Pirata cultura
Enviado por Dianaam • 21 de Noviembre de 2011 • Monografía • 1.898 Palabras (8 Páginas) • 317 Visitas
México es un país rico en cultura pirata. La importancia creciente del sector informal en la vida de la mayor parte de los mexicanos ha hecho de la piratería, el contrabando y la fayuca, “deportes nacionales por excelencia”.
Hace algunas semanas, María Antonieta de las Nieves, mejor conocida como “la Chilindrina” (por su personaje de la célebre serie cómica de televisión “Chespirito”), anunciaba inesperadamente que se iba a vivir a los EUA. La razón de esta decisión no era ninguna oferta de Hollywood, la Chilindrina se largaba del país porque estaba harta de la continua piratería y las falsificaciones que se hacen de su personaje.
La aparición de 20 clones de la Chilindrina en diferentes circos a lo largo y ancho del país, por supuesto sin la autorización correspondiente, terminaron por encolerizar a la señora. La Chilindrina finalmente decidió partir a otro lugar donde sí se respeten los derechos de propiedad en lugar de perder su tiempo levantando 20 demandas penales y más dinero del que ya le han robado los circos.
En esa ocasión le tocó pasar corajes a la Chilindrina, ahora la pregunta es ¿Quién sigue? Ayer se fue una señora enojada y decepcionada por el débil Estado de Derecho que impera en nuestro país, mañana van a ser los grandes capitales e inversiones, las plantas y empresas enteras.
La piratería es definitivamente una ratota inmortal y enorme. El problema se presenta en cualquier rincón del planeta, en países ricos y también en pobres, sin embargo las dimensiones del problema son distintas en cada caso. Erradicarla parece imposible, sin embargo mucho se puede hacer para reducirla.
En México la piratería golpea a un sin fin de industrias: software, música, cine, video, libros, ropa, calzado, vinos y licores, juguetes, perfumes, medicinas, televisión por cable, etc. En fin, hasta taxis piratas tenemos.
De acuerdo al último Informe Global sobre Piratería de Software, que publica la Business Software Alliance (BSA), México tiene un índice de piratería del 56% (1.5 veces la media mundial del 37%). Esto es, por cada 10 programas de software instalados en el país, cerca de 6 son copias piratas. Las pérdidas en México para la industria del software por piratería ascienden a más de 180 millones de dólares. A nivel regiones, América Latina ocupa el segundo lugar de piratería de software con un índice del 58% sólo detrás de Europa Oriental con el 63%.
En la industria fonográfica, aquí no se salvan ni Chente, ni Juanga, Banda El Recodo, Luis Miguel o Shakira. La industria discográfica en nuestro país reportó pérdidas por 2,700 millones de pesos el año pasado. El 65% del material musical que se vende en el país es pirata. México ya tiene medalla de bronce al ubicarse como el tercer país más pirata del mundo con ganancias ilícitas que llegan a los 220 millones de dólares por concepto de CDs y casetes piratas. El oro y la plata corresponden a China y a Rusia respectivamente según cifras de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica.
Otros industriales como los fabricantes de bebidas alcohólicas calculan sus pérdidas por vino pirata en más de 500 millones de dólares al año en México. Los textileros, por su parte, se quejan de que el 45% de la ropa que se vende en el mercado mexicano es de fayuca, es decir, importaciones ilegales que entran al país sin pagar impuestos. Y así, le podríamos seguir enumerando datos y cifras pero no acabaríamos en buen rato.
El gran problema de todo esto es que la piratería se vuelve cada vez más competitiva; ofrece lo último y lo más novedoso a los mejores precios. Siempre va un paso adelante de la industria, el comercio legal y las autoridades. Podría pensarse que un producto pirata tiene una calidad más baja en comparación a un producto original, sin embargo, en industrias como la del software la calidad de un CD pirata es exactamente la misma que la de un CD legal. ¿A poco no prefiere la última versión de Microsoft Office a tan sólo 80 pesos?
Además artículos como videojuegos o programas de aplicación para la PC, al igual que películas en DVD (formato que también ya se puede falsificar gracias a la astucia y el equipo tecnológico con el que cuentan los "ingenieros" piratas) llegan al mercado negro mucho antes de que sean lanzados oficialmente al mercado legal o de que se estrenen incluso en cartelera.
Muy comentado ha sido en Guadalajara, cuidad donde vivo, el caso del Xbox, la más reciente consola de videojuegos de Microsoft, que compite directamente con la Play Station 2 de Sony o el Game Cube de Nintendo. Pues resulta que a principios de este año la consola ya se encontraba a la venta en el Mercado de San Juan de Dios (corazón del mercado negro, pirata y todo lo que huela a fayuca en el Estado) cuando Microsoft ni siquiera había decidido la fecha de lanzamiento del producto en México.
Casi puedo asegurarle que el éxito que tuvo en México a finales de los 90s el Play Station de Sony, primer consola de videojuegos en formato CD, se debió en gran parte a que la piratería derrumbó los precios de los juegos al ofrecer copias de CDs piratas en menos de 100 pesos cada una. Los consumidores ya no tenían que ahorrar 400 o 500 pesos por un juego original, mejor se compraban 7 copias piratas por esa misma cantidad de dinero y, lo mejor de todo, con la misma calidad.
Desgraciadamente este lío pirata es un problema que se ha tolerado y dejado crecer a enormes dimensiones desde hace décadas. La incompetencia histórica de las autoridades en el manejo político y económico del país podría ser uno de los principales motores de la plaga pirata. La sucesión de crisis sexenales en el
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