¿Qué derechos tengo como ciudadano?

¿Qué derechos tengo como ciudadano?

Los derechos que cualquier individuo posee por el simple hecho de haber nacido en territorio mexicano son los derechos humanos o garantías individuales. Estos se encuentran en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y están enumerados en los primeros 38 artículos. En ellos se habla sobre la obligatoriedad de su cumplimiento, del derecho a la libertad, a la educación, de la igualdad entre ambos sexos, a la libre profesión, a la libre manifestación de las ideas, a publicar o escribir, del derecho de petición, de libre asociación o reunión, al libre tránsito, del derecho a ser juzgado, a no verse afectado por la retroactividad de las leyes, a no ser molestado por autoridades sin previo mandamiento de la autoridad competente, a las garantías dentro de un juicio, de la libertad religiosa, el derecho a la nacionalidad, entre otros.

En el momento en el que un individuo cumple la mayoría de edad (18 años), se la da la personalidad jurídica de “ciudadano”. La principal diferencia entre una persona mayor y una menor de edad es el derecho al voto.

¿Cuáles son mis responsabilidades?

Mis responsabilidades como ciudadana giran en torno a mi desempeño en la esfera de lo público. Es a lo que la autora denomina compromiso cívico, el cual se centra en la participación activa en el proceso público y a los aspectos simbólicos y éticos que confieren un sentido de identidad y de pertenencia a una colectividad. Podríamos decir que mis responsabilidades como ciudadana son todas aquellas que promuevan la conciencia de ser un sujeto con derecho a tener derechos.

¿Cuál es mi condición como ciudadano?

Mi condición actual como ciudadana de México (y más específicamente, del Distrito Federal) tiene dos vertientes. La primera, es con respecto a la visión liberal-individualista que poseo frente a los derechos colectivos. En los cuales, teóricamente, soy igual que todos ante la ley y no se me ha impuesto ninguna creencia religiosa, política, económica por parte de nadie. La segunda, la cual es una visión más orientada hacia el contenido de los derechos que poseo, es la que se me hace más interesante. Esto porque, aunque tengo una identidad propia, soy igual ante la ley que todos los demás, gozo de libertad de palabra, recibo beneficios públicos, etc. Paradójicamente, mis derechos se ven violados cuando los ejerzo. Si acudo a una manifestación pacífica, corro el riesgo de que me reprendan.

Mi condición como ciudadana se ve viciada y depende meramente de las prácticas que estén vinculadas (o no) al ejercicio del poder. Siguiendo la lectura vista en clase, podemos decir que mi condición varía con respecto a las luchas acerca de quiénes podrán decir qué y, una vez que se definan las problemáticas a tocar, se definirá cómo serán abordadas. Por lo que sí, soy ciudadana y tengo derechos, pero no del todo por vivir en un Estado en vías de democratización total.

Canción            Latinoamérica – Calle 13

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