RESUMEN O' Donell - Derecho a la Comunicación

O’Donnell, “Acerca del estado en América latina contemporánea: diez tesis para su discusión”

Resumen

   El desarrollo empírico del estado ha supuesto la concentración de poder en tres dimensiones (administrativa, legal, identitaria). Procesos invocados como necesarios a los intereses de la comunidad con la que el estado se identifica y a la que aspira a representar (como un nosotros). En esa identidad asienta la idea activa y pasiva de ciudadanía con capacidad para reclamar un estado al servicio de la comunidad. En este sentido, en la región, el estado ha sido históricamente deficitario sino hostil (como burocracia, como sistema legal y garante del bien común). Superar esta performance supone ensanchar el estado, expandiendo efectivamente los derechos de ciudadanía (civiles, políticos y sociales); democratizar el Estado de derecho y afrontar el desafío del multiculturalismo, garantizando el reconocimiento recíproco.

Palabras clave

Estado - Régimen - Gobierno - Autoridad - Burocratización - Legalización - Nación - Ciudadanía – Democratización.

Definición de estado (empírica, no- normativa)^[1]

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   En el siguiente gráfico se aprecian las tres dimensiones, históricamente contingentes, del estado moderno. Mientras el sistema burocrático nos habla acerca de la eficacia del Estado (en qué grado alcanza los objetivos propuestos); el sistema legal lo hace respecto de la eficiencia del mismo (el alcance e intensidad con que cubre el territorio estatal); la tercera dimensión nos remite a la credibilidad que recaba el estado (aceptación positiva entre la ciudadanía).

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   El régimen democrático implica que el acceso a los títulos se logra mediante elecciones competitivas e institucionalizadas y que existen libertades políticas (de expresión, de movimiento, de asociación, de información alternativa no monopolizada).^[2]

Definición de Régimen

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Definición de Gobierno^[3]

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   Así la relación de los términos sería como se grafica a continuación:

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   En toda democracia existente, el régimen es sólo una parte del funcionamiento, y de los insumos de influencia, que impactan sobre el gobierno y las burocracias estatales.

   Un problema básico es el escaso poder que tienen, en América latina, los gobiernos democráticos electos y en general los Estados para avanzar en la democratización de sus respectivos países (escaso poder y falta de voluntad se superponen).^[4]

    Entonces no sólo importa saber lo que el estado es sino también ¿para qué y para quiénes?; ¿Para qué Nación?

    La debilidad del estado o su orientación no sólo es importante en sí mismas sino también en tanto afectan la calidad y la propia supervivencia del régimen democrático.

Desarrollo analítico: la lógica de las asociaciones complejas

    Toda autoridad de cualquier asociación se pretende funcional al bienestar de la asociación en su conjunto. Con la complejidad social estas pretensiones generan un patrón de diferenciación social: los que se ocupan de los asuntos comunes y los que no. Emerge entonces un centro que habla por todos en base al bien común.

   El interés individual, en este sentido básico, tiende a coincidir con el colectivo: todos parecen requerir la existencia de agencias de decisión que provean la solución a dos cuestiones básicas:

1. La provisión de bienes públicos y la resolución de los problemas que enfrenta la acción colectiva.
2. La toma de decisiones obligatorias que de no tomarse extenderían la entropía social.

   Toda asociación se re-presenta, (de cara a sí misma, como de cara al exterior), descriptiva y normativamente, como un ‘nosotros’ (el ego solo es tal frente al alter). En sociedades complejas ocurre que los roles decisorios devienen permanentes y especializados. Los individuos en tales roles, tienen interés en normalizar su propia posición, impulsando un movimiento a la burocratización.

   Por su lado, el resto de los sujetos de la asociación va desarrollando un interés en protegerse contra las posibles arbitrariedades y abusos de la dirección. Desde esta perspectiva se impulsa un movimiento hacia la formalización como legalización, para volver previsible el accionar gubernamental y la orientación de sus decisiones (y eventualmente, poder contestarlas efectivamente).

   Así se generan equilibrios políticos inestables y una tensión sistémica, de carácter endémico, aunque todo estado tienda a reivindicar que provee el supremo bien público del orden y la previsibilidad.

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Desarrollo histórico[pic 11][pic 12][pic 13][pic 14][pic 15]

   El estado moderno es un fenómeno relativamente reciente que emerge desde el espacio noroccidental. Una dinámica de creciente y persistente competencia por la expropiación de los medios de coerción, llevó a la estabilización de algunos monopolios de la violencia específicos. Paralelamente y de forma continua se desarrolla un proceso de expropiación de los medios administrativos (burocratización).

   Los procesos de establecimiento del Estado de Derecho, en principio, no fueron en absoluto democráticos: burocratización y legalización persiguieron normalizar las relaciones sociales domésticas con vistas a un aumento del poder político interno y externo.

    El proceso de expropiación de los medios de legalidad subsumió los derechos particulares (el derecho consuetudinario, feudal, urbano, religioso, etc.) reconvirtiéndoles en una voluntad central uniforme como Derecho Estatal.^[5] La culminación de este proceso

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