RESUMEN DE INSTITUCIONALIZACIÓN
Enviado por Claudiagh09 • 4 de Diciembre de 2017 • Resumen • 1.683 Palabras (7 Páginas) • 257 Visitas
Universidad del Valle.
Instituto de Psicología.
Psicología Social I.
Estudiantes: Claudia Lorena García Hernadez ( ),
Jerly Nathalia Ortiz Franco (1527529).
RESUMEN DE INSTITUCIONALIZACIÓN
El humano es un ser quien presenta un carácter de apertura al mundo, dándose así la posibilidad de una estructura biológica peculiar que lo lleva a entablar una relación muy particular con el ambiente. Esto le permite desarrollar distintas actividades alejándose de una estructura gobernada por los instintos, para dar paso a una constitución flexible que se desarrolla (principalmente) en una interrelación con el ambiente natural tanto como con el entorno cultural y social. Al construirse de esta manera, las formas de ser hombre están ligadas a las distintas formaciones sociales, por esto, a pesar de existir constantes (como la plasticidad o la flexibilidad de su estructura biológica) no existe una forma natural de ser hombre sino una codificación cultural y social que define lo anterior. Así, el hombre se construye a sí mismo.
Dicha construcción se ve íntimamente relacionada con un contexto. Cabe decir entonces que la formación del Yo, la estructura psicológica unida a una constitución particular con la cual se identifica cada individuo, es un producto individual a la vez que culturalmente relativo, siendo reconocido (el Yo) tanto subjetiva como objetivamente. Esta autoproducción del ser humano se da con el otro, es decir, en comunidad. Así se introduce al ser en un orden social que direcciona y estabiliza su comportamiento. Por ello se hace necesario reflexionar acerca del origen del orden social en el cual se inscriben las personas.
El orden social no forma parte de la naturaleza, no se rige por las leyes de esta, es, más bien, un producto de la externalización del hombre, tanto de su actividad pasada como de su producción constante. La inestabilidad inherente al organismo (ese cúmulo de impulsos internos) requiere que se cree un contorno estable para poder dirigir sus impulsos, guiando así su propia conducta. A fin de entender las causas de la génesis, la subsistencia y la transmisión del orden social, se hace imprescindible traer a tema la institucionalización.
La actividad humana está estrechamente ligada al proceso de Habituación, proceso que facilita la emergencia de pautas proveyendo un rumbo a la actividad, a la vez, que una especialización de la misma. Dicho proceso otorga la apertura a la innovación. La habituación define la(s) actividad(es) a realizar en ciertas situaciones sin la necesidad de volver sobre estas, favoreciendo la economía psicológica. Estos procesos anteceden a la institucionalización ya que plantean una base sobre la cual esta última se constituye.
En el momento que se clasifican las acciones habituales de acuerdo a tipos de actores, surge la institución, es decir, institucionalizarse significa ser sometido a un control social que define una acción X para un tipo de actor. Las instituciones necesitan de una historicidad, una historia compartida por la colectividad, y un control, establecer pautas que dirijan el comportamiento en cierta dirección. A pesar de que la institucionalización se da en colectividades de grande cantidades de personas, es inherente a toda situación social. La vida cotidiana sirve de trasfondo para que dos individuos (A y B) estabilicen sus acciones y las habitualicen en roles, generándose aquí el inicio de una institución.
Sin embargo, la institución sólo se constituye como tal cuando existe una tercera generación, es decir, se produce una transmisión de un mundo común. La transmisión no sólo permea a la institución de una historicidad (una historia antecedente a la historia biográfica del individuo) sino que, además, le otorga una objetividad, una existencia propia y externa al individuo. Aquí entra a jugar un “deber ser” que se presenta a los individuos como algo inalterable y no comprendido en su totalidad por ellos. Este mundo transmitido se objetiva y lo hace gracias al lenguaje, el cual se presenta como inherente a la naturaleza de las cosas(punto y coma) las cosas son como se las nombra.
El mundo social presentado a las personas como objetivo retorna sobre la sociedad que lo crea, transformándola(punto y coma) una relación dialéctica tiene su génesis en dicho proceso. Primero la externalización del hombre traducida en actividad, luego la objetivación de esta externalización y, por último, la internalización del mundo objetivo, son los pasos que conforman un devenir dialectico continúo. Aquí la legitimación toma importancia. Es necesario que una institución cobre sentido dando una explicación y justificación a los distintos significados en que se sustenta. A la vez, emergen mecanismos de control social que controlan las deviaciones, a fin de mantener el orden social. Por esto las instituciones invocan cierta autoridad sobre el individuo.
A pesar de que las instituciones tienden a la cohesión no necesariamente en una institucionalización debe darse una integración funcional o lógica de las relevancias de los individuos (no se tienen que unificar áreas de comportamiento). La integración tiende más a un cuerpo de conocimiento transmitido que a un cuerpo teórico que legitime el orden y responda a la agrupación de las relevancias de todos los individuos. El cúmulo de conocimiento transmitido proporciona las reglas de comportamiento acordadas y define los roles a desempeñarse, además de ayudar a preverlos y controlarlos. También define las verdades válidas sobre la realidad, aquello cognoscible, y favorece la internalización del mundo social como verdad objetiva.
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