Politiquería Y Pobreza

Politiquería y pobreza

Términos como degeneración, oportunismo, y corrupción, rodean la labor de la politiquería, acción que debería avergonzar a muchos políticos colombianos, por el daño que han causado a más de una familia que en estos momentos se encuentra sumida en la pobreza absoluta.

Lo curioso del caso es que aunque a diario vemos en los medios de comunicación amarillistas, noticias de corrupción al por mayor, seguimos aceptando tal comportamiento como si fuera el pan de cada día, como si fuera obligación aceptarlo, o como si fuese tan natural como ver salir el sol.

Cabe destacar que el pueblo Colombiano ha escogido ser pobre sin darse cuenta, dado que la idiosincrasia de las personas, viene de un conformismo legitimo. Mientras las culturas indígenas de Centroamérica tenían un pensamiento de expansión y de poderío, las culturas latinoamericanas se conformaban con lo que la madre naturaleza les otorgaba por ello la facilidad con la que Europa pudo conquistar y saquear gran parte de NUESTRO territorio, que hicimos por defender lo nuestro? No mucho la verdad. Nuestra riqueza se ve subordinada a los deseos y necesidades de los “grandes” países que nos gobiernan y digo gobiernan porque nuestro país no es un país autónomo, de hecho nada de lo que tenemos es nuestro, sino de las grandes compañías que compran a precio de lodo nuestros recursos naturales.

El 80% de la sociedad Colombiana vive sumergida en un conformismo sin límites, con ello me refiero a la triste realidad que afronta nuestra sociedad. ¿Cómo es posible que nuestros niños que son el futuro de la sociedad sean a los que menos les prestamos atención, cuando es la etapa decisiva para la formación de un ciudadano con carácter y un ser integral capaz de aportar y fomentar el crecimiento y desarrollo de la sociedad?, y todo esto se delimita a un conjunto de factores poco productivos en la educación popular. Para ser más claros me refiero a que sin educación de calidad no hay evolución y por ende continuaremos en un atraso tercermundista, destinado a ser la minita de oro de las potencias mundiales.

Para concluir encierro mi ciclo de ideas con la conclusión de que para evolucionar hay que enseñar y que en las manos de un profesor esta el futuro de una sociedad, que no se conforma con las tablas de multiplicar sino que mira mas allá y se da cuenta del gran potencial que puede llegar a ser el país en el que vive.

“Si a la deriva del conocimiento esta el futuro del ser, en manos de un maestro esta el sendero hacia la libertad”

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