QUE ES LA JUSTICIA
Enviado por mrln_cm • 18 de Abril de 2013 • 1.709 Palabras (7 Páginas) • 360 Visitas
MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
“¿QUÉ ES LA JUSTICIA?” HANS KELSEN
DOCENTE: MÁRQUEZ RÁBAGO SERGIO RICARDO
MATERIA: CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
CUATRIMESTRE: PRIMERO
ALUMNO: Daniel Juàrez Venancio
FECHA DE ENTREGA: 13 de abril de 2013
Autores Críticas
Platón identifica justicia con felicidad cuando afirma que sólo el justo es feliz y desdichado el injusto.
Platón sostiene que el justo- para él sinónimo del que se conduce legalmente- y sólo el justo es feliz, en tanto el injusto-esto es, el que no obra legalmente- es desdichado.
Platón dice: “la vida más justa es la más feliz”. No obstante, admite que en ciertos casos el justo puede ser desdichado y el injusto feliz. Sin embargo- añade el filósofo- es absolutamente preciso que los ciudadanos sometidos a la ley crean en la verdad de la frase que afirma que sólo el justo es feliz, aun cuando ésta no sea verdadera. De lo contrario, nadie querría obedecer a la ley.
La idea de bien conlleva la idea de justicia, esa justicia a cuyo conocimiento tienden prácticamente todos los diálogos de Platón.
Es el amor que hará que los hombres sean tan perfectos como su Padre en el Cielo, el que hace salir el Sol sobre malos y buenos y dbeja que la lluvia caiga por igual sobre justos e injustos. Es el amor de Dios. Hans Kelsen afirma que la justicia es la felicidad, no se ha respondido al interrogante sino que únicamente se lo ha desplazado. De inmediato se plantea entonces otra cuestión: ¿Qué es la felicidad?
Por consiguiente el Estado, según Platón, tiene el derecho de difundir entre los ciudadanos, por todos los medios posibles, la doctrina de que el hombre justo es feliz y desdichado el injusto, aun cuando esto sea falso.
Conforme a Platón, el gobierno está autorizado a utilizar aquellas mentiras que considere convenientes. De este modo, Platón ubica la justicia- esto es, lo que el gobierno por tal entiende, o sea, lo legal- por encima de la verdad.
Sin embargo, no existe razón alguna que nos impida poner la verdad por encima de la legalidad y rechazar la propaganda del Estado por hallarse fundada en la mentira, aun en el caso que esta última sirva para la prosecución de un buen fin.
Jeremías Bentham: si la justicia es felicidad, no es posible la existencia de un orden social justo, si por justicia se entiende la felicidad individual. El orden social justo tampoco será posible en el caso que éste procure lograr, no ya la felicidad individual de todos sino la mayor felicidad posible del mayor número posible. De igual modo, la idea de justicia se transforma, de un principio que garantiza la libertad individual de todos, en un orden social que salvaguarda determinados intereses, precisamente aquellos reconocidos como valiosos y dignos de protección por la mayoría de los súbditos.
Se atribuye a uno de los siete sabios de Grecia la conocida frase que sostiene que la justicia significa dar a cada cual lo suyo.
El que esta fórmula pueda defender cualquier orden social por ser justo- y lo es en tanto esté de acuerdo con la fórmula “a cada cual lo suyo”- explica el que haya tenido una tan general aceptación y demuestra a la vez que es una definición de justicia totalmente insuficiente, ya que ésta debe fijar un valor absoluto que no puede asimilarse a los valores relativos que una moral positiva o un orden jurídico garantizan. No resulta difícil demostrar que se trata de una fórmula completamente hueca. El interrogante fundamental
“¿Qué puede considerar cada cual como «suyo» realmente?” queda sin respuesta. Por ello, el principio “a cada cual lo suyo” es aplicable únicamente cuando se presume que dicha cuestión ya ha sido resuelta. Sin embargo, sólo puede estarlo mediante un orden social que la costumbre o un legislador hayan establecido como moral positiva u orden jurídico.
En consecuencia, la fórmula “a cada cual lo suyo” puede servir como justificación de cualquier orden social, sea capitalista o socialista, democrático o aristocrático.
Karl Marx: la aplicación del principio de igualdad a las relaciones entre trabajo y producto del mismo conduce a la exigencia de que a igual trabajo corresponde igual participación en los productos. Esta es, según Karl Marx la justicia subyacente del orden capitalista, el supuesto “igual derecho” de este sistema económico.
Afirma que en la sociedad comunista del futuro “la fuerza de producción debe aumentar” y que “todas las fuentes de riqueza social fluirán plenamente”, la selección de necesidades que el proceso de producción social ha de preocuparse en contentar planificadamente y la determinación de cuál es la medida en que deben satisfacerse dichas necesidades no deben quedar al libre arbitrio de cada uno. Será competencia de la autoridad social resolver esta cuestión, de acuerdo con principios generales.
En verdad se trata de un derecho desigual, pues no tiene en cuenta las diferencias de capacidad de trabajo que existen entre los hombres, no siendo por lo tanto un derecho justo sino injusto. El mismo monto de trabajo que produce un obrero fuerte y diestro y un individuo débil e incapaz es
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