Republica Cafetalera
Enviado por LupiSwet • 8 de Marzo de 2013 • 3.442 Palabras (14 Páginas) • 2.166 Visitas
LA REPUBLICA CAFETALERA Y SUS RESULTADOS
Durante mucho tiempo, el orden social en El Salvador ha sido uno de los menos equitativos de América Latina. Los orígenes de este orden se encuentran en el modelo económico del país, basado en la exportación de productos agrícolas, que se centro en la producción de café desde la última parte del siglo XIX. El Estado salvadoreño desempeño un papel decisivo en el desarrollo de este modelo. Mediante los decretos de 1881 y 1882 se expropiaron ejidos y tierras comunales con el propósito de estimular la expansión del café a través de la propiedad privada de la tierra.
Este proceso sentó las bases del sistema latifundio-minifundio que constituyo la columna vertebral del modelo agro-exportador de las décadas subsiguientes. Los principales beneficiarios fueron los grandes terratenientes que se habían dedicado previamente a la producción del añil, asi como ciertos grupos urbanos e emigrantes europeos con grandes recursos para realizar las inversiones iniciales necesarias para cultivar café.
El cultivo del café se extendió a todo el territorio nacional, pero los distintos índices de fertilidad, de clima y altura influyeron en la distribución regional del cultivo. En efecto, el país se puede dividir en tres zonas con este propósito. El cultivo empezó en la zona occidental (Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate) debido a sus condiciones propicias. La zona contaba con abundantes asentamientos humanos, y por lo tanto, con abundante mano de obra. Por la misma razón era la zona donde estaban concentradas las tierras comunales y ejidales. Y, consecuentemente, fue la zona donde hubo más expropiaciones en los últimos 20 años del siglo XIX.
La zona costera se dedicaba principalmente a la producción de cereales y ganado; eventualmente se cultivaba algodón. En esta región el proceso de expropiación fue menos drástico. Las tierras comunales estaban dedicadas al cultivo del bálsamo y del coco. La tierra permaneció en manos de pequeños propietarios. Sin embargo, los hacendados sumaron a sus propiedades las tierras comunales y ejidales, reforzando así las formas de explotación precapitalistas de la mano de la mano de obra mediante el colonato y la aparcería. En esta zona se formaron los latifundios más grandes.
En la zona norte, el pequeño propietario encontró mas encontró más posibilidades de subsistencia en relación con los grandes hacendados. En esta región se encontraban concentradas las tierras menos fértiles así como las más erosionadas. Los pobladores de las tierras altas del norte, en el departamento de Chalatenango a pesar de la baja del precio, las plagas, los insectos y la inmigración de trabajadores a las plantaciones cafetaleras, siguieron cosechando añil por muchos años. Todavía en 1908 su exportación representaba el 3 por ciento del total vendido en el extranjero, siendo la zona citada, la principal productora.
Durante este proceso en gran escala, la oligarquía cafetalera incipiente asumió el control del 40 por ciento como mínimo de la superficie total del país; al mismo tiempo, miles de pequeños agricultores fueron desplazados de las tierras que habían cultivado durante años.
Como las ganancias el café dependía de gran medida del control del costo de la mano de obra, el Estado también tomo medidas para garantizar la disponibilidad de mano de obra barata. A los decreto de expropiación de tierras, siguieron leyes que regían el trabajo de los jornaleros y nombraban jueces rurales, cuya función era conseguir y controlar los trabajadores necesarios para ampliar la producción del café. Estas leyes se complementaron con la creación dela policía rural para los departamentos cafetaleros en 1889 y con la formación de la Guardia Nacional en 1912. Al mismo tiempo se prohibió que los trabajadores agrícolas se organizaran.
Como resultado de este proceso, la economía comenzó a girar casi exclusivamente en torno a al exportación del café. La participación del café en el valor total de las exportaciones del país paso del 56 por ciento en 1890 al 96 por ciento en 1931. Los vinculo del país con la economía internacional, la organización del sistema financiero, las formas jurídicas e ideológicas del régimen político y el perfil del crecimiento económico y el desarrollo social estaban condicionados en gran medida por la índole y el desempeño del modelo agro-exportador basado en la actividad cafetalera. Como resultado de esta situación, el poder económico y la influencia política e ideológica de la oligarquía cafetalera aumentaron.
Las crisis económica mundial de 1929 agudizo la concentración de la propiedad de la tierra, ya que la caída de los precios del café obligo a los productores mas débiles a vender sus tierras a los grandes caficultores. Este fenómeno sumado a los conflictos generados por el fraude electoral de 1931y el desempleo creciente, creo las condiciones para el levantamiento de 1932. Este acontecimiento fue una de las secuelas de los levantamientos campesinos que se habían producido anteriormente en las regiones expropiadas por la reforme liberal en 1872, 1875, 1880, 18885 y 1898.
La insurrección indígena-campesina de 1932, en la cual se calcula que murieron entre 10 mil y 30 mil personas, fue un acontecimiento decisivo en la historia política de El Salvador. Hasta 1931, la oligarquía cafetalera había ejercido un control directo del aparato estatal. Sin embargo, la rápida acción del ejercito para sofocar la rebelión marco un cambio en el sistema de dominio oligárquico, ya que las fuerzas armadas asumieron el control directo del poder político a cambio de la defensa de los intereses de la élite agrícola. En los años subsiguientes, el gobierno estuvo encabezado por los militares. Después de la rebelión campesina, el gobierno de Martínez prohibió toda forma de oposición política organizada. En la Constitución de 1939 se proscribió al Partido
Comunista, que había participado en la rebelión. El régimen autoritario que se instauro en la era de Martínez condiciono las relaciones entre los militares y la sociedad civil durante los cincuenta años siguientes.
• EL RÉGIMEN LABORAL DE LA REPÚBLICA CAFETALERA: CAMPESINOS, JORNALEROS Y PEONES.
La expansión del cultivo del café modificó la tenencia de la tierra y la estructura agrícola. Algunos campesinos propietarios de pequeñas parcelas continuaron produciendo granos, frutas y otros artículos.
Los grandes terratenientes se adueñaron paulatinamente de estas parcelas, dado que los campesinos no podían pagar las deudas contraídas con ellos. De esta manera, estos campesinos se convirtieron en jornaleros que buscaban
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