Piensa global, actúa local

Piensa global, actúa local

¿Qué significa “pensar global”? Algunos “problemas globales” que se me ocurren son: el hambre, las guerras, el cambio climático, la extinción de especies… ¿Qué puedo hacer localmente para solucionar al menos uno de esos problemas? ¿Y cuál sería prioritario?

Por otra parte, si actúo localmente, estoy en un plano de inferioridad frente a las personas que sí actúan globalmente; en realidad, estoy muchos planos por debajo. Me refiero a esas personas que cruzan el océano varias veces al día para hacer negocios; esas personas que tienen los micrófonos abiertos, las cámaras enfocando, y las imprentas listas para imprimir sus libros, de forma que puedan lanzar sus mensajes al mundo siempre que lo deseen. Más eficaz sería actuar globalmente, como en las grandes manifestaciones de Seattle y Génova, o como hicieron nuestros queridos brigadistas en la Guerra Civil.

Así pues, es necesario conectar los dos verbos del dogma, “pensar” y “actuar”. O bien “piensa local, actúa local”, o bien “piensa global, actúa global”. Personalmente, prefiero la primera, apuesto por la relocalización.

Dado que el capitalismo global está finiquitado, y por ende lo está también la globalización, no tiene sentido “pensar global”. Además, muchos problemas actuales tienen, en mi opinión, su base en un “pensamiento global”, y se solucionarían por el simple hecho de relocalizar las cosas y a las personas.

La globalización cultural no es otra cosa que el pensamiento único. Pretender absorber “otras culturas”, o aprender de ellas, es una quimera, ya que las culturas locales son tan ricas, que a duras penas basta una vida para asimilar una del todo; además de que la cultura, el proceso cultural, implica la participación activa del sujeto, y no se puede estar en varios sitios a la vez. Por último, las culturas locales tienen una base ecológica, y están adaptadas al medio natural con el que han evolucionado, por lo que no tiene sentido en otro medio. Si volvemos a pensar local, veremos a nuestros padres y abuelos con otros ojos, como fuentes de conocimiento. Al pensar local y sobre todo al actuar localmente, revivimos y fortalecemos nuestra propia cultura local, por lo que hemos dicho antes de la implicación vital del sujeto en el proceso cultural.

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