde se convertiría en nuestro Libertador, el 24 de Julio de 1783, llamado por sus padres Juan Vicente Bolivar y Maria Concepción Palacios como Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolivar y Ponte Palacios y Blanco.

A su temprana edad, recibe malas noticias, el 19 de Enero de 1786, a sus 60 años, a causa de un naufragio muere su padre, luego al recuperarse de su pérdida muere su madre el 6 de Julio de 1792 a la edad de 34 años, a causa de tuberculosis. Quedando el niño bajo el cuidado de su abuelo Feliciano Palacios de Aguirre, quien fallece en Caracas, el 3 de Diciembre de 1793.

Posteriormente, Simón siendo un niño huérfano con tan solo 9 años de edad, marcado por estos terribles acontecimientos, pasa a la custodia de su tío Carlos Palacios, quien era un hombre de mal humor y con un severo caso de halitosis, un mal olor que va a invadir el resto de su cuerpo por causa de una obstrucción intestinal que padeció por muchos años, nunca se casó y siempre estuvo interesado en la fortuna de su hermana mayor y en la herencia que ella recibió cuando enviudó, con ella tuvo una mala relación, pero Feliciano, su padre, apaciguó la situación haciendo difícil poder alejarlo por completo de su vida y sus propiedades, pero al ser nombrado como tutor de Bolivar, en vez de velar por su bienestar éste tenía interés por los bienes dejados por los padres del niño Bolivar, y comienza a ver a el niño como un estorbo, maltratándolo, desmotivandolo, creando choques entre ambos.

Por otra parte, Simón comienza a relacionarse con Eusebio Antoñanzas, (quien se convertiría en un militar Español, uno de los jefes más realistas y activos durante la Guerra de Independencia de Venezuela) era el hijo de la negra Matea (Esclava de la casa), creando así una vínculo de amistad, afecto y dinamismo. El joven Eusebio ayudó a Simón a través de juegos, enseñanzas y cariño a entender el amor y el desamor debido a los acontecimientos suscitados y a su vez se refugia no solo en la amistad con él sino también en Matea e Hipólita, un día compartiendo una fruta llamada Granada con su amigo, el niño Simón se preguntó el porqué de las cosas, comparaba a su tío quien era su Tutor legal con Eusebio, Matea e Hipólita, se dio cuenta que el distanciamiento, desinterés y la falta de afecto venían por parte de su tío y que debía buscar a otra persona que fuese su Tutor y efectivamente consiguió a nada más y nada menos que a los maestros Don Andrés Bello, quien fue un destacado escritor, profesor, poeta y jurista Venezolano, que ejerció una notable herencia cultural en su patria, antes y después de su independencia, además dominó idiomas tales como ingles, latín y francés, su primera actividad profesional fue dar clases particulares donde Bolivar fue su alumno más destacado. Y por otra parte Don Simón Rodríguez, un educador apasionado, reformador, creativo,perseverante, amante de la libertad y de la justicia, convencido de la necesidad de “… La conquista de América por medio de las ideas...” , de “…Educar para la libertad...” y de “… Formar ciudadanos por medio del saber...”. Su ideario quedó plasmado en obras como Sociedades Americanas, Luces y Virtudes Sociales y el Libertador del Mediodía de América; tenían la suficiente vocación y pasión para encargarse de la educación de Simón.

A los 11 años Bolivar huye de su tio y es a los 12 años es donde se refugia en la casa de su hermana Maria Antonia Bolivar y Palacios y por orden del Tribunal el menor fue sacado a la fuerza de esa casa y entregado devuelta a su tío.

Influencia afectiva e ideológica con la familia que le tocó vivir.

A los 13 años, su tío lo envía a que inicie su formación militar, y justamente el 14 de Enero de 1797, es nombrado cadete en el Batallón de Voluntarios Blancos de los Valles de Aragua, que anteriormente había comandado su padre.

Ahora bien, en la parte afectiva e ideológica que va a recibir de sus dos grandes maestros anteriormente mencionados,

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