Por Que La Candidatura De Cárdenas

Desde su fundación como partido, el PRD se posiciona como instancia articuladora de la lucha por transformar la vida de la mayoría de la gente que aspiraba a mejorar, a través de la lucha política, sus condiciones sociales y económicas de existencia. De forma paralela a este propósito, se fue construyendo su plataforma de lucha, siempre de lado de las mayorías y en oposición al proyecto neoliberal que pretendían, desde la clase dominante, los grandes empresarios nacionales y trasnacionales y los dueños de los medios de comunicación entre otros, imponer en el país para saquearlo y apoderarse de la riqueza nacional.

En este camino, el PRD gana la confianza de la gente y poco a poco, se comenzaron a traducir en grandes victorias electorales, destacando sobre todo, el triunfo por la Presidencia de la República en 1988, y 2006 que solo a base del fraude electoral, en ambos casos, pudo impedir que los candidatos perredistas asumieran el máximo cargo en el país y así concretar sus propósitos.

Sin embargo, el PRD en su militancia, sus representantes y su dirección nacional, alimentados por los principios que lo vieron nacer, pudieron evitar que aun en esta situación de fraude electoral, la derecha pudiera concretar sus ambiciones y quedarse entre otros recursos nacionales con la riqueza petrolera, meta que quedó pendiente para la derecha que se quedó con el gobierno nacional.

Estos actores, los empresarios y los medios, el PRI y el PAN y sectores de gran capital trasnacional mundial, comprendieron que en este camino, no podrían con un PRD que se convertía poco a poco en la gran conciencia nacional que identificaba y asumía los anhelos populares. Era necesario para ellos, que el PRD se alejara de estos objetivos y que perdiera la identidad y los principios que lo vieron nacer como partido político. Utilizaron todos los medios que tuvieron a su alcance; la televisión, su poder económico para persuadir, las instituciones electorales para sesgar los procesos internos perredistas, cargos públicos en gobiernos de los estados, entre otros, para cooptar y penetrar primero en la vida interna del PRD y posteriormente para corromper a sus propios dirigentes y representantes para alejarlos de los principios originales del Partido.

En esta etapa, han logrado prácticamente todos sus propósitos, reformas en materia laboral para eliminar la seguridad social y estabilidad de los trabajadores, eliminando al sindicato de la intermediación en la relación laboral; reforma educativa para privatizar los servicios educativos y colocar en la indefensión laboral a los trabajadores y, finalmente, la reforma energética para entregar la riqueza petrolera a las trasnacionales extranjeras, entre otras reformas constitucionales que atentan contra las mayorías. En esta embestida, la Dirección Nacional del PRD y sus representantes en las cámaras se han mostrado ambiguos, titubeantes y cómplices, conduciéndose

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