Poesías Palabras Y Mas Para Despedida Fin De Año
Enviado por elmaster900 • 15 de Noviembre de 2013 • Informe • 677 Palabras (3 Páginas) • 1.015 Visitas
POESÍAS PALABRAS Y MAS PARA DESPEDIDA FIN DE AÑO
Cuando seamos grandes...
Cuando seamos grandes, no nos olvidemos que para las noches se hicieron los cuentos, y los reyes magos, y los duendes buenos; que sólo hace falta cuando llega el sueño tener bien a mano la voz de un abuelo.
No nos olvidemos que en una vereda cabe un mundo entero, de risas y ruedas, que no hay mar tan nuestro como el de la acequia, que con dos pedales de una bicicleta lo que queda lejos siempre queda cerca.
No nos olvidemos de las maravillas que guardan adentro las cosas sencillas, los viejos cajones, la flor, la semilla.
La vida es un viaje y es cuestión de vida sentarnos al lado de la ventanilla.
Cuando seamos grandes va a ser muy bonito tener como amigos a los animalitos y gritarles cosas y entender sus gritos,
y explicar los vuelos por el infinito...(los grandes no entienden a los pajaritos).
No nos olvidemos cuando seamos grandes que un beso es un modo de quedarse en alguien, que siempre es horario para acariciarse, que el amor es todo, que ternura es madre, que hay que estar temprano cuando se hace tarde.
Cuando seamos grandes no nos olvidemos de la fantasía, del sol y los juegos, y los cumpleaños, y el circo viajero,
los pasayos tristes, los muñecos buenos, la hermosa costumbre de decir:
¡TE QUIERO!...
Ojalá que nunca dejes de soñar, de jugar, de besar, de acariciar, de amar...
Ah!! Y nunca te olvides...al ser grande, de la maravillosa virtud de saber perdonar...
CARTA DE DESPEDIDA PARA LAS FAMILIAS
Es el momento de despedirnos de este jardincito. El hermoso viaje que comenzamos juntos llegó a su fin.
¡Qué lindo es mirar para atrás, como asomándose por una ventana y recordarte con esa carita de asustado, con tu guardapolvo, tu mochila nueva y un vasito listo para compartir la merienda!.
Trabajamos mucho, como hormiguitas laboriosas, sin descuidar los detalles, compartiendo y ayudándonos a crecer.
Muchas veces, te diría que casi todos los días, me sentí una gallina, rodeada de sus pollitos.
Compartimos paseos, disfrutamos de las tardes de sol y vimos llover juntos desde las ventanas de la salita que nos cobijó este año.
Debo reconocer que disfruté mucho estando con vos, porque tu entusiasmo y curiosidad me contagiaron y renovaron cada día.
Junto a tu familia intentamos hacer de tí una buena persona, quisimos educarte en libertad, hacer que crecieran tus alas para ayudarte a volar durante toda tu vida.
Hemos pasado momentos buenos y de los otros. Me quedo con la carcajada, la emoción, la sorpresa, los perdones, el juego, la alegría...
Puse de mí lo mejor. Pido perdón por aquellas cosas que me salieron mal, aún proponiéndome hacerlo bien.
Yo
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