Problemas Familiares
Enviado por mamelll • 15 de Septiembre de 2013 • 1.345 Palabras (6 Páginas) • 507 Visitas
Los problemas familiares
La dificultad para negociar y definir roles entre la pareja
Según el autor, vivimos un modelo de transición en que aún coexisten patrones tradicionales de estructura familiar con otros modernos. “Al no existir un modelo de normalidad para ser imitado por la pareja actual, el gran desafío es desarrollar nuevas habilidades para crear su propio modelo”.
Entre los acuerdos que se necesita negociar están, por ejemplo, qué tiempo asignar a la relación padre e hijos y a la de pareja, y en qué orden; a qué hijo atender primero y por cuánto tiempo, entre otros. “La tarea es difícil, pero no imposible, y muchas veces genera conflictos debido a la lealtad primaria irracional con la familia de origen. Cada uno, una se incorpora a la familia con su equipaje y dice a mí me educaron de esta manera entonces, yo objetaré este modelo porque estoy convencido de que es bueno”.
Hay etapas más críticas en la definición de roles, como cuando la madre se siente con más tiempo libre porque los hijos crecieron, y decide retomar su trabajo, o cuando hay mucha discrepancia en el desarrollo emocional y afectivo de los miembros de la pareja. Otro factor que complica la definición de roles tiene relación con la batalla por quién tiene el poder dentro de la pareja y la familia, lo que se termina “en una competencia permanente de quién tiene la razón, quién manda en cualquier cosa, en el desautorizar al otro delante de los hijos, hijas en rebatir casi por principio lo que el otro dice, sobre todo delante de terceros”. Un factor conciliador en la negociación es el que los interlocutores se consideren pares. “Aquí no puede haber uno más sabio o más maduro o más sano mentalmente. Hay quienes han comparado la familia con el mundo de las empresas. Y la necesidad de constituir una “sociedad parental y conyugal” es indispensable en el mundo que nos toca vivir”.
La causa más común de consulta: falta de comunicación
A estas alturas, es casi un cliché hablar de falta de comunicación dentro de la familia, pero para el autor es un problema real y extremadamente común. Y aclara que le interesa desmitificar el concepto, porque comunicarse no es lo mismo que conversar. “Hablamos para ser escuchados, pero lo que decimos y lo que escucha el otro, otra es distinto, porque detrás está la interpretación. Muchas veces se escucha lo que se quiere escuchar, y eso podría bloquear la comunicación”.
En algunas ocasiones la familia se encuentra tan desligada que simplemente no existen espacios para comunicarse ni dialogar, pareciera que cada persona vive su vida de una manera independiente, sin hacer mucho caso a la otra. En ocasiones, los hijos, hijas caen en conductas disfuncionales, riesgosas y aventureras como un grito de socorro o llamada de atención a su madre o padre.
En el otro polo e igualmente disfuncionales son las familias aglutinadas, que ante cualquier mínima sospecha de un problema acuden a un especialista. “Si hay uno con problemas, todos viven angustiados. Conversan, porque están muy juntos, pero no necesariamente se comunican. Engendran niños, niñas temerosos, tímidos, inseguros y con pocas habilidades sociales”. Una forma privilegiada de comunicación con los niños, niñas es el juego y no la conversación, como suelen preferir los adultos. “Otro momento de intimidad es antes de dormir. Los niños, niñas suelen revelar asuntos importantes que les tienen preocupados y es cuando están más dispuestos a contar algo”.
Falta de tiempo familiar
Es impactante cuando se escucha en la terapia por parte de un hijo, hija “Doctora, usted sabe que, yo siento que ni mi padre ni mi madre me quieren, además pienso que ni siquiera se interesan en comprenderme. Tampoco creo que me conozcan de verdad”. Para demostrar cariño y comprensión a alguien hay que dedicar tiempo a esa relación, y el tiempo compartido en familia es una forma concreta de demostrar el amor que sentimos por los otros y un espacio para el
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