Qué son los derechos humanos, sus principios y su utilidad en el Estado mexicano

Para poder hablar de Derechos Humanos, es inevitable remontarnos al año de 1948, que fue en el que se dio la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el marco de la Organización de Naciones Unidas. A partir de ese momento, ha existido una serie de transformaciones y aportaciones de distintas instituciones intergubernamentales, que buscan un solo propósito, hacer respetar los Derechos Humanos en todo el mundo por igual.

En nuestro país con la creación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la defensa de los Derechos fue elevada a rango constitucional en enero de 1992, mediante un Decreto que reformó el artículo 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Ahora bien, y en concordancia con la ONU y la CNDH, se entiende que los Derechos Humanos son un conjunto de prerrogativas que buscan en una constante dignificar la vida del ser humano, es decir, que son un cúmulo de libertades básicas de las personas, debido a que estos son inalienables a cada individuo, sin que exista distinción de nacionalidad, raza, sexo, color, religión, lengua o cualquier otra condición donde pueda existir discriminación, como se instruye en nuestra Carta Magna, y que establece que el Estado debe velar y proteger los Derechos de todos los mexicanos.

En nuestro país, las autoridades en todos los órdenes de gobierno están obligadas a promover, respetar, proteger y garantizar la aplicación de los Derechos Humanos, de conformidad con principios como el de universalidad, que reconoce que todos los seres humanos nacen con derechos humanos, es decir, que reconoce la dignidad de los individuos buscando la igualdad y la no discriminación. Otro de los principios es de interdependencia, que dicta que todos los Derechos se encuentran ligados entre sí, de tal forma que la garantía o transgresión de alguno de ellos impacta en todos los demás. El de indivisibilidad, que afirma que los Derechos son infragmentables sea cual sea su naturaleza, obligando a que se deben reconocer, proteger y garantizar integralmente. Por último y no menos importante, el principio de progresividad, que obliga al Estado a tomar las medidas necesarias para asegurar el progreso de una mayor y mejor protección y garantía de los Derechos Humanos sin que exista un retroceso.

Con estos antecedentes, se puede afirmar que los Derechos Humanos en el Estado mexicano, son elementos esenciales en la vida de cualquier persona, pues promueven el desarrollo, brindando así garantías de justicia, libertad, igualdad, etc., con el fin de evitar abusos de autoridad, de servidores públicos o particulares; buscando establecer límites a las actuaciones de los servidores públicos para prevenir abusos de poder o negligencias; la defensa de los derechos, nos convierte en protagonistas y vigilantes de los mismos, es una acción colectiva, un compromiso de transformación social, construyendo lazos que fomenten la participación

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