Quiebre de Brasil y llegada de Jair Bolsonaro
Enviado por berniboock • 29 de Mayo de 2019 • Trabajo • 2.161 Palabras (9 Páginas) • 188 Visitas
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Quiebre de Brasil y llegada de Jair Bolsonaro |
Facultad de Humanidades Departamento de Historia Licenciatura en Estudios Internacionales Introducción a los estudios internacionales |
Bernardita Boock Perinetti |
Santiago, 8 de marzo de 2019
De pasar de ser un país de izquierda, a ser uno de ultraderecha, Brasil a estado en la mira de la política internacional por este cambio, y es que no es sólo uno de los países más importantes en el sur del continente americano, sino en el mundo entero. En este escrito, se dará a conocer que sucedió en los gobiernos anteriores al de Jair Bolsonaro, los cuales produjeron un quiebre político, y un cambio en la visión ciudadana, lo que dio paso al mandato del presidente de derecha. Además, se darán a conocer las propuestas del mandatario, que podría suceder con su gestión, para finalizar con el rol de Chile y las posibles consecuencias que se podrían producir en nuestro país.
Brasil es un país federal, que ocupa la mitad de la superficie de América del Sur, y además de ser el país más grande del cono sur, es uno de los más grandes del mundo. Alberga a una población de aproximadamente 208 millones de personas y su economía es parte de las 10 más importantes del mundo.
Durante los años 2003 y 2013 el país vivió un grato momento, y es que estuvo marcado por un aumento en el empleo, donde la desigualdad social disminuyó a gran escala, la economía creció exponencialmente y se crearon varias políticas sociales para resistir crisis globales, como la del 2008, todo con el fin de mantener el paisaje de tranquilidad de aquel momento. Esa década estuvo a cargo primero del presidente Luis Lula de Silva, hasta el año 2011, y luego de la presidenta Dilma Rouseff, ambos pertenecientes al PT (partido de los trabajadores), que se caracteriza por ser de izquierda, además uno de los más importantes del país.
El año 2013 se vio afectado por las llamadas “Jornadas de Junio”, las cuales consistieron en una serie de protestas contra el gobierno. Comenzarón por un alza al transporte público de 20 centavos y finalizaron siendo un fenómeno con una indignación poco clara. Estas movilizaciones cuestionaron la vida política y social brasileña que en el momento se definía como calma y creciente. Con el paso del tiempo se fueron desvaneciendo, pero dejaron al descubierto varios problemas y contradicciones, siendo una de las más centrales y que dio pie al gran quiebre y cambio de pensamiento político, la del fuerte rechazo de la comunidad brasileña a la política tradicional, y que tuvo como consecuencia el surgimiento y crecimiento de movimientos sociales de derecha.
Para el año 2014, la “Policía Federal Brasileña” comenzó una operación que tuvo como objetivo principal la investigación de crímenes, que tenían como protagonistas a agentes tanto públicos como privados, y que llegó a la conclusión lo que ya varios esperaban: varias empresas se hacían cargo del financiamiento de campañas políticas de una variedad de partidos políticos, todo para obtener a cambio beneficios, los que incluían hacer contratos con los gobiernos. El expresidente, Luis Lula de Silva, perteneciente al “Partido por los trabajadores”, como se mencionó con anterioridad, fue encarcelado bajo la causal de haber recibido favores de empresas constructoras.
El mes de marzo del 2015, luego de que Dilma Rouseff asumiera su segundo mandato, comenzaron una serie de protestas que exigían la destitución inmediata de la presidenta electa, todo esto bajo las hipótesis de que todas las crisis y problemas que habían ocurrido en Brasil fueron bajo el mandato del PT. Es así como el 31 de agosto del 2016, la presidenta es destituida de su mandato luego de una votación realizada por el Senado, asumiendo ese mismo día como presidente Michel Temer, el cual se desempeñaba como vicepresidente.
Temer fue el presidente peor evaluado en la historia de Brasil, y es que su viejo discurso neoliberal, y los constantes casos de corrupción en los que se vio envuelto, no eran de agrado para la comunidad brasileña.
Las elecciones del año 2018, con Temer en el gobierno, estuvieron marcadas por un sentimiento generalizado, tal como lo fue el año 2013, de un completo rechazo de la población a los políticos tradicionales, lo que dio paso a los resultados del año siguiente.
El 1 de enero del año 2019, asumió como presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro, luego de enfrentarse a Fernando Haddad, representante del PT, ganando con cerca del 55% de los votos. Este resultado fue uno para el cual nadie estaba preparado cuando se dio inicio a las elecciones el año anterior, y es que rompía el esquema político que se llevaba siguiendo los años previos.
“Ambicioso, ultraderechista, misógino y nostálgico de la dictadura”, es como se definió por el diario “EL País”, al nuevo presidente (Benites, et al., 2018). Jair, de 63 años, fue diputado y excapitán del ejército. Pasó por 8 partidos políticos a lo largo de su vida, y actualmente forma parte del PSL (partido social liberal), el cual es caracterizado por ser un partido de derecha y conservador.
A pesar de sus polémicas declaraciones, que tienen acogida en su extrema postura, logró ganar la mayoría de los votantes debido a sus propuestas de gobierno, que se centrarían en el fin de la corrupción y el respeto a la constitución, la cual, y que como anteriormente se mencionó, fue una de las principales causales del descontento de la población durante los gobiernos anteriores.
A continuación, se presentarán 6 ejes principales sobre las propuestas de Bolsonaro en las elecciones del 2018.
En lo que respecta a “Educación y salud”: no admitirá la “ideología de género” en las escuelas, diminución de vacantes para cuotas raciales, adoptar una educación a distancia con clases que ayuden a combatir el marxismo, mejora de las condiciones sanitarias básicas y medidas preventivas de salud, creación de una carrera médico de estado con el fin de atender a las áreas mas remotas y necesitadas del país.
Sobre “Seguridad”, propuso: defender el derecho universal a la posesión de armas de fuego, garantía a la policía de no ser castigada en caso de matar a alguien en una confrontación, apoyar penas duras para los crímenes de violación, como lo son la castración química a cambio de reducción de la pena y tipificar como terrorismo la invasión de las propiedades rurales y urbanas del territorio brasileño.
Como tercer punto está “Políticas sociales y derechos humanos”: mantención del subsidio a las familias con menos recursos y no demarcar ni un milímetro más las tierras indígenas.
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