Reflexiones 7 De Octubre

Reflexiones para mis amigos

El día de ayer habló el país, nos contamos y la opción de Hugo Chávez resultó vencedora con casi 8 millones de votos, nosotros, que estamos en la Unidad Democrática, obtuvimos algo más de 6.500.000 voluntades, 10% de diferencia.

Hablar de fraudes, con los testigos electorales en sus mesas y con la aceptación de los resultados por parte de nuestro candidato Henrique Capriles, no sólo es errado, sino que es un insulto a todos los que votamos ayer, a todos los testigos de mesa que hicieron su trabajo admirablemente y a Capriles, que en fin pues sería una especie de pendejo o vendido si se le hizo un fraude y no se dio cuenta o no quiso reclamarlo. Los resultados son válidos, no hubo fraude, y aun así debemos reconocer el inmenso esfuerzo de Henrique, verdaderamente se entregó en cuerpo y alma por nuestra causa.

Cuando dijimos durante estos meses de campaña, que creíamos en una Venezuela unida, de hermanos y con entendimiento, lo dijimos con la verdad en el corazón, por eso me duele cuando quienes estamos en la unidad democrática insultamos y nos referimos peyorativamente a quienes decidieron que Chávez era la mejor opción para ellos. ¿Acaso la unidad y la reconciliación sólo la vamos a buscar cuando aquellos estén de acuerdo con nuestras ideas?

Cumplimos dignamente con nuestros ideales, con nuestras familias y con el futuro que proyectamos para Venezuela, esto no se acaba aquí, no es momento de entreguismos ni resignaciones, debemos resistir con fuerza los abusos que vendrán desde el poder y defender nuestras parcelas de libertad, pero con tanta importancia debemos darnos la tarea de entender ¿por qué más de 7 millones y medio de venezolanos no confiaron en nosotros? Evidentemente que entra en juego el gran abuso de poder por parte de Chávez, los recursos económicos, los empleados públicos, el creciente dominio de las telecomunicaciones en el país, factores que empujan hacia ese resultado; pero también hay un proyecto en el cual la mitad del país cree, hay un discurso en el cual se sienten identificados, de enfrentamiento entre “los que tienen y los que no tienen”, “pobres y oligarcas”, discurso que es alimentado cuando hoy al perder lo que hacemos es descalificar a quienes votaron por Chávez.

Con ellos compartimos y compartiremos el territorio, la bandera, nuestro himno, nuestras calles, autobuses, nuestra vinotinto. Sino entendemos que ellos no van a desaparecer, no vamos a poder ganarnos su confianza que es indispensable para cambiar a este país.

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