Reforma al articulo 4° constitucional

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Fue el pasado 10 de marzo que el pleno de la Cámara de Diputados aprobó, en lo general y en lo particular, la reforma al artículo 4° de la Constitución para elevar a rango constitucional los programas sociales de pensión universal para adultos mayores, becas a estudiantes y personas con discapacidad y salud universal.

La minuta fue avalada con 385 votos a favor, 49 en contra de panistas y un perredista y 18 abstenciones, con la aceptación del documento se otorgará atención médica gratuita a quienes no gozan de seguridad social (dar atención a toda la población, ¿con que recursos?). La minuta fue remitida al Senado de la República, el cual el pasado 24 de marzo la aprobó sin modificaciones.

Conforme al texto original de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el artículo 4° únicamente hablaba en dos párrafos el derecho a la libertad de comercio y trabajo. Desde 1917, a la fecha, dicho artículo ha sufrido catorce reformas con el objeto de incorporar los derechos respecto a la igualdad entre el varón y la mujer, a decidir el número y tipo de esparcimiento de los hijos, a la alimentación, a un medio ambiente sano, al acceso al agua, a disfrutar de vivienda digna y decorosa, a la identidad, de los niños y niñas y al acceso a la cultura; sin embargo, la redacción original del párrafo relativo al derecho a la protección de la salud continúa intacta desde 1983, recorriéndose únicamente al párrafo cuarto.

Lo anterior, de primera instancia, parece ser un gesto piadoso del órgano reformador de la constitución para la sociedad mexicana, pero también, visto desde otras perspectivas, no todo es caritativo o próspero.

Toda esta reforma la podemos ver como la materialización de la entrega de dinero a los sectores de nuestro país que más lo requieren, desde los discriminados, los más pobres, los que no tienen oportunidad de acceder a la educación etc. No obstante, esta entrega de recursos si bien parece un acto de buena voluntad, no va a resolver estos graves problemas de fondo, y todo esto es porque seguramente el recurso que será otorgado no será el suficiente para cubrir todas las necesidades, para ello se necesita una solución más compleja, que sea integral y que sirva para asegurar el estado de bienestar de manera que sea permanente, es decir, que estos recursos sean asociados con la producción, generación de empleos y la capacitación a las personas. Por ello, mas que otorgar el recurso, se deben asegurar fuentes de empleo, los derechos de las niñas y niños, salarios dignos, etc. y no solo buscar una salida fácil, “Regalar dinero”, lo cual en nuestro punto de vista no resuelve nada y deja a estos mismos sectores en las mismas condiciones de pobreza, desesperación, nulo desarrollo, abuso (ya que hay personas que en realidad no necesitan el apoyo, pero no pierden la oportunidad de solicitarlo) y en donde se finaliza sin satisfacer los derechos económicos, sociales y culturales.

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