Politica Y Etica
Enviado por Jessicabarrera • 8 de Marzo de 2014 • 2.090 Palabras (9 Páginas) • 221 Visitas
Introducción
La ética juega un papel importante en el desempeño de las actividades de los profesionales, y más aun en la eficiencia de la función pública. Con los postulados de la Nueva Gestión Publica se ha amarrado este contexto aun mas a los principios básicos éticos, basado en que al actuar acorde a la ley se garantiza el buen uso de los recursos del Estado.
Por la importancia que para nuestra realidad representa el tema ético en la administración publica se presenta un ensayo, en el cual de forma analítica se aborda el tema, desde las situaciones que han originado la crisis ética actual, el comportamiento social en general, el contexto del funcionario público y puntualizando en la necesidad que existe de fortalecer los principios éticos.
Como parte final se enlaza la debilidad ética a los casos de corrupción, agregando un aporte o propuesta de cómo mejorar la ética en el aparto estatal con la finalidad de a su vez ocasionar mejoras en el tema de transparencia del actuar gubernamental.
Necesidad de fortalecer la ética en el Gobierno y Administración Pública de Guatemala, para fortalecer los mecanismos de transparencia.
Guatemala es un Estado libre, democrático, con características sociales particulares como la pluriculturalidad, multiétnica y es multilingüe, que aun arrastra el flagelo de años de conflicto armado interno, que ahora se traduce a los rezagos en los diferentes grupos sociales como lucha de intereses y conflictos interraciales, sumado a eso un largo historial de debilidades en la administración publica, principalmente a consecuencia de señalamientos y hallazgos que vinculan corrupción de funcionarios públicos y fraudes que afectan los intereses sociales, esta es en general la esfera en la que se lleva el día a día el destino de la nación.
¿Cómo es que estos aspectos se vinculan a la debilidad de elementos éticos de nuestros funcionarios y gobernantes?, como bien mencione anteriormente existen diversidad de elementos que contribuyen a la forma de actuar de la sociedad, lamentablemente vivimos en una sociedad fragmentada, en donde históricamente se ha favorecido ciertos sectores y esto es fácilmente perceptible vemos que la riqueza se concentra en un sector creando una disparidad con la gran mayoría, esto de alguna manera hace mella en el actuar, lo que predomina es una corriente de dominar a los más vulnerables y aprovecharse de las situaciones para generar riqueza.
Estamos en una actualidad en donde devolver un billete de Q100.00 a alguien que lo boto ocasiona mas asombro que el fraude millonario del Congreso de la Republica, es decir nos hemos vuelto miopes ante esta situación, estamos tan saturados de este tipo de incidentes que ya nos hemos vuelto insensibles ante ello, al notar la falta de castigo.
Esto condiciona a que inconscientemente se cree un modelo en la sociedad de hacer las acciones faltando a la ética y moral para enriquecerse porque no existe castigo ante ello, más bien existe conformismo, y es típico escuchar “no importa que robe, al final todos roban, con que hagan una obra es suficiente”, es decir que hemos caído en un bache tan grande que hasta buscamos una justificación para los actos de corrupción.
El problema, es mas allá de los actos de corrupción o ausencia de acciones por parte de nuestros funcionarios, esto es solamente la punta del iceberg, lo que realmente debería de preocupar es que esto es el reflejo de la sociedad en crisis en la que vivimos, los gobernantes son el reflejo de la sociedad que sirve, y es lamentablemente entonces aceptar que nosotros somos personas con principios débiles.
Es partiendo de la sociedad, enmendando las malas prácticas en el hogar y circulo social, que se debe generar un efecto dómino, en donde dejemos de ser imperceptibles ante estos actos.
Entonces si de alguna manera la forma de actuar es parte de las características de la sociedad, ¿cómo afecta a la gestión pública la debilidad de elementos éticos y falta de transparencia?, pues principalmente el reflejo de estos dos aspectos se traduce en la incapacidad de las entidades de Gobierno a responder con eficiencia y eficacia ante las demandas de la sociedad, el uso indebido de los recursos del Estado ocasiona que los beneficios no lleguen a la población objetivo.
Otra manifestación de este problema, es que al existir debilidad en los elementos éticos, que se enmarcan principalmente en la conducta de los funcionarios, y la necesidad existente, como se comento al inicio, de aprovecharse de los más vulnerables, encuentran el panorama perfecto para violentar las normas de buena conducta, evadiendo responsabilidades o haciendo uso indebido de su poder.
Esta acción es la que más daño ocasiona a nuestro país, vemos entonces tantos casos denunciados públicamente como la malversación de fondos, proyectos sociales que no llegan a las comunidades a las que fueron destinadas, funcionario públicos con empresas familiares como contratistas del Estado, vicios en los procesos de decisión para las compras del Estado.
Podríamos entonces creer que en nuestro parís existe crisis ética en el Estado?, si y no, es decir, si existe una crisis social que involucra a la debilidad de valores éticos, morales y prácticas de buena conducta, sin embargo esto nada tiene que ver con el Estado, este es un concepto abstracto, intangible, aunque seamos el reflejo de un Estado fallido porque dentro de ese gran concepto se sitúa la sociedad, es solo una manifestación de las consecuencias de una historia llena de acontecimientos desfavorables para cualquier nación.
Ahora bien, el hecho que nuestros funcionarios públicos y gobernantes que actúen en contra de los principios éticos degrada la figura del Estado, recordemos que son estos los que le dan vida al Estado a través de quienes se cumplen los fines y garantías sociales, entonces esta crisis ética que tanto sociedad como funcionarios vive, afecta la imagen en general del Estado, vemos que con el tiempo nuestra sociedad percibe menos beneficios del estado, y estaríamos cerca de una crisis de ingobernabilidad, esto al carecer la gestión pública de funcionarios capaces de actuar por el bien social, limitándose a su propio beneficio, en detrimento de las condiciones de desarrollo que se puedan lograr.
Las personas que incursionan en el ámbito político, tienen la visión distorsionada de llegar a un cargo público no ha buscar el beneficio de la sociedad que lo eligió o a proponer reformas y mejoras, sino que visualiza únicamente los mecanismos que utilizara para beneficiarse a sí mismo o a terceras personas, producto de compromisos adquiridos en la época del proselitismo. Se ha desvirtuado
...