RELIGIÓN Y POLÍTICA

RELIGIÓN Y POLÍTICA

Desde tiempos remotos, incluso desde antes de cristo, la relación entre la religión y la política ha sido estrecha y controversial; pues se ha creído en muchas ocasiones que esta relación es necesaria para que exista un equilibrio en la sociedad teniendo en cuenta que si bien es cierto , existe parte de la población mundial que no acepta dicha proporción. Tomando como referencia el caso de Chile que en 1925 decide separar de forma definitiva la iglesia del estado, pero esto va encaminado más a un hecho subjetivo.

Ahora bien, existen casos en los que la iglesia o la religión, son criticados ampliamente por el hecho de “entrometerse” en temas como el aborto, la homosexualidad, la pastilla del día después , entre otros factores en los que se considera ilógico que la iglesia se vea involucrada puesto que ésta, en muchas ocasiones ha ido también en contra de la llamada ética y moral lo cual hace que la gente pierda credibilidad sobre ella y así ponerlos de una forma despectiva ante la sociedad basados en los casos expuestos de pederastia, entre otros, frente al mundo, por lo cual se piensa que estos más bien deberían dedicarse a lo suyo y mejorar en sus fallas.

la iglesia lleva siglos intentando tomar poder ante la sociedad pero tanto el Estado como la misma religión enfrentar a diario necesidades totalmente distintas que no pueden ser de cierta forma unificadas para lograr dicho equilibrio ya que los enfoques de la iglesia suelen ser vistos desde lo subjetivo y no a toda la sociedad le parece que tenga sentido su posición  basados en la profesión de una fe que no es transferible y que de uno u otro modo siempre es involucrada en los discursos religiosos pero que resulta muchas veces desfavorable para aquellos que piensan que estos están siendo falsos.

pero por otro lado, en el polo opuesto existen personas que afirman que esta relación es justa y necesaria para que exista un equilibrio social considerando que la iglesia tiene una misión en el mundo, misión que va dirigida a la integridad del hombre a través de la conducta personal por medio de una doctrina social, en este caso, la iglesia tiene como derecho  ocuparse de los problemas de tipo social , y cuando lo hace «no puede ser acusada de sobrepasar su campo específico de competencia y, mucho menos, el mandato recibido del Señor» [1]. La iglesia no busca imponer límites éticos, sino más bien impulsar a la sociedad a ser congruentes con sus actos.

Si bien es cierto, la parte ética en el estado también ha sido muy tildada por la sociedad, pues esta debería representar un comportamiento moral adecuado de los ciudadanos, la cual es rechazada por los mismos debido a que se cree que al Estado no es a quien le concierne denotar lo bueno y lo malo pero si cuenta con el deber de promover el bien común; en ese caso, si se rechaza al estado por no cumplir con las normas éticas y se rechaza a la iglesia por la misma razón , entonces, ¿quién decide que es lo bueno para la sociedad? ¿Qué es lo que esta éticamente bien hecho? ¿Se necesita a estas dos para realmente establecer un equilibrio? O simplemente se deberían dejar a un lado las controversias? Aunque distintas pero a la vez muy iguales, estas dos partes tienen un mismo fin que es el bien común, el bien social.

 La iglesia basada en un Dios se rige bajo las escrituras bíblicas que por muchos años han connotado a los seres humanos en cuanto a cómo se debería vivir bajo los mandatos establecidos en la biblia y que establecen la forma de lo que es correcto y lo que no bajo los ojos de Dios pero esto a su vez tratando de establecer un orden en la sociedad, el Estado, por otro lado, también se rige bajo mandatos que  designan normas y leyes que toda comunidad debe cumplir para mantener un orden. Tanto la una como la otra se encuentran al servicio del hombre. Cabe resaltar, que las reglas designadas por el Estado a través de una autoridad pública son normas de conducta social de carácter obligatorio y que en caso de ser violadas podría conllevar a una imposición  de castigo o pena, en cambio, las reglas de conducta por parte de la iglesia, están ligadas a la ética y religión y romper dichos paradigmas no involucra imponer algún castigo a los que las infringe dentro de la  misma.

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