¿Qué es el graffiti
Enviado por beska • 16 de Noviembre de 2011 • Tutorial • 10.742 Palabras (43 Páginas) • 851 Visitas
Lo que se muestra a continuación se trata de un estudio en el que texto e imagen se complementan de forma que una explica a la otra. Vengo a hablar del graffiti, elemento compuesto por la fusión de texto e imagen en su aspecto superficial aunque también abordaré su aspecto interior, es decir, lo que hay detrás de esa materia pictórica, como por ejemplo su causa de producción, simbología, estilos... En primer lugar comenzando con sus antecedentes, integrantes, desarrollo, difusión, etc. Pasando posteriormente por varios de sus diferentes campos, intentando tocar algunas de sus vertientes más destacadas y tratando de encaminarlo hacia sus últimas tendencias como iconografía, cartelismo, intervenciones urbanas, diseño, ilustración... Símbolo de su proceso de adaptación a nuestros tiempos y a las nuevas tecnologías, aunque también veremos que esta cierta “integración” en el sistema y en la sociedad no deja de verse bajo la sombra de su esencia: La ilegalidad.
He intentado enfocar el tema y estudiarlo desde varios puntos de vista, por ejemplo el de la escritura, tomándolo, por decirlo de alguna forma, como diseño gráfico. Esto nos llevará a una clasificación de diferentes formas de presentación de las letras y, inevitablemente, al nacimiento de lo que llamamos estilo.
A lo largo del texto he querido establecer comparaciones entre el fenómeno del graffiti con otros acontecimientos contemporáneos de los que puede influenciarse y de los que debe diferenciarse. Quiero, ante todo y antes de empezar a hablar del tema, dejar bien clara la diferencia entre el desarrollo de una cultura como la del graffiti del fenómeno político-social de las pintadas urbanas, que si bien comparte alguna de sus características (como por ejemplo el hecho de que se desarrolle en la calle de manera ilícita, su afán por expresar algo, su anonimato...) nada tiene que ver con el género también artístico que conlleva el graffiti. Debemos, entonces, situarnos en una posición inicial de diferenciación entre “las pintadas” y lo que realmente es graffiti, tema que creo aún no sabe diferenciar la inmensa mayoría de la sociedad e incluso de algunos intelectuales como sociólogos o periodistas que han tratado el tema. Dentro de este ámbito de las comparaciones también quiero especificar la semejanza de este arte urbano y la publicidad y es que “el graffiti es publicidad” como dice El Tono en una entrevista. Su manera de llegar a la gente, el nuevo afán de utilización de iconos como elemento identificativo, utilizando el poder de pregnancia de la imagen frente al texto y algunas cosas más.
Otro punto a dejar claro es mi inevitable visión introspectiva del fenómeno a tratar, a pesar del carácter subjetivo que pueda dar al texto como autor del mismo, se que ésto supone precisamente una ventaja a la hora de obtener información de experiencias personales (aparte de mi investigación) que de otra manera me hubiese resultado imposible de conseguir. He de decir que el hecho, para mí “normal”, de usar palabras propias de la jerga de la gente de este mundo y alrededores, me ha llevado a no entrecomillarlas, sino a utilizarlas de forma normal. Términos comowriting (graffiti), escritor (el que pinta graffiti), tag (firma), bombardear(pintar por todos los lados), toy (novato)... Se utilizarán a lo largo del texto de manera habitual y corriente. Testimonios, anécdotas, innovaciones, eventos, mercado, ingenio... Todo ésto rodea al graffiti, mundo de color, creatividad y diseño “La imaginación al poder ”. Comencemos...
El término graffiti es de procedencia italiana (“graffiare” o garabatear). Decir que su plural es el sustantivo graffiti, no graffitis, es decir, estaríamos hablando de los graffiti o, como se diría en castellano, los grafitos (letrero o dibujo trazado o garabateado en paredes u otras superficies de carácter popular y ocasional), aunque veremos que esta definición quedará invalidada varias veces a lo largo de este texto.
Se tiene conocimiento de que ya los romanos “guarreaban” las paredes y los sitios públicos con profecías y protesta con un incontenible deseo de compartirlas con sus ciudadanos. Pero sabemos que tiene antecedentes más remotos aún en el tiempo. Escribir sobre los muros es un impulso tan antiguo como los indicios de racionalidad del ser humano: Los macedonios, los griegos o los antiguos egipcios con sus indescifrables jeroglíficos ya utilizaban esta superficie como soporte de su escritura y de su arte. Pero quizás el ejemplo más significativo y a la vez el más antiguo sea el de las pinturas rupestres realizadas en las paredes de las cuevas por el hombre primitivo. Las representaciones de animales, de escenas de caza, etc. No tenían otro objetivo que el de satisfacer uno de los más ancestrales instintos del hombre: El de comunicarse.
Hasta el siglo XIV la pared ha sido uno de los principales soportes de la producción artística (recuérdese la pintura mural). Sin embargo, en la actualidad, éste no es un espacio creativo libre, sino un espacio clausurado por el poder que históricamente se ha reservado su usufructo. Tanto es así que este fenómeno espontáneo ha llegado a interpretarse como una amenaza, una transgresión. Podría decirse que la ley ha prohibido el libre acceso al mayor lienzo del mundo y, precisamente por eso, éste se ha llenado de trazos incontrolables, extendiéndose a todo tipo de superficies. El muro y sus extensiones metonímicas (puertas, mobiliario urbano, vagones, autobuses...) pasan a ser el soporte de lo que venimos hablando: El graffiti.
Una de sus muchas definiciones podría ser: “Acto de escribir (nombre) o representar (símbolo que nos identifique o con el que nos identificamos) en una superficie ajena”. Si lo miramos desde este punto de vista, casi todo el mundo habría hecho graffiti , por ejemplo las inscripciones en los árboles co una navaja (Jose x María), paredes (¡Ala Madrid!), pintadas en las mesas del colegio, frases en retretes públicos... y un largo etcétera. Ese gesto tan humano que deja nuestra huella, un “pedacito” de nosotros mismos tan personal, ese acto tan íntimo y a la vez tan público no deja de ser la exteorización de un sentimiento... Lo que curiosamente coincide con una de las definiciones del término arte. Pero... ¡Cuidado! Lo que hoy en día entendemos por graffiti y la fuerte personalidad que está cobrando nos adentrará en unos laberintos de creatividad y de posibilidades infinitas que más tarde veremos, y que nos harán darnos cuenta de que, aun siendo una cultura cronológicamente reciente (unos treinta años) se anula toda posibilidad de calificarla como una moda, puesto que trae a sus espaldas ya tres generaciones y la llegada de una cuarta. Además de la comercialización que hoy en día produce este
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