¿Qué son Halls?

¿Qué son Halls?

Yo sé que los has consumido, o por lo menos ha visto, Sí, son coloridos, tienen muchísima variedad, yo sé que han llamado tu atención. ¿Me equivoco?

Resulta que el objetivo universal es nada más y nada menos que encontrar la felicidad. Esto significa una constante carrera en busca de la meta de la vida. Sin embargo, no existen garantías de donde reside, no existe un mapa que nos guíe, ni instrucciones, ni siquiera la certidumbre de que sea una condición auténtica.

¿Y por qué hablar de un tema de tal banalidad como lo es un dulce? Descubrir la felicidad puede sonar sumamente utópico al caer en cuenta de cuán compleja es la vida, otorgando al concepto un enfoque específico, pero yo no lo veo de esa manera. Yo encuentro la felicidad en un caramelo con sabores frútales. Sí, tan absurdo como suena, pero es la realidad, lo explicaré.

 Para mí, la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas que la vida nos ofrece. El aroma de la tierra húmeda posterior a un largo día lluvioso, terminar tu libro favorito por tercera vez, la piel de gallina al escuchar esa canción, las charlas infinitas por la madrugada, echarse en el pasto a admirar las estrellas, el amor… saborear en tu paladar con la punta de tu lengua tu dulce favorito.

Para mí, halls son mucho más que simples pastillas mentoladas, no es el gusto ni el aroma, mucho menos la apariencia. Son recuerdos, alusiones, memorias de momentos singular y únicamente especiales para mí, son personas, tienen vida… espero que no sea tan difícil de comprender como lo es de explicar.  Todo consiste en conceder valor y magnitud a lo que verdaderamente lo tiene y parar de atiborrar los vacíos con superficialidad y fugacidad.

La felicidad está en nuestras manos. La mía está en un dulce, ¿y la tuya?

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