Primero De Mayo 2013, Presidencialismo Costarricense En Crisis

Joel Oviedo Segura B24950

Sistemas Políticos Comparados

El pasado Día internacional del Trabajador, el primero de Mayo del 2013 se dio la elección del nuevo directorio legislativo así como el discurso de la Presidenta de la República de Costa Rica sobre el Estado de la Nación el pasado año legislativo. Además de la interacción de los diversos grupos o movimientos sociales presentes en manifestaciones masivas conmemorando el gran significado del día para la búsqueda de mejores condiciones para convivencia.

La elección del Directorio Legislativo y los demás sucesos del día primero de Mayo da a paso a la necesidad de una seria de análisis politológicos para visualizar, en términos teóricos, el efecto a las interacciones de las instituciones políticas y al Sistema Político en general. Se basará en los aportes de Maurice Duverger sobre la conceptualización del Sistema Político y el Régimen Político, además de las teorías de la “caja negra” de David Easton, los aportes teóricos de Manuel Alcántara y demás autores politólogos que han plasmado en sus invenciones en la ciencia política.

Para el análisis también se citarán líneas del informe de la Presidenta en función de referirse en los problemas que al presente aquejan a nuestro sistema y régimen político y se buscará compararlos con investigaciones de la ciencia político en distintos ámbitos, especialmente al respecto de los sistemas presidencialistas y en contra posición los sistemas parlamentaristas.

Las interacciones (declaraciones, acciones, etc) de actores formales dentro de la Asamblea Legislativa el primero de mayo resulta de negociaciones anteriores las cuales dictaban cual sería el resultado más adelante en la elección del directorio legislativo. Sin embargo el poco acuerdo de las bancadas opositoras en el congreso giraba en torno al costo que el Partido Liberación Nacional debió asumir por dirigir de nuevo al Poder Legislativo, los cuales son la coordinación de la comisión de derechos humanos por un diputado de investidura religiosa y ortodoxo, el diputado Justo Orozco, actor que carga consigo mismo de des legitimidad por sus actuaciones pasadas ante los grupos LGBT, situación que ha puesto en estado de desconfianza y descontento a la sociedad civil con el partido oficialista.

El inicio del día se con la elección del Directorio Legislativo. Ya hacía dos años que el partido oficialista, el Partido Liberación Nacional, no ostentaba puestos directivos en la Asamblea Legislativa, sin embargo sus negociaciones con diputados del PASE y dos de los Partidos Renovación Costarricense y Restauración Nacional les posibilitaron hacerse consigo la dirección del congreso costarricense. La coalición de los partidos opositores, Alianza Patriótica, fue objeto de críticas por parte del gobierno por supuestas trabas en los procesos de toma de decisiones en la interacción de los poderes ejecutivos y legislativos, argumento utilizado para sustentar los reclamos de ingobernabilidad e incapacidad de la institucionalidad democrática para dar efectivas respuestas a las demandas impuestas por la sociedad civil.

El informe del estado de la Nación brindado por la presidenta Chinchilla estuvo caracterizado por su inclusivo en la iniciativa y el proceso de elaboración de políticas que aseguren el bienestar general de la sociedad civil, invitación expresada en propias palabras de la mandataria es de gran pertinencia para el ejecutivo “hacer una invitación abierta a que trabajemos juntos, superemos diferencias que puedan separarnos y convirtamos en acuerdos creativos el amor por nuestro país”. Según las declaraciones del análisis de informe por parte de las y los diputados de gran parte de la oposición el llamado al dialogo ha llegado de manera tardía, tratándose del último año de la administración Chinchilla Miranda.

El tono abierto del discurso de la mandataria de la República y la elección de un diputado oficialista neutral entre las dos tendencias liberacionistas (arayistas y aristas) son claros esbozos del intento de agilizar los procesos decisorios y de una mejor manipulación de la estructura decisoria en función de aumentar la eficacia en la elaboración de las políticas gubernamentales. Claro está que los citados propósitos, de llegarse a cumplir, aumentarían pues la legitimidad del régimen presidencialista, que en los últimos años ha caído drásticamente, sin embargo las verdaderas intenciones son reestructurar el régimen político en varios aspectos, pues el ejecutivo necesitará de la eficiencia de las instituciones presidencialistas para llevarlo a cabo.

El momento de ruptura de la alianza opositora y el regreso del control legislativo del Estado significa para el Sistema Político, específicamente al régimen político, una suspiro a una esperada retroalimentación al sistema presidencialista costarricense, ¿por qué?, por la de mayor afinidad y de coayuda entre los poderes ejecutivos y legislativos en su función de representación de un mismo partido en mayoría en el congreso, no descuidando el señalamiento de que es una mayoría por coalición. Según Fabrice Edouard Leoucq para el buen funcionamiento del régimen presidencialista depende de si el Jefe de Estado y de Gobierno posee mayoría de apoyo en el congreso o asamblea legislativa, y en caso de no poseerla, el ejecutivo deberá buscar conformar coaliciones legislativas para la proyección y aceptación de sus proyectos de ley o presupuestarios.

El informe del estado de la Nación brindado por la presidenta Chinchilla estuvo caracterizado por su inclusivo en la iniciativa y el proceso de elaboración de políticas que aseguren el bienestar general de la sociedad civil, invitación expresada en propias palabras de la mandataria es de gran pertinencia para el ejecutivo “hacer una invitación abierta a que trabajemos juntos, superemos diferencias que puedan separarnos y convirtamos en acuerdos creativos el amor por nuestro país”. Según las declaraciones del análisis de informe por parte de las y los diputados de gran parte de la oposición el llamado al dialogo ha llegado de manera tardía, tratándose del último año de la administración Chinchilla Miranda.

El tono abierto del discurso de la mandataria de la República y la elección de un diputado oficialista neutral entre las dos tendencias liberacionistas (arayistas y aristas) son claros esbozos del intento de agilizar los procesos decisorios y de una mejor manipulación de la estructura decisoria en función de aumentar la eficacia en la elaboración de las políticas gubernamentales. Claro está que los citados propósitos, de llegarse a cumplir, aumentarían pues la legitimidad del régimen presidencialista, que en los últimos años ha caído drásticamente, sin embargo las verdaderas intenciones son reestructurar

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