Primera Imprenta En México
Enviado por sara201094 • 28 de Febrero de 2013 • 2.102 Palabras (9 Páginas) • 617 Visitas
Primera imprenta en México
El establecimiento de la imprenta en México significó una empresa necesaria e indispensable para la divulgación del pensamiento occidental cristiano. Exigió la conjunción de diversos elementos engranados en un mismo ideal: tomar en cuenta el significado del riesgo de una inversión a largo plazo y el de sortear con tenacidad y empeño otras múltiples dificultades. Como figuras centrales, patrocinadores e impulsores de la imprenta en nuestro país, tenemos a fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México y a don Antonio de Mendoza, primer virrey de la Nueva España.
Como actores principales de la empresa figuran Juan Cromberger, impresor alemán establecido en Sevilla, dueño de una prestigiosa casa editora con capital para establecer una filial en la Nueva España y a Juan Pablos, oficial del taller de Cromberger, a quien como copista o componedor de letras de molde se le tuvo la confianza para fundar la imprenta, y a quien también le convino o le atrajo la idea de trasladarse al nuevo continente para establecer el taller de su patrón. Recibió a cambio un contrato por diez años, la quinta parte de las ganancias por su trabajo y los servicios de su mujer, después de restar los gastos de traslado y del establecimiento de la imprenta en la Ciudad de México.
Juan Pablos recibió de Juan Cromberger 120,000 maravedís destinados tanto a la compra de la prensa, tinta, papel y otros aparejos, como a los gastos del viaje que emprendería con su mujer y dos acompañantes más. El costo total de la empresa fue de 195,000 maravedís o sea de 520 ducados. Juan Pablos, de origen italiano cuyo nombre, Giovanni Paoli, conocemos ya castellanizado, llegó a la Ciudad de México junto con su esposa Gerónima Gutiérrez, entre septiembre y octubre de 1539. Venían también con él Gil Barbero, prensista de oficio, así como un esclavo negro.
Con el apoyo de sus patrocinadores, Juan Pablos estableció el taller "Casa de Juan Cromberger" en la Casa de las Campanas, propia del obispo Zumárraga, ubicada en la esquina suroeste de las calles de Moneda y cerrada de Santa Teresa la Antigua, hoy licenciado Verdad, frente al costado del ex arzobispado. El taller abrió sus puertas hacia abril de 1540, siendo regidora de la casa sin llevar salario, sólo su mantenimiento, Gerónima Gutiérrez.
La empresa de Cromberger
Fue el virrey Mendoza quien concedió a Juan Cromberger el privilegio exclusivo de tener imprenta en México y traer libros de todas las facultades y ciencias; el pago de las impresiones sería a razón de un cuartillo de plata por pliego, es decir 8.5 maravedís por cada hoja impresa y el cien por ciento de ganancias en los libros que trajese de España. Estos privilegios respondían sin duda a las condiciones impuestas por Cromberger quien además de ser un hábil comerciante de libros, tenía intereses en actividades mineras en Sultepec, en cooperación con otros alemanes, desde 1535. Juan Cromberger falleció el 8 de septiembre de 1540 casi un año después de iniciado el negocio de la imprenta.
Sus herederos lograron del rey la confirmación de lo acordado con Mendoza por el término de diez años, y la cédula fue firmada en Talavera el 2 de febrero de 1542. Pocos días después, el 17 de ese mismo mes y año, el cabildo de la Ciudad de México concedió a Juan Pablos el título de vecino, y el 8 de mayo de 1543 obtuvo un solar para la edificación de su casa en el barrio de San Pablo, en la calle que iba precisamente hacia San Pablo, a espaldas del hospital de la Trinidad. Estos datos confirman el deseo de Juan Pablos de arraigarse y permanecer en México a pesar de que el negocio de la imprenta no tuviese el desarrollo deseado, ya que había de por medio un contrato y privilegios de exclusividad que creaban una situación difícil e impedían la agilidad requerida para el crecimiento de la empresa. El mismo Juan Pablos se quejaba en un memorial dirigido al virrey que estaba pobre y sin oficio, y que se sostenía gracias a las limosnas que recibía.
Al parecer el negocio de la imprenta no llenó las expectativas de los Cromberger a pesar de las condiciones tan favorables que obtuvieron. Mendoza, con el ánimo de favorecer la permanencia de la imprenta, concedió mercedes más lucrativas con el fin de motivar el interés de los herederos de esta casa impresora en la conservación del taller de su padre en México. El 7 de junio de 1542 recibieron una caballería de tierra para siembras y una estancia de ganado en Sultepec. Un año después (8 de junio de 1543) fueron de nuevo favorecidos con dos sitios de ingenios para moler y fundir metal en el río de Tascaltitlán, mineral de Sultepec.
Sin embargo, a pesar de estos privilegios y mercedes, la casa de Cromberger no atendió la imprenta como las autoridades esperaban; tanto Zumárraga como Mendoza y posteriormente la Audiencia de México, se quejaron ante el rey de la falta de cumplimiento en la provisión de los materiales indispensables para la imprenta, papel y tinta, así como del envío de libros. En 1545 solicitaron al soberano se exigiera el cumplimiento de esta obligación a la familia Cromberger en virtud de los privilegios que se les habían concedido anteriormente. La primera imprenta con el nombre de "Casa de Juan Cromberger" duró hasta 1548, aunque a partir de 1546 dejó de aparecer como tal. Juan Pablos imprimió libros y folletos, en su mayoría de carácter religioso, de los que se conocen ocho títulos realizados en el período 1539-44, y otros seis entre 1546 y 1548.
Tal vez las quejas y presiones contra los Cromberger favorecieron el traspaso de la imprenta a Juan Pablos. Dueño de ésta a partir de 1548, aunque con grandes deudas por las condiciones onerosas en que se dio la venta, obtuvo del virrey Mendoza la ratificación de los privilegios concedidos a los antiguos propietarios y posteriormente la de don Luis de Velasco, su sucesor.
De este modo disfrutó también de la licencia de exclusividad hasta agosto de 1559. El nombre de Juan Pablos como impresor, aparece por primera vez en la Doctrina Cristiana en lengua Castellana y Mexicana, terminada el 17 de enero de 1548. En algunas ocasiones añadió el de su origen o procedencia: "lumbardo" o "bricense" pues era natural de Brescia, Lombardía.
La situación del taller empezó a cambiar hacia 1550 al conseguir nuestro impresor un préstamo de 500 ducados de
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