Planeación Educativa En Espacios Institucionales

HUMANISMO PARA SIEMPRE

Las universidades han sufrido grandes cambios a lo largo del tiempo, estando actualmente en una crisis donde su futuro se ve incierto, sin rumbo. ¿Pero qué propiciará su resquebrajamiento? ¿Será que la realidad universitaria cambiará radicalmente hasta el punto de transformarnos en personas mecánicas?

Nuestro papel como estudiantes universitarios debe representarnos una gran responsabilidad, cuestionándonos el motivo de nuestro determinado actuar diario. Es indispensable estar conscientes de lo que queremos ser y hacer, ya que de ello dependerá la formación que queramos tener: humanista o globalizadora, individualista o comunitaria.

Considero que ninguna de las opciones puede satanizarse y expresarse como absolutamente buena o absolutamente mala, sin embargo, es en el tipo de universidad que elijamos, consciente o inconscientemente, que encontraremos las bases sólidas, o al menos eso es lo que debería esperarse, para dicha formación.

Estemos de acuerdo o no, en la universidad se nos proporcionan valores y esquemas que dan cierta estabilidad a la sociedad. A veces pueden ir de acuerdo al pensamiento innovador que no quiere quedarse atrás, u otras pueden basarse en los pensamientos filosóficos más antiguos.

Pero es evidente que las constantes transformaciones de la sociedad van repercutiendo directamente en el papel de la universidad ante la formación de las y los estudiantes. Por ello es que podría suponerse que las universidades con bases humanistas desaparecerán debido al elevado costo que representaría mantenerlas (infraestructura, personal, estudiantado, etc.), lo que propiciaría un aumento considerable en la creación de nuevas universidades que se sustenten en lo electrónico, en donde todo aprendizaje sea “online”. Sin embargo, yo creo firmemente que mientras existan personas “aferrándose” a las humanidades, existirán universidades humanistas, así de “sencillo”.

Nosotras y nosotros, como estudiantes de Pedagogía, no podemos permitirnos caer en el pesimismo de un futuro sin humanidades: para eso estamos aquí, para mostrar a la sociedad, a nuestro contexto más inmediato, la importancia de una visión integrada de las necesidades que se nos presentan día a día. La razón y el sentimiento deben ir de la mano, evitando caer en extremos abismales.

Nuestro esmero debe estar concentrado en darle a la universidad el sentido crítico que poco a poco ha ido perdiendo, no simplemente responder a las necesidades laborales que el mercado nos va requiriendo día a día. Es más que simple preparación de profesionistas, la universidad es más que conocimiento vagando por las aulas: este espacio debe servir para conjuntar, en el currículum, las necesidades políticas y sociales de nuestro contexto orientadas al mantenimiento de nuestro humanismo.

Sin duda,

...