Prejuicios Sociales En R.D.
Enviado por kirsycastillo • 9 de Julio de 2013 • 2.993 Palabras (12 Páginas) • 630 Visitas
CAMPAÑA DE CONCIENTIZACION EN CONTRA DE LOS PREJUICIOS SOCIALES, SANTO DOMINGO, D.N., 2013.
MARCO DE REFERENCIA
“El principio de la igualdad en dignidad y derechos de todos los seres humanos y de todos los pueblos, cualquiera que sea su raza, su color y su origen, es un principio generalmente aceptado y reconocido por el derecho internacional. En consecuencia, toda forma de discriminación racial practicada por el Estado constituye una violación del derecho internacional que entraña su responsabilidad internacional.” (Declaración sobre la raza y prejuicios raciales/ Art. 9.1 www2.ohchr.org).
Todos sabemos que las apariencias engañan; sin embargo, ¡cuántas personas se equivocan por culpa de los prejuicios!
Recientemente, el presidente de la Suprema Corte de Justicia expresó su preocupación por los índices de delincuencia en el país, afirmando que la sociedad no anda por buen camino cuando (entre otras cosas) hombres y mujeres ostentan de los tatuajes y piercings.
Pero el magistrado Subero Isa sólo refleja un prejuicio que tienen muchos y que a veces se convierte en regla en algunas instituciones. Así, hace unos pocos días, a un amigo le impidieron la entrada al Archivo General de la Nación en razón de los aretes que lleva puestos.
Pero hay otras reglas más absurdas: por ejemplo, aquella que establece un impedimento para entrar en la catedral cuando se está en pantalones cortos o camiseta sin mangas; esa es una norma incomprensible en la casa de un Dios que cuestiona a Eva porque está vestida. ¿Será Dios un fashionista?
En los tribunales se prohíbe la entrada de mujeres en camiseta sin mangas y en la Junta Central Electoral se prohibió hace unos meses la entrada de un muchacho en chancletas.
¡Qué afán este de prejuzgar por el aspecto físico!
Si los prejuicios en nuestro país se basaran en hechos concretos, tendríamos que impedir la entrada a policías, militares, curas o banqueros a muchos lugares; pero preferimos hacerle la vida imposible a una persona por un aretito que no le hace daño a nadie.
Así como no es justo prejuzgar a un individuo y calificarlo de corrupto porque sea político, o de delincuente porque sea policía, o de estafador porque sea banquero, o de pederasta porque sea cura; así tampoco es justo calificar a un joven de delincuente o drogadicto porque lleve tatuajes o aretes, ni de sinvergüenza porque ande en chancletas o en camiseta sin mangas.
Todo esto no pasara de la anécdota si no fuera porque tales prejuicios constituyen un atentado a la libertad y al derecho a la igualdad. "A nadie se le puede obligar a hacer lo que la ley no manda ni impedírsele lo que la ley no prohíbe" señala el numeral 15 del artículo 40 de nuestra Constitución.
¿Dónde está la ley que establece una limitación al libre tránsito o al ingreso en una entidad pública por causa de la apariencia física?
La Constitución proscribe la discriminación al establecer que "todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal. (...)"
El impedimento de entrada a una institución por un prejuicio basado en la idea que tengamos de una persona por su apariencia física, además de violatorio de los derechos fundamentales de esa persona, es absurdo y contraproducente.
La existencia de prejuicios en nuestra cultura es una constante en la vida cotidiana, aunque se pretende ocultar e invisibilizar. La discriminación racial, por ejemplo, no solo está dirigida a la población haitiana. Históricamente la población dominicana negra ha vivido y vive la discriminación y la exclusión en todos los ámbitos de la vida social. (Tahira Vargas García/ 14 Septiembre 2012/ www.hoy.com.do).
Los grupos de población de origen extranjero, en particular los trabajadores migrantes y sus familias, que contribuyen al desarrollo del país que los acoge, deberán beneficiar de medidas adecuadas destinadas a garantizarles la seguridad y el respeto de su dignidad y de sus valores culturales, y a facilitarles la adaptación en el medio ambiente que les acoge y la promoción profesional, con miras a su reintegración ulterior a su país de origen y a que contribuyan a su desarrollo. (Declaración sobre la raza y prejuicios raciales/ Art. 9.3/www2.ohchr.org).
En la ciudad de Santo Domingo las violaciones de derechos humanos contra haitianos y sus descendientes se están agravando, al tiempo que se intensifican las deportaciones masivas de inmigrantes hacia el país vecino. (Valeria Vilardo/6 de noviembre de 2008).
Por otra parte consideramos que los prejuicios sociales en el Distrito nacional, principalmente el prejuicio de la discriminación racial, se mezcla con una fuerte estratificación social. Las más fuertes discriminaciones que sufren las personas de piel negra se producen en lugares y espacios de estratos medios y altos con predominio de personas de piel blanca.
Respetemos los derechos de las personas, vamos mejor a fijarnos en sus hechos y dejemos a un lado los prejuicios y pongamos mayor atención en las cosas realmente importantes. (LauraAcostaLora/www.acento.com.do/28/02/2011/deartes,tatuajesyotrosdelitos)
Realmente una alta proporción de la población dominicana practica formas de discriminación que van de lo racial, religioso, formas de vestir, uso de marcas y adornos en el cuerpo hasta la homosexualidad y en la mayoría de los casos están en desacuerdo con la aplicación de leyes para evitarlas. Cuarenta por ciento de la población se muestra en desacuerdo con la aplicación de leyes dirigidas a proteger de la discriminación a personas con una religión diferente de la practicada por la mayoría. Esta actitud en contra de protección legal de una minoría se eleva hasta al 60 por ciento frente a las personas que usan piercings, aretes y tatuajes. Frente a la aprobación de medidas legales para proteger de la discriminación a homosexuales, la población dominicana sigue estando mayoritariamente en desacuerdo, pero esta disensión es algo más baja (55.7%) que frente al uso de piercings, aretes y tatuajes (60%). (18 de septiembre de 2012, el país, hoy.com.do)
Los datos están contenidos en una investigación acerca de la discriminación realizada por Newlink Research para Telenoticias en la que también fue enfocada la eventual necesidad de proteger a los haitianos del maltrato y la discriminación. La encuesta incluyó a 1055 personas, con un margen de error estimado
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