¿Por qué los padres no les tienen la confianza a sus hijos a la hora de salir?

¿Por qué los padres no les tienen la confianza a sus hijos a la hora de salir?

Los jóvenes no son lo suficientemente honestos con sus padres y no tienen comunicación efectivo con ellos.

Muchos padres viven con la ansiedad y el miedo del silencio que llevan sus hijos en su vida de adolescentes, se preocupan si creen que les están ocultando algo, pero los mismos padres y madres tampoco se encargan de llevar esa comunicación y confianza con sus hijos, a la hora de tener sus áreas de “privacidad”, una de las razones por las cuales se genera el gran e incómodo silencio en la familia, el distanciamiento y la desconfianza entre los mismos.

Los padres creen que pueden controlar y manipular a sus hijos, debido a que los padres no tienen “categorías” o “tipos de padres” sino que ser padres, para ellos los convierte en control y autoridad generando la simple desconfianza en la casa, en vez de dar una buena relación con sus hijos sobretodo en la adolescencia.

Normalmente cuando los hijos e hijas son pequeños, la confianza con los padres es bastante buena porque ellos cuentan todo, sin embargo a medida que van creciendo, poco a poco está confianza se va perdiendo y se va aumentando con las  “amistades” que van adquiriendo a medida que pasa el tiempo, comenzando a ocultar cosas para evitar reproches o castigos de parte de los padres, ocasionando la misma desconfianza y la falta de comunicación entre la familia, además de muchos problemas en casa por culpa de esta misma.

El adolescente por lo general está menos dispuesto a contarle las cosas que pasan diariamente a sus padres, a revelarle información importante sobre “su nueva vida de adolescente”. Por eso, los padres se ven obligados a solicitarles información, queriendo saber, que hace su hijo y tratar de mantener el control sobre su vida.

Los padres en ocasiones suelen imponer reglas y límites de libertad hacia su adolescente que por su parte tiene y busca la necesidad fundamental de su propia autonomía e independencia, para lograr tener una “vida social activa” y no tener problemas de depresión y ansiedad en algún futuro, para esto es más que necesario llevar una comunicación fluida con el adolescente para así lograr sus objetivos de vida.

María considera que tiene una comunicación fluida con sus hijas y una buena relación de confianza, pero nunca les ha hablado de la relación estable que mantiene hace 7 años antes y después de separarse, pues asegura que es “su vida íntima”, uno de los principales problemas por la falta de comunicación y de confianza y más por la falta de un apoyo masculino.

Juan despide a su hijo cada mañana en la puerta como si fuera para el trabajo, pero en realidad hace más de un año que está en paro y él dice “no quiero que se preocupen por un problema que ellos no pueden resolver”, ejemplo de falta de comunicación.

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