Petroleo Colombiano Ganancia Gringa
Enviado por edusabe • 4 de Octubre de 2011 • 4.172 Palabras (17 Páginas) • 5.817 Visitas
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PETROLEO COLOMBIANO GANANCIA GRINGA
LA PRIVATIZACIÓN DE ECOPETROL, UN GRAN NEGOCIO EN CONTRA DEL INTERÉS NACIONAL
El debate no es de ahora y no es solo técnico
Este debate sobre la privatización de Ecopetrol no es nuevo, senador Hugo Serrano. En él llevamos casi un siglo. Es la misma controversia que se está librando en Colombia desde la Concesión Mares y la Concesión Barco. Y conviene aclarar que no es un debate técnico, aun cuando entraña aspectos técnicos, sino que están de por medio poderosísimos intereses, un aspecto que suele ocultarse o que se evade en este tipo de polémicas, pues aparecen como un simple intercambio de puntos de vista técnicos, académicos y nada más. Pero no. Es un debate en el que entran en juego poderosos intereses y ganancias enormes y en el que hay contradicciones entre el interés público y el interés privado, como también entre el interés de los colombianos y el de los extranjeros. Hay unos que en esta confrontación nos movemos sin plata en el bolsillo. Pero otros no. Aquí se mueven enormes sumas e inmensos poderes que, dependiendo de las decisiones que tome el Estado, ganan más o ganan menos, se enriquecen más o se enriquecen menos. Que un hecho así se acalle por ser este el reino de la hipocresía y los eufemismos, no le quita certeza a lo que afirmo. Y en el terreno del petróleo sí que se mueven intereses creados, intereses que han provocado guerras, por ejemplo, la del Chaco o la actual en Irak.
En Colombia hemos vivido básicamente tres etapas en materia de hidrocarburos. La primera, entre el inicio del siglo XX y la creación de Ecopetrol, lapso en el que se da una gran batalla por definir quién controla el recurso. Una segunda, cuando se crea Ecopetrol, época en que predominan los intereses nacionalistas. Y estamos en la tercera, en la que los monopolios y las trasnacionales imponen sus puntos de vista. La creación de Ecopetrol fue el fruto de una lucha supremamente dura, porque en ese momento era inmenso el poder de las trasnacionales, el poder del imperialismo, para usar una palabra que irrita bastante pero que es cierta. Las trasnacionales se movieron a fondo, tanto que cuando se nacionalizaron los hidrocarburos a mediados del siglo XX, no se pudo nacionalizar el transporte, la comercialización. El negocio más pulpo, sin riesgo, en los hidrocarburos no es ni explorar ni explotar ni refinar, sino distribuir. Pues bueno, esa actividad nunca se pudo nacionalizar. La Exxon Mobil todavía detenta el 42% de la distribución de combustibles en Colombia, la Texaco el 14,6% y la Shell, hasta hace nada, otro importante porcentaje. Las pongo como ejemplo para mostrar que el forcejeo no solo fue en el pasado, allá por 1950, sino que sigue vivo.
Y el forcejeo entraña lucha de intereses y corrupción. Siempre les recomendé a mis estudiantes en la universidad que leyeran los libros de Jorge Villegas para que conocieran las historias escalofriantes de las concesiones De Mares y Barco y la descomunal corrupción de la oligarquía colombiana en el negocio de los hidrocarburos. Esto es ya historia patria, pero aquí sigue siendo parte de la discusión y, por lo mismo, también sigue la lucha. Durante todo el tiempo la lucha ha tenido que ver con concesiones sí o concesiones no, asociaciones sí o asociaciones no, cómo se distribuye el recurso en las asociaciones, si suben o si bajan las regalías al capital extranjero, si aumenta o disminuye el impuesto de renta, etc. Todos han sido debates de intereses, no solo técnicos.
Debo entonces manifestarle con entera franqueza, doctor Hernán Martínez, que no me gusta su nombramiento como ministro de Minas. Y no me gusta, precisamente por su pasado. El Ministerio de Minas acaba de expedir un boletín de prensa en el que nos cuenta con orgullo que usted trabajó 38 años con la Exxon Mobil, un tiempo también con la Esso colombiana y 16 años con el Cerrejón Zona Norte, del que fue presidente. Eso que a algunos les parecerá una carta excelente de presentación, a mi juicio lo descalifica de plano, porque pienso que usted ha estado siempre del otro lado de la raya en la pelea entre el interés nacional y el interés foráneo. En sus cargos, para eso le pagaban, usted ha estado siempre por defender los intereses de esas trasnacionales y son muchas las cosas que podemos decir los colombianos en contra de los procedimientos de la Esso, la Mobil y El Cerrejón. En un reciente debate sobre la Drummond hice aquí un par de menciones sobre el caso de El Cerrejón y el carbón de La Guajira para demostrar que el interés nacional había sido gravemente sacrificado. Y de seguro fue también sacrificado durante su presidencia, señor ministro. Me atrevería incluso a afirmar que en un país distinto al nuestro, por ejemplo, Estados Unidos, donde no se tolera lo que aquí, el nombramiento suyo muy probablemente no habría pasado, porque al revisarlo el Congreso, habrían salido a relucir las razones que acabo de exponer. La contradicción a mi juicio es flagrante. Pero como en Colombia estamos y aquí todo puede suceder, tenemos de ministro de Minas a quien toda la vida fue un hombre de las trasnacionales, cuando hay con ellas y con el capital extranjero una flagrante contradicción. subir
Es el FMI el que exige privatizar
¿De dónde sale la privatización, quién se la ha inventado? Otro viejo debate. ¿El doctor César Gaviria Trujillo, el doctor Rudolf Hommes? Por supuesto que no. Suelo decir que cuando los neoliberales conciban una idea de verdad propia sobre algo que de verdad valga la pena, les va a dar un derrame cerebral. Todos sabemos de dónde vienen las privatizaciones: del Fondo Monetario Internacional. Ahí están todos los documentos. En el último acuerdo de Colombia con el FMI, de 2006, se establece la privatización de la Refinería de Cartagena. Bueno, y el FMI de quién es. ¿De ese eufemismo conocido como ___comunidad internacional___? No, el FMI tiene dueños: las grandes potencias económicas. Y a su vez, las grandes potencias económicas, empezando por Estados Unidos, también tienen sus dueños. Doña Condoleezza Rice, perteneciente muchos años al directorio de la ChevronTexaco, es nada menos que la secretaria de Estado de Estados Unidos. Todos sabemos que Irak está invadido, con todos los horrores, por el conflicto de intereses del que aquí hemos hablado.
Recordemos también que no ha habido privatización en Colombia que no haya sido hecha a menos precio. Al final de mi intervención voy a explicar por qué todas las privatizaciones hechas en Colombia y América Latina se hacen a menos precio. Son muchas y este gobierno es especialmente adicto a ellas. Ahí está el caso de Telecom, de Granahorrar, de las Tiendas Juan Valdés,
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