Post-verdad - Cambio Social

POST-VERDAD.

El termino post-verdad ha sido elegido por el Diccionario de Oxford como la palabra del año 2016.

El concepto hace referencia a "circunstancias en las que hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que lo que lo hacen los llamamientos a emociones y creencias personales”. Es decir, que se superpone lo emocional a lo racional, sin ir más allá. Está relacionado con la mentira y la manipulación, apelar más a los sentimientos que a la verdad.

El incremento del uso de la palabra posverdad se da a partir del Brexit en Inglaterra o la campaña política por la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.

Según Oxford, el término se usó por primera vez en un artículo de Steve Tesich publicado en 1992 en la revista The Nation, en el que hablaba de la primera Guerra del Golfo. Tesich lamentaba que “nosotros, como pueblo libre, hemos decidido libremente que queremos vivir en el de mundo de la posverdad”, es decir, un mundo en el que la verdad ya no es importante ni relevante.

El uso regular del término proviene de un libro que el sociólogo norteamericano Ralph Keyes publicó en 2004: Post-truth. Se refería a las apelaciones a la emoción y a las prolongaciones sentimentales de la realidad sobre todo en el ámbito político.

Antes de las elecciones para presidencia de Estados Unidos, el Independent, publicó un artículo en el que se apuntaba que tras las elecciones hemos pasado a vivir en la sociedad de la posverdad: “La verdad se ha devaluado tanto que ha pasado de ser el ideal del debate político a una moneda sin valor”. También otro de The Economist, titulado “El arte de la mentira”, en el que se dice que “Trump es el principal exponente de la política de la posverdad, que se basa en frases que ‘se sienten verdaderas’, pero que no tienen ninguna base real”.

La gente oye los mítines como si fuera una misa. Es el populismo en estado puro. Trump ganó votantes por ese tipo de ideas verosímiles (que pueden ser creíbles porque parecen verdad) pero que si se analizan bien no se podrían llevar a cabo. Como, por ejemplo, el famoso muro que separaría a México y a EEUU. Esto fue utilizado tanto por Trump para atraer a posibles votantes como por su contrincante Clinton para que se impusiera el sentido común y no le votasen a él. Lo que contaba en la campaña eran los sentimientos.

Pero esto no solo pasa en Estados Unidos ni en Inglaterra, es bien sabido por todos que los políticos en general, utilizan la mentira. Si nos vamos a España tenemos el caso de Cataluña, que, en mi opinión, ha habido una gran campaña de desinformación por parte del gobierno catalán para conseguir poner la opinión publica en contra de “los españoles”. Campañas que han surgido de políticos corruptos para evitar la mirada de la gente en asuntos que no les interesa, a modo de distracción.

Los medios de comunicación de masas están dirigidos por entidades y personas poderosas, que están detrás y se lucran. Esto quiere decir que cada persona que está detrás de un medio tiene una manera de pensar, una ideología que al fin de al cabo se ve reflejada en los contenidos que llegan a la audiencia.

Hace aproximadamente dos años, el programa de televisión Salvados presentado por Jordi Évole, hizo un documental llamado Operación Palace. El argumento de este documental giraba en torno al 23F (el golpe de estado de Antonio Tejero) en el que se cuenta cómo el golpe de Estado del 23F en realidad no fue tal, sino una gran figuración, un teatro creado por los políticos para que los ciudadanos confiasen en el sistema democrático, recién implantado. El nivel de audiencia fue increíble para el programa, todos en sus casas no podían creerse la gran mentira que habían vivido y que el programa estaba desvelando. Al final del documental Jordi Évole desveló que el documental era falso, y que era una manera de denunciar la opacidad de lo que ocurrió aquel día.

Esto no es la primera vez que sucede, la Operación Palace está inspirada en otro documental falso llamado Operación Luna, en el que se especulaba con la posibilidad de que los americanos no habían llegado a la Luna, que las imágenes constituyeran un monumental engaño encargado por el presidente Richard Nixon. Según el programa las imágenes habrían sido grabadas por Orson Welles y Stanley Kubrick que en ese momento estaban grabando La Guerra de los Mundos.

La broma, el engaño momentáneo -o duradero- y la respuesta pública son los ingredientes del llamado mockumentary. Una manera de demostrar hasta qué nivel la gente creía lo que le contaban los medios.

...