Relaciones de Venezuela - EEUU

Con el estilo único de gobierno de Donald Trump y su llegada a la presidencia de Donald Trump, el foco de la política exterior realiza un cambio, pues en su mandato es en donde se darán gran parte de las sanciones económicas hacia el gobierno de Nicolas Maduro, las cuales formarían las presentes relaciones entre los Estados, afectando así la historia diplomática entre estos dos países. Estas sanciones se han justificado por la violación de los derechos humanos, el narcotráfico, la existencia de una corrupción grande y el debilitamiento de las instituciones democráticas de Venezuela.

El gobierno estadounidense, comienza a usar el término “rogué state” o “estado canalla”, para referirse a Venezuela, lo cual haría que se empezara a considerar a que el país seria una amenaza para la paz de todos los Estados que interactúen con el mismo. Se impusieron sanciones a funcionarios del gobierno con vínculos en el narcotráfico internacional, además se incluyó por el Departamento del Tesoro en la lista 52 Clinton (lista negra de personas y empresas acusadas de lavado de dinero).

Trump se estaría remontando en la postura de actor dominante, ya que hace uso del poder de influencia que tiene para presionar al gobierno de Venezuela, tratando de reducir su soberanía para que este país se alinee con sus intereses nacionales.

Durante su primer año de gobierno presidencial Trump, le dio continuidad a las tácticas y procesos establecidos por la administración de Obama sobre Venezuela, adaptándose a las cambiantes estrategias del gobierno de Maduro para quedarse en el poder de manera autoritaria. Por ejemplo, el que Maduro haya anulado el referéndum revocatorio en su contra (2016), selló un impedimento del desarrollo de un elemento propio de los cánones democráticos, los cuales son defendidos por el gobierno estadounidense.  Uno de los mayores intereses del gobierno de Trump es la preservación de la democracia dentro de su hemisferio, para así poder asegurar la seguridad y estabilidad de la región, mediante esto se podrían prevenir crisis humanitarias, por esto se mantiene su interés por restituir las instituciones en Venezuela, ya que su crisis se podría expandir por la región, eliminando posibilidades de nuevas relaciones comerciales.

En el 2017 Trump firma una orden ejecutiva que, limitaba el acceso a la deuda y al mercado accionario y financiero de los Estados Unidos del gobierno de Venezuela. En el 2018, prohibió las transacciones relacionadas con criptomonedas, las cuales fueran emitidas por el gobierno de Venezuela y en ese mismo año, hizo lo mismo con cualquier otra actividad económica que se relacionara con algún tipo de compra de la deuda de Venezuela, donde se ordenaron sanciones contra las exportaciones venezolanas del oro.

El Jefe de Estado Venezolano, se pronunció en varios discursos, donde califica dichas sanciones como un saboteo económico y haciéndolas responsables de la situación económica actual del país, el gobierno de Venezuela intento suplir las sanciones a través del uso de sus reservas de oro para venderlos a países como Irán, desde las cuales se han buscado alternativas para esquivar las estrategias implementada por el Estado Norteamericano.

El gobierno norteamericano impuso sanciones sobre la petrolera estadal venezolana (PDVSA), una empresa a la cual Estados Unidos no había hecho frente con sus sanciones, dado que, desde hace más de un siglo la relación entre Estados Unidos y Venezuela se había establecido de manera bilateral con las refinerías en el territorio norteamericano las cuales trataban el crudo de Venezuela.

Por lo tanto, el gobierno de Venezuela ha buscado numerosas alternativas con el fin de encontrar otros mercados como la China y la India, para lo cual dichos países han mostrado su interés para comprar el crudo venezolano, a partir, del aumento de la exportación desde diferentes modalidades de pago que no involucren el monopolio financiero del cual es hegemónico los Estado Unidos. Si bien dichas sanciones pueden ser vistas como un obstáculo que impide al gobierno venezolano estabilizar su economía, estas se pueden convertir en un arma política que puede tener numerosos alcances y desde el cual se alimenta el discurso de Nicolás Maduro antiamericano y tener apoyo político de otras potencias económicas.

La política externa de Estados Unidos da un nuevo giro en marzo del 2018, ya que Donald Trump decide reemplazar a su Secretario de Estado y al Asesor de Seguridad Nacional Rex Tillerson y el general McMaster, quienes no estarían a la par con el ímpetu de enfrentamiento contra Venezuela que tendría el poder centra. De esta manera, dispone recibir la ayuda del director de la CIA Mike Pompeo y el ex embajador John Bolton. La característica que los vuelve aliados ideales para Donald Trump, es su desaprobación dirigida hacia las relaciones de Venezuela con Irán, y con el Hezbolá, quien es considerado como un grupo terrorista que amenazaría a la seguridad nacional.

A partir de una estrategia para cercar a Nicolás Maduro, han apoyado el gobierno interino de Juan Guaidó. El gobierno de Washington fue uno de los primeros en mostrar su apoyo hacía la gestión de Juan Guaidó para sacar a Nicolás Maduro del poder y tomar el poder ejecutivo de Venezuela, contribuyendo así a legitimar si cargo y a la vez cumplir un objetivo que se tenía ya hace algún tiempo, dar fin a la revolución bolivariana.

El Departamento de Justicia acusa a Nicolás Maduro de ser la cabeza del Cartel de los Soles cuyas operaciones narcoterroristas, en conjunto con disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia estarían afectando a la seguridad del territorio estadounidense. Por medio de estas acusaciones, se emite una orden de captura contra Nicolás Maduro, esto con el objetivo de poder sacarlo del poder por la fuerza para que responda ante las acusaciones. Estas acciones se constituirían como las herramientas que le permitirían llegar a su objetivo, tener un presidente venezolano que funcione como un aliado, pues como ente dominante necesita buscar un ángulo discursivo que le permita cumplir con su agenda y eliminar a un contrincante que ha desafiado su poder desde 1999.

Otra de las estrategias políticas ya no tanto en el aspecto económico por parte de los Estados Unidos hacia Venezuela, ha sido la instrumentalización de un país como Colombia a ser su socio estratégico en la región; por su posición geográfica y cercanía a país venezolano, un claro ejemplo es el intento de injerencia mediante la introducción de ayuda humanitaria por medio de la frontera , la cual resultó fallida a comienzos del año 2019, además de los ejercicios militares implementados por el comando sur en el mar caribe. Lo cierto es que el bloqueo a empresas y bancos mediante el congelamiento de cuentas, sanciones a funcionarios y el apoyo al gobierno interino de Juan Guaidó, mediante la adjudicación de dineros propiamente del manejo del Estado Venezolano, como por ejemplo el bloqueo del oro por parte de Inglaterra reflejan el carácter y alcance de la política exterior de los Estados Unidos hacia Venezuela.

...