Relación entre felicidad y redes sociales

ALEJANDRA ZULUAGA

PAOLA MARTÍNEZ

ANDREA RIVAS

Marco teórico

En un principio debemos considerar el período de transición entre el S. XX y el S.XXI que establece rápidamente como meta una nueva dimensión social. Parece que estamos entrando en una nueva era que gira en torno a la felicidad como un nuevo aspecto de la existencia de la vida individual y social. En la mayor parte del mundo, la felicidad se establece como un factor legítimo y como una nueva meta personal y social, reemplazando la importancia de la supervivencia y las metas de felicidad.

Recientemente el interés por investigar acerca de la relación entre felicidad y redes sociales ha aumentado y algunos autores nos mencionan que en la actualidad “somos testigos de un aumento importante del interés científico y social por la felicidad como meta individual y colectiva. Varias disciplinas han avanzado en las definiciones de felicidad, sus componentes, formas de medición y condicionantes”. (Rodriguez, Yter, y Arroyo 2016)

Por otro lado, la aportación de la Sociología y las teorías de capital social y las Redes se centran en la interacción como espacio necesario para la creación de felicidad. Nuestro objetivo es el estudio de la producción científica entendida como campo social. Analizamos el espacio social de definición y construcción científica de la Felicidad como resultado de la interacción de las conceptualizaciones, formas de medir y analizar, junto a los planteamientos de acción propuestos por las ciencias sociales. Lo hacemos utilizando la aproximación teórica y analítica de las redes sociales

“La  felicidad  se  consolida  como  meta  social  del siglo XXI y como resultado, a la vez que causa, emerge y se desarrolla una compleja y extensa industria  de  la  felicidad.  Ligado  a  todo  ello  de forma  vital,  se  inicia  el  proceso  de  definición, medida,  explicación,  y  actuación  en  Felicidad. Una nueva meta como nuevo espacio social.” (Rodriguez, Yter, & Arroyo 2016)

En las redes, todo el mundo muestra información personal que habla de nuestro mundo interior y de cómo lo presentamos al exterior. La mayoría de las veces, podemos saludar los logros de los demás e incluso celebrarlos como propios. Porque a pesar de la pandemia y el confinamiento, la vida no se detiene. Todo lo contrario: siguió avanzando. Por lo que vemos en Internet surgen comparaciones entre la vida de los demás y la nuestra. A partir de ahí, puede surgir la culpa, la ansiedad o la culpa por lo que pensamos que deberíamos haber logrado y no lo hicimos.

Todos los problemas antes mencionados y continuando en el contexto de la pandemia que vivimos a nivel global, las cifras de depresión y ansiedad aumentaron de manera significativa.

Un estudio realizado por la Universidad Habanera de Ciencias Médicas (09-2020), menciona que la cifra de depresión en las personas aumentó un 62% a comparación del último estudio realizado antes de la pandemia COVID-19. Desde nuestro punto de vista las redes sociales tuvieron gran repercusión en el aumento de estas cifras, así como en otras enfermedades relacionadas a la salud mental como ansiedad, trastornos de la alimentación, insomnio, entre otros. Durante la pandemia fue tan normal ver en Instagram cuerpos ejercitándose todo el tiempo, comiendo saludable y enfocándose en cuidar su aspecto físico, olvidando que las historias de dicha aplicación solo muestras 15 segundos de 24 horas que tiene un día.

...