Pongoq mosqoynin,Protegiendo a todos los peruanos

  Pongoq mosqoynin,Protegiendo a todos los peruanos

“Ahora la palabra indio me parece que ya tiene un sustento más justo, un contenido más justo; indio ya quiere decir hombre, económica y socialmente explotado y, en ese sentido, no solamente todos somos indigenistas en el Perú, todos somos indios de un pequeño grupo de explotadores” José María Arguedas

En el mundo hay personas que tienen diferentes valores, en menor cantidad personas humildes aquellas que tienen como principio ayudar a las demás personas antes que ellos mismos, personas que brindan su máximo esfuerzo en ayudar a otras personas, es por esas personas que puede cambiar el mundo corrupto en el que todos vivimos.

La humildad nos aumenta el valor que tenemos como personas, eso significa que nace de nuestros corazones ya no lo hacemos por pena o lastima, lo hacemos porque tenemos fe en que esas personas serán felices, que les ayudara a olvidar sus problemas, la sonrisa de esas personas que nos da al darles nuestra ayuda es lo que nos recompensa y nos inspira a ser mejores. Este valor se resplandece en un hombre, porque no demostró vergüenza al exhibir sus pensamientos por el cual se podía dar a saber sus historias y cuentos, en la literatura hablamos del gran escritor José María Arguedas quien por su inteligencia y entusiasmo, manifestó lo hermoso de los pueblos indígenas, sobresaliendo sus hábitos, danzas, música y el inigualable lenguaje quechua.

En el año de 1914, y en un lugar de los Andes peruanos un niño de escasos 3 años caminaba presuroso junto a su padre, que se dirigía a la aldea de San Juan de Lucanas a contraer matrimonio, con una rica hacendada de la región. Ese suceso tendría repercusiones duraderas en la vida de José María Arguedas, como se llamaba el pequeño infante.

El nuevo hogar del niño huérfano se convirtió para él en un verdadero infierno, su madrastra y uno de sus hermanastros continuamente lo humillaban y despreciaban. Su “nueva” madre actuaba como buena hacendada que era y en cuanto al trato brutal y despiadado que daba a sus pongos no se distinguía en nada de cualquier gamonal o terrateniente voraz de la sierra peruana. Ella estaba compenetrada del estilo machista del gran señor de haciendas e indios. El pequeño José María no escapó al comportamiento machista de su madrastra, que lo castigaba frecuentemente y lo amenazaba con enviarlo a vivir entre los indios, como efectivamente lo hizo poco después.

 Deplorablemente, hoy en día, este tipo de trato, es peor en las regiones, principalmente a infantes de 3 años, y los padres de los niños no toman en cuenta la clase de trato que reciben a este paso los niños caen en depresión y deciden quitarse la vida 5/10 niños al mes deciden dejar de sufrir.

En algunas de las obras, como por ejemplo “Pongoq mosqoynin”, Un siervo indio se dirige a la casa hacienda para cumplir su turno de pongo o sirviente, según la usanza feudal en las haciendas de la sierra peruana. Era un hombrecito de cuerpo esmirriado y con ropas viejas. El pongo se portaba muy servicial; no hablaba con nadie; trabajaba callado y comía solo. El patrón tomó la costumbre de maltratarlo y fastidiarlo delante de toda la servidumbre, cuando esta se reunía de noche en el corredor de la hacienda para rezar el Ave María. El patrón obligaba al pongo a que imitara a un perro o a una vizcacha; el pongo hacía todo lo que le ordenaba, lo que provocaba la risa del patrón, quien luego lo pateaba y lo revolcaba en el suelo. Incluso los demás siervos no podían contener la risa al ver tal espectáculo. Esto nos hace considerar sobre el abuso de poder que son prácticas de intercambio social en las que se ejecuta una conducta basada en una relación de poder, jerarquizada y desigual. En otras palabras, es una situación donde la autoridad o individuo que tiene poder sobre otros debidos a su posición social, conocimiento o riqueza utiliza ese poder para su beneficio.

...