Presidente De México

¿ESTA MEXICO PREPARADO PARA TENER UNA MUJER PRESIDENTE?

En la actualidad, la sociedad mexicana se encuentra en una etapa decisiva para el progreso del país, las elecciones presidenciales están por llegar, los partidos de encuentran en pleno debate y por primera vez en la historia nace una pregunta que hace pensar a todos, ¿Está México preparado para ser gobernado por una mujer presidente? Sin embargo, los mexicanos no cuentan con una educación ciudadana que los haga consientes de la importancia de sus decisiones en el desarrollo y mejoramientos del país.

México está transcurriendo una etapa donde el desinterés social reina sobre todas las cosas, donde las acciones sociales se ven afectadas por fines determinados y en donde no existe proyecto alguno que fomente el desarrollo intelectual. Las elecciones son vistas como una meta para llegar al poder, la ciudadanía ya no confía en su políticos, las campañas se vuelven aun mas fraudulentas y cada persona busca su beneficio particular.

Es en este momento en donde nace la incertidumbre, ¿Cómo va a reaccionar el pueblo mexicano? ¿Será manipulado por los medios de comunicación? ¿Las decisiones serán tomadas desde un punto de vista más tradicionalista?¿La mujer sentirá empatía con la figura femenina o su reacción será totalmente la contraria? Estas son solo algunas de las preguntas clave que interesan a los analistas y sobre todo a los partidos que se encuentran en juego.

La intriga surge, en si la decisión de la sociedad será influida por la distinción de género, olvidando realmente lo importante: la sociedad no está prepara para poder elegir ni a una mujer ni aun hombre como presidente, no cuenta con las bases suficientes para discernir entre lo que más le beneficia al país en su conjunto y sobre todo no cuenta con las bases necesarias para analizar, criticar y fundamentar sus decisiones.

Así pues, debemos estar interesados principalmente en la creación de una conciencia crítica a la sociedad, ofrecerles bases para la toma de decisiones y preocuparnos por su bienestar; ya que, al fin y al cabo, el que nos gobierne una mujer o un hombre no cambiará nada si los dos están rodeados por los mismo grupos de poder que no has regido a lo largo de los últimos años.

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