Resúmenes de Políticas de Desarrollo

Resúmenes de Políticas de Desarrollo

Basados en los estudios de Helpman, se puede afirmar que existen pruebas convincentes de que la productividad total de los factores desempeñan un importante papel  en la explicación de las diferencias internacionales observadas entre los niveles de renta por trabajador y entre las pautas de crecimiento económico. Se pudo concluir que los países ricos son muy productivos y los países pobre no. Como los países ricos también tienen más capital por trabajador y sus trabajadores poseen un nivel de estudios más alto, su renta per cápita es más alta por las tres razones: más capital, más capital humano y mayor productividad.

En este sentido podemos proponer fortalecer políticas de estado a favor de la educación, ya que esta posibilita que los procesos de producción se favorezcan de manera positiva con las externalidades generadas por las sociedades más educadas. Una sociedad mejor educada utiliza los recursos de una manera mucho más eficiente y, por consecuencia, aumenta la productividad. Asimismo, articular una política nacional de fomento económico para la competitividad, la productividad y el desarrollo industrial basado en la educación, la innovación y la especialización tecnológica de la población.

• Incrementar la oferta educativa gratuita escolarizada hasta cubrir la brecha existente en todas las regiones del Perú.
• Reforzar y garantizar la calidad educativa en todos los centros educativos peruanos, tanto privados como públicos, en todos los niveles formativos, desde los centros pre-escolares hasta los centros educativos de nivel universitario.
• Impulsar la productividad de los factores de la economía peruana, así como de los sectores y de las regiones.
• Promover en algunas regiones del Perú cambios en su estructura productiva hacia sectores económicos de elevada productividad.
• Elaboración de un programa especial para la productividad y competitividad, mediante la innovación y la capacitación técnico-productiva.
• Fomentar el incremento sostenido de la productividad y la competitividad como ejes rectores en el diseño y ejecución de las políticas.
• Impulsar la concentración de acciones entre los sectores público, social y privado, liderados por instituciones ágiles y con una visión articuladora para metas de crecimiento económico nacional.

Basados en los análisis de Amartya Sen, sobre el medio ambiente y la ciudadanía en torno al desarrollo sostenible, podemos concluir que el papel que debe desempeñar la ciudadanía en la política a ambiental sería expresado en cuatro componentes principales.

En primer lugar, debe inc1uir la capacidad de pensar, de valorar y de actuar, lo cual requiere que pensemos en los seres humanos como agentes, en vez de solamente pacientes. Esto es pertinente para muchos debates ambientales importantes. En segundo lugar, entre las oportunidades que con toda razón valoramos, está la libertad de participación. De resultar impedidas o debilitadas las deliberaciones participativas, se perderla algo valioso. En tercer lugar, si se trata de lograr objetivos ambientales mediante procedimientos que constituyen una intromisión en las vidas privadas de las personas, la consiguiente pérdida de libertad debe considerarse como una perdida inmediata. En cuarto lugar, la modalidad convencional de centrar la atención en las condiciones y nivel de vida en general puede pesar demasiado para prestar la atención debida a la importancia de libertades específicas. Puede haber una pérdida de libertades (y de los derechos humanos correspondientes) aun cuando no haya disminución en el nivel de vida global.

La pertinencia de la participaci6n ciudadana y social es más que algo instrumental. Se trata de elementos integrales de 10 que tenemos raz6n de preservar. Debemos combinar la noci6n básica de la sostenibilidad que con justa raz6n promueven Brundtland, Solow y otros, complementándola con una visi6n más amplia de los seres humanos, una óptica que los vea como agentes cuyas libertades son importantes, y no solamente como pacientes que no son más que sus condiciones de vida.

Como solución es indispensable ver el ámbito local; es decir, fortalecer aquellas instituciones municipales que son las más próximas a la vida del ciudadano y, de igual modo, ampliar los espacios a la participación ciudadana, pues es por medio del interés y la acción de la ciudadanía que se pueden ir trazando un presente y futuro perdurable en nuestra sociedad.

Entonces, las políticas que podrían implementarse van en el siguiente sentido:

• Concientizar a la población desde los espacios más básicos que serían los centros educativos hasta los centros de participación ciudadana que podrían ser organizaciones civiles locales o mediante las municipalidades, a través de programas de fortalecimiento de la conciencia ambiental y empoderamiento para ser agentes de cambio en la sociedad y realidad peruana.
• Impulsar y apoyar las iniciativas de innovación con impacto ambiental positivo en programas que articulen esfuerzos públicos, privados y sociales donde involucren a los diferentes niveles de participación ciudadana en todas las localidades rurales y urbanas del Perú.
• Crear y descentralizar espacios de debate y propuestas socio-ambientales para el fortalecimiento de la ciudadanía y la preservación del medio ambiente en las diferentes regiones del Perú.
• Fomentar a través de las instituciones correspondientes en la estructura del Estado Peruano, las medidas y normas de conducta que deben regir como buenas prácticas de la vida diaria, tanto en lugares públicos como privados que puedan mejorar el nivel del cuidado del medio ambiente.
• Crear un sistema de incentivos y penalidades para aumentar las conductas a favor del medio ambiente, tanto para personas como para empresas o todo tipo de instituciones.

En lo que nos manifiesta, Jeffrey D. Sachs, con el desarrollo sostenible como concepto analítico y normativo, podemos resaltar que desarrollo sostenible es un concepto básico para nuestra era. Es tanto una forma de entender el mundo como un método para resolver los problemas globales. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) guiarán la diplomacia económica mundial de la próxima generación. Sabemos que la economía mundial es gigantesca, que crece a gran velocidad (a una tasa del 3-4 por ciento anual), y que sus ingresos se hallan muy desigualmente distribuidos tanto entre países como dentro de cada país. El nuestro es un mundo inmensamente rico y a la vez extremadamente pobre. La economía no sólo es notoriamente desigual sino que también supone una amenaza importante para el propio planeta Tierra. Como todas las especies vivas, la humanidad depende de la naturaleza para obtener alimento, agua y otros materiales necesarios para la supervivencia, así como para protegerse de amenazas ambientales como las epidemias y las catástrofes naturales. Pero lo cierto es que para ser una especie que depende de la generosidad de la naturaleza, o de lo que los científicos llaman «servicios ambientales», no estamos contribuyendo demasiado a proteger la base física de nuestra propia supervivencia. La gigantesca economía mundial está provocando una gigantesca crisis ambiental, capaz de amenazar la vida y el bienestar de miles de millones de personas, así como la supervivencia de millones de otras especies del planeta, si no la nuestra propia.

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